Primer éxito en el certamen
La sonrisa anhelada
Javier Musacchio proyecta la ofensiva santafesina, ante el inminente tackle de Gabriel Ochoa y la múltiple persecución adversaria. En primer plano, el referee Matías Fresia y detrás, Ramiro Dolfo.
Foto: Luis Cetraro
Con altibajos, Santa Fe superó a Alto Valle, en el cotejo de ida del Repechaje por la Permanencia en la zona Campeonato. El sábado venidero será la revancha en Cipolletti.
César Miño
Con una producción irregular, aunque suficiente como para justificar el ansiado festejo final, el Seleccionado Superior de la Unión Santafesina de Rugby venció a su par de la Unión del Alto Valle, por 28 a 18, en el cotejo de ida del Repechaje por la Permanencia en la zona Campeonato del Argentino 2010, organizado por la Unión Argentina de Rugby.
De esta manera, para alcanzar el objetivo de permanecer en la elite del rugby nacional de selecciones, el elenco santafesino deberá ganar, empatar o bien caer por una diferencia igual o menor a la logrado en el partido disputado en la víspera en Sauce Viejo, en la revancha que el sábado venidero se llevará a cabo en las instalaciones del Marabunta Rugby Club de Río Negro.
En el otro partido de la misma instancia, disputado ayer en Resistencia y refereado por Francisco Pastrana (URBA), Mar del Plata derrotó a Noreste por 24 a 13.
Menos de lo esperado
La producción santafesina en la etapa inicial estuvo signada por la irregularidad en el control y la utilización de la pelota, sobre todo teniendo en cuenta que en la obtención prevaleció sin mayores inconvenientes, frente a un adversario tan entusiasta como limitado.
Pese a que poseyó algunas situaciones propicias, Santa Fe sólo logró sumar a través de los envíos a los postes, cerrándose el parcial con el marcador a su favor por 6 a 3, frente a un rival que defendió con certeza y luchó con muchísima actitud por la obtención, el control o la recuperación de la pelota.
El complemento arrancó en forma auspiciosa para el anfitrión, ya que con determinación y precisión, construyó dos ensayos en menos de 10 minutos, lo que insinuó que -por fin-, había logrado encauzar el partido a su conveniencia.
La supremacía se extendió hasta algo más de los 20 minutos, lo que permitió sumar un tercer try que extendió la diferencia a un 25 a 3 merecido y promisorio; insinuando que aceitando el funcionamiento, Santa Fe podría establecer no sólo diferencias aún más holgadas, sino también el predominio que es dable esperarse de un equipo habituado a competir en un nivel superior.
Sin embargo, a pura determinación y coraje, Alto Valle se las ingenió para prosperar ofensivamente en cada pelota propicia (o aún arriesgando), descontando a través de un try-penal correctamente sancionado y un posterior envío a los postes que acotó la diferencia a 14 puntos (25 a 11).
Sobre el epílogo, una réplica santafesina con nítida superioridad numérica (3 a 1) fue dilapidada por una impericia más que notoria. La acción tuvo un desenlace tan adverso, que de transformarse en el potencial cuarto try que hubiese otorgado el punto bonus, terminó con una conquista del elenco neuquino-rionegrino.
Los segundos finales, en medio de la decepción por la ocasión desperdiciada, sólo sirvieron para sumar a través de otro penal del apertura Benet, que fundamentalmente evitó que Alto Valle se fuera de nuestro medio con un bonus que podría resultar clave para el desenlace final.
En síntesis, amén de la enorme importancia que subyace en la victoria santafesina, pese a que se logró por cifras y argumentos menores a los deseados, es dable insistir en que no fue capaz de expresar en el campo de juego la supremacía exigible a un seleccionado perteneciente a un estamento superior.
Por ende, desde las falencias y virtudes expuestas ayer, Santa Fe estará obligado a defender una diferencia exigua, en condiciones que serán mucho menos propicias, ante un adversario que se fortalece notoriamente en la condición de local.