EUROPA PARALIZADA
El volcán lanza menos cenizas e
incrementa la expulsión de lava
Los vulcanólogos resaltaron la dificultad de determinar con exactitud cuándo cesará la emisión de ceniza a la atmósfera.
EFE
El volcán subterráneo del glaciar Eyjafjallajökull, en erupción desde hace seis días, continúa reduciendo su producción de ceniza y sigue expulsando bombas de lava a la atmósfera, según el último parte del servicio de Protección Civil de Islandia.
La pluma de ceniza volcánica es cada vez más pequeña y más clara, lo que indica una menor concentración, aunque las nubes de ceniza alcanzaron hasta 6.000 metros de altura al sur del Eyjafjallajökull.
Las explosiones de lava producidas en el volcán, que continúa manteniendo una actividad “considerable”, alcanzaron una altura de entre 1,5 y 3 kilómetros, aunque no se observaron todavía flujos de lava, señalaron las autoridades islandesas.
Según el Instituto Meteorológico Islandés (IMO, por sus siglas en inglés), esta mañana soplaba viento del norte en la zona, pero el pronóstico apunta a un cambio a dirección sur, acompañado de lluvia, a lo largo de la tarde.
Se esperan precipitaciones de ceniza al sur de Eyjafjoll durante el día, en la zona próxima al volcán, aunque por la tarde también se verá afectada la cara noreste, según el parte del IMO.
Los expertos redujeron al mínimo el riesgo de crecidas del nivel de agua de los ríos, que obligaron a dos evacuaciones de población en los primeros días, porque el agua sigue fluyendo fuera del glaciar y el volcán se mantiene estable.
A pesar de los signos que apuntan al paso de una nueva fase en la actividad del volcán, los vulcanólogos resaltaron la dificultad de determinar con exactitud cuándo cesará la emisión de ceniza a la atmósfera, que ha provocado graves perturbaciones en el tráfico aéreo en toda Europa.
Efectos sobre la salud
La nube de cenizas volcánicas procedente de Islandia “no tiene por el momento ningún efecto sobre la salud“ excepto para las personas que estén en la proximidad del volcán, aseguró hoy un experto de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
“La nube de cenizas no tiene ningún efecto sobre la salud, excepto en las cercanías del volcán, en Islandia”, señaló el doctor Carlos Dora, especialista en Epidemiología y Medio Ambiente de la OMS.
Sólo en la cercanía del volcán se deben tomar precauciones como usar mascarillas, añadió el experto en conferencia de prensa, quien dijo que en el resto de Europa “la nube no ha descendido hasta la superficie de la tierra”.
También afirmó que, de acuerdo a las mediciones que se están haciendo, “no se ha detectado ningún aumento de la polución del aire debido a la nube de cenizas”.
Señaló que los expertos mantienen el seguimiento de las partículas de esta nube, suspendidas en el aire, y que éstas podrían ser incluso menos nocivas que las emitidas por la combustión, por ejemplo, de combustibles para vehículos o fábricas.
En el caso de que la nube descendiera hasta el suelo, sólo podría haber algún riesgo para salud si “aumentara mucho la concentración de las partículas, unas dos o tres veces sobre el nivel normal de contaminación”, dijo.
Sólo es ese caso “emitiríamos recomendaciones para las personas con asma, otros problemas respiratorios o cardíacos”, dijo Dora.