Las intensas lluvias en poco tiempo provocaron anegamientos en Esperanza
Fuerte temporal en Las Colonias
Hubo un fuerte viento huracanado. La caída de piedras, árboles y ramas generó varios inconvenientes en la ciudad. Al mediodía, comenzaba a restablecerse la energía luego del trabajo realizado por los trabajadores de la EPE.
Siete minutos de furia. En ese lapso, Sastre sufrió los embates de una fuerte granizada y luego le siguió una lluvia torrencial. Las bocas de las canaletas mostraban hasta 60 centímetros de hielo.
Foto: Gentileza San Jorge Noticias
Agencia Rafaela-Corresponsalía Esperanza
Una ráfaga de viento huracanado que se desató en el mismo instante en que el día se hizo noche, acompañado por una intensa lluvia inundó Esperanza en tres minutos. Además, la pedreada pequeña tapó los conductos de salida de agua e inundó patios y viviendas en la ciudad cabecera del departamento Las Colonias y la zona.
Fueron apenas cinco minutos, de viento, agua y pedreada que provocaron cortes de energía eléctrica en toda la ciudad. Cerca del mediodía, este servicio comenzaba lentamente a restablecerse tras el trabajo de los empleados de la Empresa Provincial de la Energía (EPE).
Árboles y ramas caídas en toda la ciudad, cortes del cableado en los servicios -eléctrico, telefónico y de cable video- es el resultado de una inclemencia climática, que se desató en esta época de otoño que preanuncia desastres.
De forma inmediata a la tormenta, el sol salió y el clima volvió a ser lo que era cinco minutos antes. En plaza San Martín, el principal paseo de la ciudad, dos árboles cayeron sobre los vehículos de vecinos que realizaban trámites bancarios y personales en el centro de la urbe local.
Todos los pobladores, apenas si alcanzaron a proteger sus rodados bajo techo, con la memoria puesta en el año 2006 y 2007 y el pavor de volver a pasar por la misma triste historia. Mientras ellos trataban de recomponerse, la ciudad retornaba a la vida normal tras el golpe del clima.
En San Vicente piedras de 2,5 cm
Piedras de entre 2 y 2,5 centímetros de diámetro rompieron vidrios y claraboyas en los techos de algunas viviendas y provocaron hundimientos en la carrocería de los automóviles que no alcanzaron a ser puestos a resguardo. El fenómeno también generó trastornos en las calles por la acumulación de hojas y piedras en las bocas de tormenta, que no permitieron el escurrimiento del agua caída. Este fenómeno no se replicó en otras zonas cercanas.
Instantes antes de que se desatara la pedrada, el cielo se ennegreció totalmente en la localidad, e inmediatamente llegó la lluvia acompañada por viento de regular intensidad, hasta que a las 9.10 comenzó a granizar intensamente. El meteoro se extendió por un espacio de 10 minutos.
Como resultado de esta tormenta, el pueblo cambió totalmente su fisonomía por la cantidad de basura esparcida en sus calles y el servicio eléctrico fue interrumpido, en algunos lugares, por el lapso de dos horas, como consecuencia de los innumerables cables de suministro eléctrico que se cortaron.
El mayor daño reportado, por lo menos hasta el mediodía, lo experimentó una empresa metalúrgica, en el límite de la localidad, cuyas chapas de fibra del techo resultaron totalmente destruidas.
No hubo que lamentar desgracias personales y sólo una persona que se trasladaba en moto sufrió diversos moretones en su cuerpo por efecto del golpe de las piedras.
