El diagnóstico de hipoacusia se hace cada vez más tempranamente

Realizaron el primer implante

coclear en el Hospital de Niños

Una prótesis auditiva fue colocada dentro del oído interno de un paciente de 10 años, que presentaba una hipoacusia que iba procesando, motivo por el cual sus audífonos ya no le servían. Ésta le permitirá recuperar la audición.

De la redacción de El Litoral

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A Iván, un nene de 10 años oriundo de Coronda, cuando tenía 2 años y medio se le detectó una hipoacusia en el Servicio de Otorrinolaringología del Hospital de Niños de nuestra ciudad, motivo por el cual se le colocaron audífonos para que pudiera oír mejor.

Sin embargo, con los años su pérdida auditiva fue progresando, al punto de que sus audífonos no tenían el mismo rendimiento que cuando les fueron indicados. Por este motivo, y tras ser sometido a la evaluación de un equipo multidisciplinario de profesionales -integrado por otorrinolaringólogos, fonoaudiólogas, psicopedagogas y psicólogos-, a fines del año pasado se decidió que recibiría un implante coclear para devolverle la audición.

Luego de una serie de gestiones, el sábado pasado, Iván fue sometido a esa cirugía en el Alassia y fue el primer paciente de un hospital público santafesino que pudo acceder a este equipamiento.

“El implante coclear es una prótesis auditiva que se coloca mediante una cirugía dentro del oído interno y que permite recuperar la audición a los chicos que tienen hipoacusias severas o profundas, es decir, sordos”, explicó el Dr. Daniel Gandolfo, otorrinolaringólogo que tuvo a su cargo la cirugía, con la colaboración de su colega Daniel Orfila, del Instituto Fleni de Buenos Aires, con amplia experiencia en este tema.

En este sentido, aclaró que “no es simplemente la cirugía para implantar la prótesis, sino que lleva un proceso antes y después, que se realiza con un trabajo en equipo multidisciplinario, que incluye psicólogos, psicopedagogos y fonoaudiólogas, entre otros”.

Respecto del paciente implantado, mencionó que “fue operado el sábado y al otro día se le dio el alta; pero luego debe hacer los controles quirúrgicos habituales. Cabe aclarar que este paciente había adquirido el lenguaje y todas las destrezas, además de tener una escolaridad normal y no en una escuela especial”.

Al mes de la cirugía -continuó- se le hará el encendido del equipo para esperar que todos los tejidos se desinflamen, de manera de empezar las calibraciones. Luego comenzará otro proceso: empezará a adquirir los códigos auditivos a partir del implante, que es más fácil en chicos que ya tenían audición que en aquellos prelinguales. Esto lleva a un proceso de tratamiento o rehabilitación.

Trabajo en equipo

Por otra parte, Gandolfo recordó que “recientemente nos entregaron un equipo de potenciales evocados auditivos, que ayudará al diagnóstico de estos chicos hipoacúsicos de la manera más temprana posible para poder hacer el tratamiento también precoz. Luego lleva una rehabilitación, es decir, el proceso de entrenamiento para que el paciente pueda desarrollar al máximo todas las habilidades que le dará la audición del implante y mejorar el lenguaje, en el caso de los chicos que todavía no lo tengan (todo depende de la edad).

Destacó que “más allá de la cirugía, que fue importante y es bueno que se empiece a hacer a nivel público, queremos rescatar el concepto de equipo para el tratamiento de estos chicos. Luego de la operación, al paciente se le hace un seguimiento fonoaudiológico, psicológico y psicopedagógico (por su inserción en una escolaridad común)”.

En tanto, admitió que están evaluando dos o tres casos de chicos que son candidatos a estas cirugías por presentar características similares a las de Iván, “pero lleva todo este proceso, además de trámites burocráticos para comprar este equipamiento, que es muy caro”, aclaró, aunque planteó que “el gobierno nacional cubre el costo del equipo a aquellos pacientes sin obra social, pero los que tienen cobertura lo obtienen de ellas. El implante está contemplado como prótesis (al igual que los audífonos) y es parte del tratamiento del niño con hipoacusia y por eso lo cubren”.

Por último, informó que “el equipo trata de tener cubiertas todas las áreas exteriores del paciente para que el tratamiento sea exitoso. Entre ellas está la escuela, que es una gran parte de la vida del chico. También se evalúa que la familia pueda contener y acompañar todo el proceso que viene después de la cirugía. Se trata de que el chico sea lo más auditivo posible. Todo apunta a reinsertarlo en el medio en el que se desarrolla, escolar, social, familiar”.

Realizaron el primer implante coclear en el Hospital de Niños

Un equipo multidisciplinario de profesionales realizó la evaluación previa del paciente y tendrá a su cargo su seguimiento luego de la cirugía.

Foto: Guillermo Di Salvatore.

Equipo multidisciplinario

Los profesionales que están interviniendo en la recuperación de la audición de este tipo de pacientes -a través de los implantes cocleares- son el otorrinolaringólogo Daniel Gandolfo; las fonoaudiólogas Silvia Gandolfo (audiología), Gabriela Rivera, Cintia Beorlegui (rehabilitación del lenguaje y estimulación auditiva) y Belén Vásquez (screening auditivo, primer estudio en los neonatos); la psicopedagoga Adriana Cassani (evaluación de las habilidades y nexo con las escuelas), el psicólogo Luciano Aletti (apoyo psicológico) y la asistente social Marina Chamorro.

También se destaca la importante colaboración de personal de enfermería, secretarios, personal del quirófano y anestesiólogos.

/// EL DATO

Detección precoz

Los implantes cocleares se están realizando a nivel mundial a pacientes cada vez más pequeños, incluso en menores de 1 año, pero siempre se da el tratamiento previo con audífono, según remarcó la Lic. Silvia Gandolfo.

En este sentido, insistió en que “la detección precoz de la hipoacusia en los niños es importante para que no se pierda un tiempo fundamental a la hora de la adquisición del lenguaje, ya que es muy importante tanto para la construcción psíquica como para la de la estructura del aprendizaje”.

Sin embargo, aclaró que “hay bebés que van a funcionar muy bien con audífono y no van a necesitar de un implante coclear. Por eso, la determinación del candidato se hace con todas las especialidades. No todos tienen una hipoacusia por la que necesitan un implante. Si, eventualmente, después de un tiempo cambia esa hipoacusia (se hace más profunda) se empieza a plantear la posibilidad del implante coclear”.