Y vos... ¿en qué andás?
Y vos... ¿en qué andás?
Darío Pignata (*)
EN UN FIAT IDEA ADVENTURE 2007
—¿Lo compraste porque te gusta o fue un negocio?
—En realidad lo venía viendo pero no llegaba con la plata para comprar un 0 km. Pero como uno tiene amigos, me dio una mano José Luis Lamas (por entonces gerente comercial de la concesionaria santafesina de la marca), e hicimos un arreglo y yo me llevé el coche de pruebas con 1.800 kilómetros.
—¿Qué fue lo mejor que te pasó con este auto?
—Hacer los viajes en familia a Brasil. Es un coche ideal para este tipo de viajes porque vamos por el camino de montaña. Además, entra todo lo que necesito: mi mujer, los dos chicos, el perro, el cochecito de la más chiquita y el triciclo del más grande.
—¿Tenés alguna anécdota curiosa?
—En el primer viaje a Brasil, paramos en Lajes, cerca de Florianópolis; el nene tenía dos años y siempre jugaba con la llave del auto que teníamos antes, que no tenía cierre electrónico centralizado. Siguiendo esa costumbre, bajamos y le di la llave para que no llorara en la sillita, en la parte trasera del auto. El nene tocó la llave y se cerraron las puertas, con él y la llave adentro. La copia estaba en el baúl. Le rogaba que apretara el botón de al lado, que destraba las puertas. Fueron los cinco minutos más largos de mi vida. Finalmente ni rompí el vidrio ni busqué un cerrajero porque el nene apretó el botón que tenía que apretar.
—¿Te pasó alguna vez algo que te dieran ganas de quemar el coche?
—En un viaje anterior, le pedí prestado el auto a mi viejo, porque tenía aire acondicionado. Era un VW Polo; le había hecho service completo, estaba nuevo. A mitad de camino, se rompió el juego completo de embrague y nos quedamos dos días varados por eso. Lo quería quemar pero no podía porque era prestado.
—¿Le sos fiel?
—No le doy mucha bolilla. Sólo me preocupo cuando el tablero marca algo extraño.
—¿Lo maltratás?
—Ni lo maltrato ni soy de los que están con la gamuza todo el día encima. Lo cuido lo justo y necesario.
—¿Cuál es el auto de tus sueños?
—Me gustaría tener algo en el mismo formato de crossover, poder mejorar el modelo, pero ningún coche me quita el sueño.
—¿Qué consejo le darías al automovilista de calle?
—Hay que concientizar a los niños para que utilicen el cinturón y en el futuro no hablen por celular cuando conduzcan. Porque la generación nuestra, entre los que me incluyo, parece estar perdida en ese sentido.
(*) Periodista deportivo, comentarista de fútbol de Diario El Litoral.
