Palermo y Riquelme se abrazaron tras el gol del “Titán”
El amor en tiempos de Boca
Boca le ganó a San Lorenzo por 2-0 en un partido correspondiente a la fecha 16 del Torneo Clausura, en la Bombonera, con un pésimo arbitraje de Gabriel Favale.
Redacción de El Litoral
Télam
Los xeneizes justificaron su victoria por los 20 minutos finales del primer tiempo y por algunos pasajes del segundo. San Lorenzo mejoró sustancialmente en la parte complementaria, pero su falta de precisión a la hora de definir, la muy buena actuación de García y los errores de Favale le imposibilitaron aspirar a otro resultado.
Boca amaneció ganando con el impecable cabezazo de Giménez y marcó una diferencia que recién se justificó a partir de los 20 minutos de ese primer tiempo. Hasta ese momento, San Lorenzo había tenido más la pelota. Con Leiva y el “Kily” González construyendo en el medio y Torres apuntalando a un movedizo Gómez. Sin embargo, ese dominio territorial no se veía traducido en situaciones de gol.
Asimismo, Bordagaray aparecía demasiado aislado y los desbordes de Aureliano Torres no tenían peso en el área de Boca, donde Muñoz y Morel Rodríguez no encontraban demasiadas dificultades para despejar cualquier intento.
Los hombres de Pompei hasta allí, sólo llegaban esporádicamente hasta el arco de Migliore, aunque cuando lo hicieron, insinuaron más riesgo que su rival. Pero a partir de la mitad del primer parcial, Boca comenzó a encontrar en Riquelme y Gaitán a dos socios armoniosos, a los que se sumó el batallar de Giménez y la movilidad de Chávez.
De este modo, Migliore le tapó un mano a mano a Chávez contuvo un remate difícil de Giménez y acompañó con la vista un cabezazo de Gaitán, que se fue por poco arriba del travesaño. Del otro lado, no hubo nada que mereciese una anotación.
El pase de Riquelme para el zurdazo de Martín (ya es uno de los goleadores del Clausura, con 9, junto con Boselli y Luna) cerró el 2-0 de Boca a San Lorenzo. Los locales se fue al descanso justificando la ventaja, mostrando un funcionamiento más acorde y dejando a San Lorenzo inmerso en un mar de dudas.
Mejoró... hasta ahí
En el segundo tiempo, Méndez lo puso a Menseguez por un intrascendente Juan Manuel Torres y la modificación le cambió la cara a los azulgranas. García comenzó a agigantar su figura y la defensa xeneize demostró que las correcciones parecían ser permanentes.
A los 20 minutos, Bordagaray se perdió increíblemente el empate y un minuto después fue Giménez el asustó a Migliore.
Pero era San Lorenzo el que presionaba en pos de un empate que empezó a alejarse cuando en un contraataque bien ejecutado entre Riquelme y Chávez, le quedó la posibilidad para que Palermo siguiera sumando goles a la historia.
Era, tal vez, el mejor momento de San Lorenzo y el baldazo de agua fría caló hondo en el ánimo de los de Boedo. Más aún cuando Favale ignoró un claro penal: evidente mano de Gary Medel en el área. El partido, en líneas generales, no fue bueno.




