Marcharán otra vez por el chico asesinado en Villa San José

La madre de Nicolás pide testigos

Redacción de El Litoral

Cuando todavía no se sabe de avances en la investigación policial, dirigida a dar con los asesinos de Nicolás Piedrabuena (16), Guadalupe Lemongi, su madre, no decae en la búsqueda de testigos.

Nicolás cayó fulminado por un balazo que le dio en el pecho la noche del sábado 3, en Alberti al 3600, diez minutos después de que saliera de su casa -en Risso y San Lorenzo- para dirigirse a un cumpleaños de 15.

El adolescente fue golpeado brutalmente en la cabeza, pero murió con una bala incrustada en el pecho, junto al corazón. En una calle oscura y a no más de 350 metros del punto de partida, alguien le cerró el paso y lo mató.

Tras el estampido, algunos vecinos se asomaron a la calle aquella noche y al menos uno de ellos refirió que una motocicleta azul o negra, en la que se conducían dos personas, escapó de la escena.

Ahora Guadalupe Lemongi organiza junto a familiares y amigos una segunda marcha, para pedir a quienes estén en condiciones de aportar un dato o indicio revelador que lo haga cuanto antes en la Justicia.

La mujer repitió lo que ya dijo públicamente en la primera marcha, que el magistrado, Nicolás Falkemberg, ofrezca a los testigos la mayor reserva de identidad y también que escuche a quien esté en condiciones de aportar algún dato, aunque sea en forma anónima.

El punto de concentración será mañana, a partir de las 18.30, en Risso y San Lorenzo. Después Guadalupe caminará con los suyos hasta el lugar del hecho, Alberti al 3600, y finalmente tendrá lugar una concentración en Risso y avenida Facundo Zuviría.

La madre del chico asesinado en barrio San José espera que en ese lugar alguien, algún vecino de Villa Elsa o barrio Transporte, le haga saber de su disposición a colaborar con ella. “Yo trabajo en el tema -dice ella. Me meto en los barrios para aportar algo. No me quedo sentada, de brazos cruzados y sin hacer nada. No puedo olvidar la crueldad que le hicieron a mi hijo”.

Agregó Guadalupe que hasta el momento todas sus “recorridas” fueron en vano. No consiguió nada. Excepto la incredulidad y la impotencia que observa en los chicos del vecindario -“ninguno de ellos puede explicarse por qué le pasó a él, alguien a quien nunca vieron pelear y a quien todos querían”-. La madre de Nicolás Piedrabuena no vio otra cosa en el vecindario.

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Nicolás Piedrabuena, la víctima.

Foto: Archivo