Se lució la delegación de Salta
La Gran Cacharpaya
salteña en Santa Fe
El ámbito donde se realizó -el predio UNL-ATE- predispuso para un encuentro de clima intimista.
Silvia Mugica
Se llevó a cabo el pasado martes en el predio de la Universidad Nacional del Litoral-ATE el espectáculo folclórico “La Gran Cacharpaya - Salta”. La delegación salteña, compuesta por talentosos artistas de nuestro país, se ganó la ovación de los santafesinos y salteños residentes en nuestra provincia.
Si bien el clima jugó una mala pasada y lo que pensaba desarrollarse bajo cielo abierto tuvo que rearmarse en uno de los salones del predio, un marco de público entusiasta tuvo la oportunidad de disfrutar de los artistas invitados para la ocasión. El lugar predisponía a que se viviera el encuentro en un clima de intimidad y de pura peña salteña, como si aquéllas de la tradicional calle Balcarce en Salta, hubieran tomado dominio en territorio santafesino.
Los primeros en llegar fueron los integrantes del grupo Los Ceibales: Edgardo Battaglia, Adrián Fleita, Fabián Córdoba y Luis Schattenhofer con guitarras, bombo y bandoneón y de impecable vestimenta de gauchos, dejaron un puñado de zambas, chacareras y gatos para el gusto de los presentes. Como si fuera poca la entrega del grupo, ya sobre el final de su presentación, los artistas sin valerse de micrófonos se acercaron al público para corear junto a él, reconocidos estribillos de nuestro cancionero popular. Sin dudas, un prometedor comienzo.
Y no hay cacharpaya salteña sin vino ni empanadas, es por eso que ninguno de esos ingredientes faltó en la velada. Mientras la buena música se hacía escuchar, la bebida y la comida acompañaban a la perfección esta hermandad salteña-santafesina.
Enseguida se sumó al encuentro la voz de Gustavo Córdoba, un artista en ascenso que recorre las principales fiestas folclóricas del país y que luego de su paso por el escenario mayor del Festival de Cosquín, siguió cautivando a todos con su talento en tierra santafesina. Temas como “Rosalinda”, “Como arbolito en otoño”, entre otros también incluidos en su material discográfico “Destino de cantor”. Fuerza y calidad interpretativa se pusieron de manifiesto y fueron reconocidos por la concurrencia que alentó al músico a seguir entregando su arte. Parejas de bailarines del ballet salteño Raíces Argentinas aportaron su dulzura y destreza de principio a fin y animaron a los presentes a seguir sus pasos cerca del escenario.
Palmas, coros y bailes
Encargado de la última parte de la Gran Cacharpaya, actuó uno de los finalistas de Operación Triunfo Gabriel Morales. Dueño de una imponente voz que describe y pinta los paisajes más diversos, que va de una zamba romántica a una zamba carpera, de una balada a un gato picarezco, de una chacarera a un tango con la misma facilidad con la que se comunica con su público. El carismático salteño se ganó la atención de la gente con cada uno de los temas elegidos para la noche en una impecable interacción con ellos.
El entusiasmo de la platea nunca decayó, todos acompañaron a los salteños con palmas, con coros, con baile, con esa alegría que se contagiaba de igual manera en todas las edades, ya sea entre los estudiantes que se llegaron desde la ciudad de Esperanza hasta los que jugaron de “locales”. Una noche en la que el duende de la Cacharpaya anduvo haciendo de las suyas y en la que Salta y Santa Fe dejaron en claro la importancia de este intercambio artístico cultural que no hace más que poner bien en alto la música folclórica y valorar nuestros talentos nacionales.




