En la Sociedad Rural de Las Colonias
En la Sociedad Rural de Las Colonias
Esperanza tuvo su vidriera
El evento, que promueve el control lechero como herramienta superadora, convocó a los tamberos del departamento para confirmar la recuperación de los precios al sector.
Federico Aguer
Cerca de 30 expositores, entre los de la propia entidad y los de afuera. Una convocatoria de casi 200 personas en el predio, y unas expectativas como hacía mucho tiempo que no se veía en el predio esperancino.
“El año pasado tal vez había mejor hacienda, pero no teníamos compradores, y ahora tenemos una gran cantidad de compradores y muy buenos precios”, sostiene Hernán Presser, tambero de Manucho. Para él, como para los que adoptaron el control lechero, el evento es un incentivo para adoptar dicho control. “Es algo que la gente no le da importancia como herramienta de trabajo”, agrega Hernán, destacando que este año que la leche y las vaquillonas valen, aquellas que están inscriptas valen mucho más.
Según este joven tambero, este evento muestra todo lo que trabaja la entidad y los productores, ya que el departamento ha mostrado tener muy buenos planteles de animales, merced a esta práctica. “Tal vez por desconocimiento o costos no lo hacen, pero hoy los productores lecheros van tomando conciencia que un tambo es una empresa, y como tal hay que ser eficiente, porque los márgenes son justos para todos por la gran carga impositiva que soportamos”, agrega.
Hoy los niveles de producción deben mejorar por animal, “pero sin control lechero no contás con la información para trabajar, estas en el aire, y tal vez tenés animales que restan en vez de sumar”, agrega.
Ventajas
Para Alecol, el control lechero es una herramienta de trabajo con varias ventajas, entre los que se cuenta el asistir a las entidades asociadas en la organización del servicio y capacitar al personal interviniente, optimizar el manejo regional de información y organizar un banco regional de datos, participar en los órganos oficiales de control de la productividad del ganado lechero y colaborar con organismos oficiales relacionados al sector. Su laboratorio ofrece análisis, muestras, mapeo de sólidos y salud de ubres.
“Hay que estar preparados, demanda tiempo, información, constancia para informar, es como un programa de computación, todo depende de los datos que uno le carga”, explica Presser.
Se estima que en el departamento unos 180 productores lo aplican. “Nosotros hace 30 años que inseminamos y que hacemos control lechero, con lo que tenemos información de 5 generaciones o más de animales”, agrega.
“Estamos muy golpeados, tenemos el precio pero no tenemos la leche, los niveles de producción son bajos, las vacas no alcanzaron a recuperarse del stress hídrico, pero los niveles se van a ir acomodando, aunque no alcanzarán a cubrir el bache de leche que está faltando”, finaliza.
Aporte
Carlos Celaye, de Agroveterinaria Garay, destacó que la idea del evento fue apoyar el desarrollo de estrategias de producción. “Nos acoplamos hace un tiempo a la rural, debido a que se nos ocurrió participar con un premio (una computadora) para el ganador de la mejor vaquillona, el que debe donarla a la escuela rural de su pueblo”, explicó. Para Celaye, el obtener un excelente vaquillona representa el futuro, porque van a ser las próximas lecheras en los años que vienen. A su vez son las que tienen mejor mérito genético del rodeo”, agrega.
Según Celaye, muestran el trabajo acumulado de años para atrás (a través de la madre, la abuela y del semen de alta calidad). Este proceso técnico hace que se requiera de infraestructura y seguimiento para saber dónde van los animales.
“La idea de la empresa desde hace 15 años es desarrollar productos con una mayor carga técnica, y cuanto más técnica generan más cosas tienen más valor, porque queremos que cada vez sea más barato producir un litro de leche”, analiza.
Según Celaye, el negocio del alimento presenta enormes desafíos. “Hay más genética que alimentos para dar, y por eso nos dedicamos al desarrollo de todos estos productos, focalizando el trabajo de laboratorio y de la materia prima de cada campo.
La empresa se basa en la nutrición de animales, estrategias de cría, suplementaciones en novillos o producción a corral. “A su vez estamos trabajando en un línea de aves, logramos hacer que las ponedoras pongan más huevos, y también en mascotas. Eso nos catapultó a la lechería, se ampliaron las materias primas y los controles de calidad con una apuesta fuerte en técnicos en distintas áreas”, finaliza.
Precios
Fueron muy buenos los precios alcanzados en Esperanza. La mejor vaquillona se vendió a $ 11.500 y el promedio (RC) fue de $ 6.500. El promedio general fue de $ 5.300 (105 vaquillonas).
/// el dato
Un lujo. Las vaquillonas reflejaron el trabajo genético y las mejoras que expresa el animal bajo control lechero oficial.
Fotos:Federico Aguer
Equipo. Carlos Celaye y el grupo de Agroveterinartia Garay, junto al premio que se llevaron los Presser.
Ganadores
(RC)Mejor Vaquillona: Miguel Presser (Manucho). Primer mejor dúo y Segundo mejor dúo. Primer premio vaquillonas preservicio: Norberto Strasser (Rincón del Pintado). Segundo premio vaquillonas en servicio: Remigio Nagel (Esperanza). Primer premio terneras: Rubén Gallazo (Candioti). Primer premio a vaca vitalicia: Agustín Sureda (Esperanza). Segundo premio vaca vitalicia: Miguel Presser. Primer premio mejor lactancia vaquillonas: Suc. Alcides Hilguert. Segundo premio: La Ramada SA. Primer premio mejor ránking tambos (tambos mejor posicionados en litros promedio por vaca en control lechero entidad 060 Esperanza): Suc.Alcides Hilguert. Segundo Premio: Delmiro Lozano. Mención especial vaquillonas: Hugo Rivero (Esperanza). y vaquillonas cruza pardo suizo: Germán Fux. Fue jurado Alajendro Miretti.
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