El Senado aprobó por unanimidad el proyecto de Diputados
Santa Fe deroga la llamada
prostitución escandalosa
Tuvo sanción la derogación de tres artículos del Código de Faltas violatorios de la Constitución Provincial y pactos sobre derechos humanos.
Luis Rodrigo
En las barras del Senado se gritó: “Sandra Cabrera: ¡presente!” cuando se sancionó la ley. Una bandera con el rostro de la creadora de Ammar contempló la sesión de la Cámara Alta.
La mujer de Rosario que era llamada de la calle (pero decidió tomar la calle junto a otras prostitutas) es quien impuso el término “meretriz” a los medios de comunicación de la provincia. Murió asesinada el 27 de enero de 2004.
Ayer, por unanimidad, los senadores hicieron ley el proyecto de la Cámara de Diputados que deroga tres artículos del Código de Faltas, entre ellos la figura de la “prostitución escandalosa”, que dejaba librado al arbitrio interpretativo de la Policía su definición.
“Hoy se termina la persecución, y las coimas; nuestras compañeras a partir de ahora van a poder trabajar tranquilas. Y van a poder mantener nuestros hogares en paz”, dijo Claudia Lucero, de la Asociación de Mujeres Meretrices de la Argentina.
Unos minutos antes, la vicegobernadora Griselda Tessio se apartó del reglamento para felicitar a los legisladores por su decisión de terminar con tres artículos del Código de Faltas que violaban la Constitución de la provincia, de la Argentina y los Pactos sobre Derechos Humanos suscriptos por nuestro país.
Contrarreloj
Hace apenas dos semanas, los senadores recibieron del gobernador Hermes Binner la habilitación para el tratamiento del proyecto de ley venido con media sanción de la Cámara Baja.
Si ayer la mayoría justicialista hubiera cambiado una coma al texto que presentó la diputada socialista Lucrecia Aranda (y que sus pares aprobaron a fines de 2009), el proyecto de ley habría ido a parar al archivo.
Fue la última sesión: un jueves más y se perdía el estado parlamentario. A las comisiones del Senado el tema llegó cuando el período ordinario del año pasado se extinguía, mientras se debatían otras cuestiones de peso, como Presupuesto 2010 y la reforma fiscal.
El jefe del bloque del justicialismo, Ricardo Spinozzi, fundamentó la reforma y reclamó un debate a fondo para la actualización del Código de Faltas. (Ver aparte).
“Ultraconocido”
El discurso del radical Rodrigo Borla despertó el aplauso de las mujeres y travestis que poblaron las barras del Senado, cuando nombró a Cabrera. Trazó una encendida defensa de la posición histórica de su sector y advirtió: “El Frente Progresista Cívico y Social nunca dudó” en actuar en favor de terminar con la figura de la “prostitución escandalosa”.
Como luego el jefe del bloque del oficialismo, Juan Carlos Zabalza, el ex intendente de San Justo destacó que el mérito era sobre todo de quienes habían luchado por hacer respetar sus derechos.
Recordó que ahora el Senado votaba un proyecto de ley de Aranda, pero que hace tres años lo mismo hizo la Cámara de Diputados con una iniciativa de Verónica Benas, Alicia Gutiérrez, Aldo Strada y Antonio Riestra (y aquel Senado no lo trató). Y aseguró que el texto en debate -aunque llegado sobre la hora- era “ultraconocido”.
Objeto y persona
José Baucero no votó junto a sus pares del justicialismo en favor de derogar los tres artículos del Código de Faltas. El sanjavierino leyó un texto con su posición, del que se destacan los siguientes párrafos:
“Con absoluta responsabilidad política y profundo compromiso social, debo manifestar en este recinto que no he podido discernir si con la continuidad de estos artículos, que se pretenden derogar, no estamos amparando a quienes lucran con la denominada prostitución VIP”, cuestiona.
“No sé, señora presidente, si al derogar estos artículos no profundizamos el ataque hacia la dignidad de la persona que se prostituye, reducida sólo al placer sexual que se saca de ella. La mujer como objeto de placer, que no es vista como una persona que hay que respetar por el valor que ella lleva implícito en sí misma. ¿No estaremos, señora presidente, bajo el lema de progresismo, volviendo a 3.000 años atrás cuando la prostitución era considerada sagrada y las mujeres eran utilizadas como instrumentos de los hombres para alcanzar el éxtasis divino?”.





