Paritarias

¿Comenzó la carrera salarial?

F.C.

La proximidad de los fastos del Bicentenario redujo, durante la semana pasada, el espacio que los medios dieron a la información económica. Aun así, hubo dos que se abrieron paso. Una, la poco prometedora adhesión al canje de la deuda. La otra, el acuerdo paritario con el gremio de la Alimentación, en el que el se pactó un inesperado 35,2 % de incremento salarial.

Ese porcentaje no era imaginable en el primer trimestre, cuando los reclamos se ubicaban en alrededor de 25 por ciento. En paralelo, se conoció que los trabajadores de los ingenios azucareros obtuvieron 42,8 % de incremento, en tanto el gremio mercantil revisó un acuerdo prácticamente cerrado y ahora trata de obtener una recomposición de por lo menos 30 por ciento.

Pese a que Hugo Moyano, jefe de la CGT, salió al paso diciendo que debe tenerse en cuenta desde qué piso salarial se otorgan los aumentos, y que el porcentaje obtenido en Alimentación no es una referencia para lo que los camioneros pedirán en su momento, el gremio gastronómico (actualmente en conciliación obligatoria) se prepara para reanudar la discusión con un pedido no inferior a 40 % de incremento.

Más allá de las declaraciones de Moyano, lo concreto es que el piso de los reclamos ha cambiado y ahora se mueve entre 35,2 y 42,8 por ciento, cuando aún faltan los acuerdos en grandes gremios referenciales como Sanidad, Camioneros y terminales automotrices, en tanto otros sindicatos con pactos ya cerrados están considerando la reapertura de paritarias.

Efecto inflacionario

En Santa Fe, café por medio, el jueves por la tarde un industrial Pyme argumentaba: “Lo de la Alimentación es un disparate. El acuerdo se cierra en Buenos Aires en una mesa donde están sentadas Nestlé, Arcor, Kraft y Molinos. Las Pymes no van a aguantar un aumento de esta magnitud. ¿Cómo hace un pequeño o mediano fabricante de mermeladas de Coronda para pagar esos aumentos? El gobierno debería salir al cruce, si es que realmente quiere defender las Pymes. De lo contrario, sucederá que las grandes se quedarán con todo el mercado”.

El viernes, y desde otra óptica, Carlos Garrera, presidente de la Federación de Industrias de Santa Fe y vicepresidente Pyme de la UIA, en diálogo con El Litoral exponía: “Si estos aumentos se generalizan, y si incluso algunos sectores piden reapertura de paritarias, estamos ciertamente ante una carrera salarial y una amenaza inflacionaria”.

La advertencia del presidente de Fisfe parte de que en las industrias Pymes, de cualquier rubro, el impacto de los incrementos salariales representan entre 35 y 50 por ciento del costo final del producto manufacturado. “Si comenzamos a hablar de una recomposición salarial generalizada de 35 %, hay un 17,5 % que se trasladará a los precios de venta”.

También opina que los porcentajes de los que ahora se habla exceden en mucho la inflación esperada. “Lo otorgado en Alimentación no encaja con los datos económicos que todos manejamos. Es probable que haya sectores, que están fuera de la CGT, que en la puja sindical interna estén reclamando estos porcentajes como una forma de posicionarse, pero no hay razones económicas para que estos pedidos salariales se generalicen. Sería irresponsable desde el sector obrero entrar en una carrera de este tipo”.

Un dato a tener en cuenta, para entender la mecánica de las paritarias en curso, fue aportado por Sel Consultores días antes de conocerse el incremento en Alimentación. Señala que lo característico de la ronda actual, es que el criterio principal y excluyente de los sindicatos para apoyar sus demandas, es la inflación esperada y no la pasada. No hay casi antecedentes del predominio de este criterio, al menos desde la reanudación de las negociaciones colectivas, afirma la consultora.

El informe de Sel puede consultarse en la versión digital de esta nota http://blogs.ellitoral.com/empresariosyempresas.