La maquinaria agrícola de Santa Fe

quiere crecer en el mercado africano

Un grupo de 13 fábricas santafesinas participaron de la Nampo, la feria agropecuaria más importante de África. La meta es consolidar las exportaciones a Sudáfrica y vender a otros destinos de este continente.

La maquinaria agrícola de Santa Fe quiere crecer en el mercado africano
 

Gastón Neffen (enviado especial)

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En los últimos 6 años, las fábricas de maquinaria agrícola de Santa Fe, que concentra a casi la mitad del “cluster fierrero” nacional, han logrado consolidar un perfil exportador y están vendiendo sembradoras, pulverizadoras, extractoras y embolsadoras de granos a América Latina, Europa del Este, Estados Unidos, Canadá, Australia y desde hace tres años a Sudáfrica, la puerta de entrada al mercado africano.

La semana que pasó, El Litoral -junto a Clarín y La Nación- acompañó a la misión comercial que participó de la “Nampo”, una feria agropecuaria que se realiza en Bothaville (Sudáfrica), 270 kilómetros al sur de Pretoria (la capital administrativa del país). Santa Fe llevó la delegación más importante: 13 empresas; también viajaron 10 firmas de Córdoba y 5 de Buenos Aires. La misión fue organizada por el Inta, Expoagro, la Fundación Export.Ar y la Cámara Argentina de Fabricantes de Maquinaria Agrícola (Cafma).

Los representantes de fábricas como Super Walter, Ombú, Apache, Cayman, Tedeschi, Dolbi y Richiger, entre otras, viajaron a Sudáfrica porque quieren crecer en un país que comienza a interesarse por el paradigma agrícola argentino, sobre todo el sistema de siembra directa y la tecnología para embolsar los granos y guardarlos en silobags, las “bolsas chorizo” en las que ya se guarda el 40 por ciento de la producción nacional de granos.

Hay tres fábricas de Las Parejas que ya hicieron pie en Sudáfrica. Apache vendió 15 sembradoras en un año y medio. Ombú colocó más de 70 tolvas y otros equipos agrícolas en tres años. Y Super Walter cerró operaciones por 6 sembradoras y está buscando un socio local (un importador) para consolidarse en este mercado. El año pasado, las exportaciones de maquinaría agrícola a Sudáfrica superaron los 4 millones de dólares, pero el Inta estima que podrían “estirarse” a 15 millones en los próximos 5 años y colaborar para duplicar las ventas globales (ver “Más exportación, más empleo).

En la Nampo, Juan Carlos Valdano, secretario del Sistema Metalmecánico del gobierno de Santa Fe, le dijo a El Litoral que las características de suelo y clima del país africano, y la cuestión de compartir la misma latitud que Argentina, la convierten en un mercado muy interesante para las fábricas y talleres de la provincia, que están enfocadas en la tecnología de la siembra directa. “Se puede transferir el paquete tecnológico de la siembra directa ya que en Sudáfrica sólo se trabaja con esta técnica el 10 % de la superficie cultivable”, sostiene Valdano. Son 15 millones de hectáreas, la mitad de lo que se siembra en la Argentina.

Algunos testimonios

“Tenemos expectativas, aquí la revolución de la agricultura está comenzando”, plantea Fernando Porcel a cargo del área de comercio exterior de Apache. “Sudáfrica ya es uno de nuestros cinco clientes externos más importantes”, cuenta Danilo Gribaudo, director de comercio internacional de Ombú. “Queremos crecer aquí, nosotros ya adaptamos las sembradoras para que puedan trabajar en el barro y fertilizar a mayor profundidad”, destaca Daniel Scarpeccio de Super Walter.

Alejandro Bertoldi, de comercio exterior de Richiger (fábrica de embolsadoras y extractoras de granos en Sunchales), vino a la Nampo a buscar un importador, un socio estratégico para comercializar sus productos. “Las exportaciones a Australia, Canadá, Estados Unidos, Alemania, Italia y Europa del Este ya representan el 40 % de la facturación de la empresa”, calcula Bertoldi. Lo mismo pretende lograr Sebastián Sánchez de comercio internacional de Cayman, que hace pulverizadoras en Las Parejas. “Nuestro producto aquí es competitivo, pero es clave conseguir un buen importador para resolver el tema logístico y la atención postventa al cliente”, explica Sánchez.

Un caso interesante en África es el Hidráulica Tedesechi de Las Rosas. Marcelo Maldonado (comercio exterior) comenta que vendieron 10 sembradoras pequeñas, de entre 4 y 7 cuerpos de siembra, a Botswana y Zimbawe. “Y estamos trabajando para abrirnos camino en Malawi, Mozambique, Namibia y en la región del Magreb, al norte de África”, adelanta Maldonado.

Para los próximos años, va a ser fundamental sumar más tecnología y valor agregado a la maquinaria argentina, que hoy tiene una muy buena relación precio calidad en comparación con los equipos Europeos y de Estados Unidos. “Es muy probable que en los próximos años, China y la India copien estos diseños y sean productores muy fuertes, por eso es importante profundizar la innovación y el avance tecnológico”, advierte Carlos Braga, del departamento de Comercio Exterior del Cluster Empresarial Cideter de la Maquinaria Agrícola (Cideter).

La Nampo. En 1967, se realizó la primera edición de esta muestra. Se calcula que participan unos 60.000 productores que visitan los más de 650 stands.

Foto: Gastón Neffen

La maquinaria agrícola de Santa Fe quiere crecer en el mercado africano

Maquinaria Made in Santa Fe. Las 13 empresas santafesinas que viajaron a Sudáfrica en el ingreso al pabellón argentino de la exposición.

Más exportación, más empleo

El “cluster fierrero” argentino prácticamente quiere duplicar las exportaciones para el 2015.

El año pasado, las ventas al exterior alcanzaron los 220 millones de dólares (el 30% de la facturación del sector). En cinco años, la meta es superar los 350 millones.

El Ing. Mario Bragachini (Inta Manfredi), que también viajó a Sudáfrica, calcula que este “salto productivo” podría generar unos 5.000 empleos adicionales. Santa Fe se quedaría con la mitad de estos puestos de trabajo por su peso específico en esta agroindustria (el 47% de las fábricas están radicadas en la provincia).

(viene de pág. 6)

Oportunidades y dudas

La conclusión es que en Sudáfrica hay muchas oportunidades pero también algunas dudas. El desarrollo social, político y económico parece incierto. Es un país que por un lado cuenta con infraestructura del primer mundo (matriz energética, rutas y ferrocarriles) y uno de las bancas financieras globales más importantes.

La otra cara de la moneda es la crisis sanitaria (hay más de 5 millones de personas infectadas con HIV, en un país que tiene 48 millones de habitantes), un conflicto social-racial, entre los “boers” (los blancos descendientes de holandeses y alemanes) y la población negra, que no termina de cerrarse. Además, hay una alta tasa de desempleo (más del 25%, sobre todo entre la gente de color) y una fuerte corriente inmigratoria de los países fronterizos

Habrá que ver cómo evoluciona este escenario durante los próximos años. Para las fábricas de Santa Fe, ahora lo importante es seguir abriendo mercados para diversificar los destinos de exportación y consolidar el desarrollo de un sector que está empleando a 40.000 personas en Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires.