Se reabren las cuevas de Altamira

(EFE)

Las cuevas españolas de Altamira, consideradas una de las grandes obras maestras del Paleolítico, serán reabiertas al público a finales de año, con restricciones, tras permanecer ocho años cerradas por problemas de conservación. El Patronato de Altamira decidió por unanimidad que la cueva, situada en Santillana del Mar -en la Comunidad Autónoma de Cantabria, en el norte de España- y que permanecía cerrada al público desde septiembre de 2002, pueda ser visitada de nuevo “con todos los requisitos y garantías para mantener este bien excepcional”.

El Museo de Altamira aprobó también la constitución de un grupo de trabajo que decidirá cuántos visitantes pueden pasar por Altamira y si su presencia perjudica o no al estado de conservación de las pinturas. Ese grupo de trabajo estará constituido por representantes de todos las instituciones y expertos que componen el Patronato de Altamira y tendrá como objetivo fijar un régimen visitas para final de año.

La cueva de Altamira fue declarada en 1985 Patrimonio de la Humanidad y está considerada como la gran obra maestra del Arte Paleolítico, junto a la francesa de Lascaux. Se trata de pinturas de más de 14.000 años de antigüedad.

Con la colaboración del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que ha estudiado el estado de conservación de las pinturas durante los últimos ocho años, establecerá unos límites de visitas que serán revisados periódicamente para garantizar “siempre esa conservación integral de la cueva y su contenido”, explicó González-Sinde. “La voluntad del Patronato es que, con todos los controles que sean necesarios, haya una accesibilidad, aunque sea mínima, a la cueva”, subrayó por su parte presidente de Cantabria.

En 2001, antes del cierre de la cueva, fue inaugurada una réplica que ha recibido a 2,5 millones de visitantes. A finales de año se podrá visitar de nuevo la cueva y el objetivo del presidente de Cantabria es que el primero que la vea sea el presidente de EE.UU., Barak Obama, al que va invitar personalmente.