Dieciséis poetas argentinos

 

Por Nilda Somer

Colección Gama. Conjunto de 16 cuadernillos de poetas argentinos. Editorial CILC, Buenos Aires, 2010. http://editorialcilc.com.ar

La colección Gama presenta una caja o “cofre” con libros de 16 poetas argentinos. Una colección que se presenta por los editores (www.editorialcilc.com.ar) como no casual, “aunque tampoco hay en ella una causalidad, sino un deseo de dar a leer, como conjunto, a una selección de quienes trabajan en la escritura poética desde hace 20 ó 30 años, de alguna manera al margen de modas y políticas de mercado, porque nos preceden, porque nos gustan, porque queremos un proyecto que muestre una gama posible de la poesía argentina, abriendo canales de lectura que nos parecen necesarios”.

Los dieciséis libros de esta Colección Gama -en la que se incluyen dos autores de la ciudad de Santa Fe- comprende:

* “Esta boca es nuestra”, de Juan Carlos Moisés (Chubut, 1954), una revisitación de lugares y personajes de una infancia que surge presente e incontaminada, como el contador de historia que sabe ver la realidad pero no sabe “qué es ponerle la mano encima”.

* Daniel Muxica (Buenos Aires, 1950-2009) en “La conversación” analiza la percepción de los obstáculos y filtros y emboscadas que se entrometen en la imagen, la escritura y la conversación. “Será usted su propio guetto/ y no hay sótano más oscuro/ más húmedo/ más minucioso/ más ninguna parte/ que lo que cada uno dijo”.

* En “Libro de buen amor”, Liliana Lukin (Banfield, Buenos Aires, 1951), retoma algunos poemas de sus libros anteriores y de sus temas queridos: el cuerpo, el deseo, la escritura, la palabra que surge siempre de una materia, hasta “la letra que empaña el aire”. Porque “ la letra entra entera,/ no lo que la lengua quiere/ decir en tanto hiere o adhiere,/ sino la lengua en su poca/ materialidad de madre/ en el parto caliente de la boca...”.

* En “Héroes”, Silvio Mattoni (Córdoba, 1969) canta los heroísmos de un mundo desasosegado y sin dioses: el heroísmo de bañar al bebé, de la dócil fidelidad de un perro, del hijo que “en plena desventaja,/ sin palabras” lucha “contra la invasión médica”.

* Alicia Silva Rey (Quilmes, Buenos Aires, 1950) concentra en “La solitudine” tramas en torno a lo que Walter Benjamin dice en una de las sentencias que figuran como epígrafe, acerca de la facultad que se nos está quitando, “la facultad de intercambiar experiencias”.

* Con recuerdos de infancia, de juventud, de la madre, de los deseos de un kiosco (“seré/ el necesario dios/ de la vereda”), en “Átomos”, Alejandro Schmidt (Córdoba, 1955) reúne poemas inéditos y otros de distintos conjuntos publicados.

* La despedida, el recuerdo y el rencor reflexivo hacia una ciudad vista como un ready made es el centro de “Cuando salí de La Plata”, de Mario Arteca (La Plata, 1960).

* Susana Szwarc (Chaco, 1954, reside en Buenos Aires) en “Aves de paso” apunta hacia los intervalos que parecen a la vez detener y agitar la Historia: el golpe de viento que vuela el sombrero, el balde contra el agua, el terrón de azúcar guardado en la boca.

*Un aire beat, de la poesía beatnik y de sus epígonos, resuena en “Tendedero”, de María Teresa Andruetto (Córdoba, 1954), con sus homenajes y referencias a los prestigiosos antihéroes del underground: Patti Smith, Robert Mapplethorpe o Jony Mitchell.

*En “La indefensión”, Reynaldo Jiménez (Lima, Perú, 1959. Desde 1963, vive en la Argentina) radiografía los movimientos de echarse al día, a las “voces en fiebre de lentitud”, profetizando que “algo saldrá del escondrijo reflejo,/ ya sin nombre furtivo fuego tarde”.

* “Hacer la de Elvis”, de Graciela Cros (residente en Bariloche desde 1971) habla de los sueños y pesares de geishas y otras damas varias, incluida la que ejercita “el Arte del Polígrafo”.

*En “Cuerpos de palabras”, Concepción Bertone (Rosario) presenta una selección de sus libros “Citas” y “Aria da capo”, y algunos poemas inéditos..

*De Leonor García Hernando (Tucumán, 1955-Buenos Aires, 2001) se publican poemas de honda tribulación, bajo el título de “La enagua cuelga de un clavo en la pared”: “Nadie quiere a nadie. Sólo sombras líquidas se mueven en el aire sucio./ La pasión es la altura y la enfermedad”.

* “La bruta bruz”, de Laura Klein (Buenos Aires, 1958) presenta una selección de algunos poemas de libros de la autora y un poema titulado “El poema de la leche”.

* El santafesino Roberto Aguirre Molina, en “Coman”, reúne textos que hablan de la pasión, el amor, la escritura y la pintura. “Y sea hermosa esta página cuando me toques”. La luz y su altura es la voz última, el hambre última, entre “amar, otra manera de quedarse callado” y la nada que “se inunda de vocablos”.

* Y el también santafesino Enrique Butti, conocido como narrador, reúne en “Caperucita Roja y otros” algunos poemas que se cierran con una serie de “antífonas”, poemas de tres versos en los cuales el primero y el tercero son idénticos: “En instantes así sucede todo/ Como en el que estos versos lees/ En instantes así sucede todo”.

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“Kerze”, de Gerhard Richter.

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“Meditación”, de René Magritte.