Conquistaron el tercer título consecutivo

Invencibles Baby Blacks

Arrasaron a los Baby Wallabies y se coronaron campeones mundiales de la categoría Menores de 20 años. Julian Savea fue elegido el mejor rugbier del torneo.

César Miño

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Con una producción que por momentos alcanzó niveles de excelencia, Nueva Zelanda derrotó a Australia por 62 a 17, coronándose por tercer año consecutivo campeón del IRB Junior World Championship, que en esta versión 2010, se desarrolló íntegramente en la Región Litoral de la República Argentina.

Como presagiando la notable superioridad impuesta en el grueso del desarrollo, los Baby Blacks llegaron por primera vez al ingoal australiano, cuando apenas se habían disputado los 45 segundos posteriores al kick-off.

De allí en más, y pese al efímero descuento de los Baby Wallabies a través de un penal, la marea negra arrasó con los diferentes aspectos del juego, minimizando el accionar de un adversario que hasta ese momento, había sido una de las atracciones de la competición.

Arrasando en las formaciones, los neozelandeses manejaron únicamente pelotas de alta calidad, lo que obviamente facilitó las innumerables incursiones ofensivas; y más aún, como si esto fuese poco, tampoco faltaron intercepciones como la que derivó en el espectacular tercer ensayo, nacido de las sapientes manos del capitán y apertura Tyler Bleyendaal, desde un posición defensiva casi extrema.

Desde allí, Nueva Zelanda construyó un try que tuvo todos los condimentos que se pueden esperar de una conquista multifacética, construída y finalizada con una perfecta conjunción de backs, forwards, velocidad, precisión y, fundamentalmente, convicción en las propias virtudes.

Con semejante diferencia a favor, los Baby Blacks se tomaron respiro, sin descuidar la solidez defensiva y sin dejar de aprovechar cada ocasión propicia para sumar, por ejemplo, a través de la vía de kicks a los postes.

Estuvo de más...

Tras el 25 a 3 del parcial, más una simple lectura de lo acontecido en los cuarenta minutos iniciales, estaba por demás de claro que el complemento no modificaría el destino final del partido.

Por ende no extrañaron las nuevas conquistas, ni tampoco esa especie de “respiro” provocado por la sensación de que el partido estaba liquidado.

Esto, más los minutos de acomodamiento que siempre requieren las modificaciones múltiples, propendieron a que los Baby Wallabies sumaran un par de ensayos que parecieron “decorarían” el resultado, para transformarlo en más digno.

Sin embargo, bastó que surgieran un par de ocasiones propicias, para que esa especie de “tsunami ataviado de negro” consiguiera expandir aún más las cifras, hasta colocarlas en un estamento literalmente impropio de una definición de esta envergadura.

Y más aún, cuando el derrotado había sido uno de los equipos que mayor admiración había despertado en una competición que inexorablemente se direcciona hacia un destino cada vez más trascendente.

Julian Savea.

El winger de Nueva Zelanda, autor de 8 ensayos durante el torneo, fue elegido el Mejor Rugbier Junior 2010. Prevaleció ante las candidaturas del apertura y capitán de los Baby Blacks, Tyler Bleyendaal; el centro australiano Robbie Coleman y el argentino Ignacio Rodríguez Muedra.

Foto: Gentileza IRB