Frente a una débil Honduras
La furia de España fue una caricia ante la red
Mereció ganar por goleada y se conformó con un mezquino 2 a 0. El viernes se van a sacar los ojos con los chilenos. Un partido de “campanillas” es el que se jugará en Pretoria.
Enrique Cruz (h)
(Enviado Especial a Johannesburgo)
¡Qué zona la de Chile, España y Suiza! Parece mentira, pero Chile se puede quedar afuera, aun siendo uno de los pocos equipos que ganó los dos partidos que jugó. Es el “karma” que parece acompañar a Bielsa en los mundiales. De todos modos, de los tres resultados posibles, hay dos que a los sudamericanos los favorecen (ganar y empatar) en el encuentro que jugará con los españoles, el viernes en Pretoria.
Anoche vimos a España. Uno no sabe hasta qué punto se podrá lamentar la cantidad casi inconcebible, sideral, de situaciones desperdiciadas por el equipo de Del Bosque. Fue muy sincero Rueda cuando dijo que España le hizo precio a Honduras. Porque fue así. El partido debió terminar con, al menos, cuatro goles de diferencia. Un penal malogrado por una de las grandes figuras del partido (David Villa) y las ocasiones desperdiciadas hicieron que los españoles “sólo” ganaran por dos goles de diferencia ante una tibia formación hondureña.
Hacía 28 años que Honduras no jugaba un Mundial. Y se observa en la inexperiencia, en la falta total de jerarquía de sus jugadores, en los errores inconcebibles que cometen y en la falta de astucia para ir a buscar el partido.
España salió a atacar con tres delanteros; paró a Xabi de enganche, soltó permanentemente a Sergio Ramos por derecha y atacó en todo momento. Sabía que Honduras no podía lastimarla. No tenía con qué. Ni adentro, a través de sus jugadores, ni tampoco afuera, donde un técnico extremadamente cauteloso jugó a no perder y casi cae por goleada.
Con esa falta de oposición que tuvo España, todo se le hizo accesible al equipo de Del Bosque, uno de los que se encontró con una pared inmensa llamada Suiza, en la primera fecha, que le ganó y lo devolvió a un estado casi virginal.
Si el “Niño” Torres hubiese tenido una noche más certera, España habría ganado por goleada, tal como unas horas antes lo había logrado Portugal ante la débil Corea del Norte, que hacía un poco más que Honduras (44 años) que no disputaba una Copa del Mundo.
Esa falta de nivel para afrontar un certamen de estas características hizo que España se agrandara. Fue muy bueno lo de Xabi -uno se imagina una sociedad trascendente con Iniesta en el armado del juego-, Fábregas casi mete el tercero en la primera pelota que tocó cuando Del Bosque lo puso por Xabi, Navas se cansó de desbordar por el sector derecho y David Villa hizo estragos por izquierda, redondeando un gran partido a pesar del penal que tiró afuera.
Uno tiene la impresión de que España puede arrimar. Habrá que ver de qué manera le toca el fixture si es que se clasifica. Pero, como para hacerlo tiene que derrotar a Chile, la sensación que a uno le queda es que el equipo de Del Bosque puede ser uno de los que arranque con toda la furia en la segunda parte del torneo, a partir de los octavos de final.
Sin dudas que este grupo se ha transformado en el “grupo de la muerte” de este torneo. Y que alguna sorpresa se puede dar. Suiza tiene la clasificación servida a pesar de la derrota con Chile, porque seguramente le ganará y bien a Honduras. Los que se van a “sacar los ojos” son Chile y España. Bielsa y Del Bosque son dos técnicos ofensivos, abiertos, agresivos. Tengo la impresión de que se verá un gran partido, el viernes, en Pretoria. Decisivo para los dos. Y con pronóstico absolutamente reservado.





