Una ciudad futbolera que quiere a Argentina
La calidez recibió a la Selección
Polokwane, la sede emplazada en el norte de Sudáfrica, conoce bien al conjunto albiceleste. “Messi” y “Maradona” son las palabras elegidas por sus ciudadanos para referir al elenco nacional.
Redacción El Litoral
Agencia DyN/Télam
La selección de Diego Maradona vivió el calor de la gente local desde que llegó a la ciudad de Polokwane, en el nordeste de Sudáfrica, donde Argentina enfrentaba a Grecia por el grupo B de la Copa del Mundo.
La localidad más futbolera del país sudafricano demostró su gran amor por el deporte de la redonda con una recepción muy cálida para el plantel argentino, a su llegada al hotel Garden Court, en medio de gritos de aliento, bailes y el infaltable sonido de las vuvuzelas.
Fue la primera vez que el equipo de Diego Maradona pasó la noche fuera del búnker de Pretoria, y el resultado fue un poco caótico, debido a las expectativas que despierta la celeste y blanca donde va.
Aliento
Los jugadores bajaron del ómnibus que los trasladó desde Pretoria en la puerta del hotel con custodia policial porque los esperaban decenas de hinchas que se acercaron a saludarlos. Uno a uno, comenzando por Clemente y pasando por Maradona, Messi y Tevez (que fueron los más aclamados), los jugadores pasaron por un pasillo de gente improvisado que los conducía al ascensor que los llevaría a sus habitaciones.
En la puerta del hotel, un hincha argentino llamado Sebastián y dos amigos suyos desplegaron una bandera con el lema “Creo en Dios”, en la que van descontando los partidos que quedan para llegar a la final.
Hinchas
Lucas, del barrio porteño de Núñez, viajó a Sudáfrica junto a cinco amigos y confía en que la Selección va a hacer un buen papel, aunque cree que la situación puede complicarse en defensa cuando el equipo tenga que enfrenar a combinados más fuertes.
En el hotel estaban, además, Nicolás, Adrián, Ariel, Jonathan, Juan, Sole y Fredy, un grupo de Palermo que había llegado a Polokwane unas horas antes y esperaba ansioso la llegada de Maradona y sus jugadores. En medio de la espera, Moke, un sudafricano que llevaba la camiseta albiceleste, no paraba de reclamar a Messi y preguntaba si va a jugar. Según este muchacho, la gente de Polokwane es muy amante del fútbol y todos apoyan a Argentina, a quien iban a alentar con sus vuvuzelas.
A su lado, Mary-Jane, también sudafricana, cantaba la formación de Argentina a la perfección, y afirmaba: “Si Messi está, no hay problemas”. Sin embargo, el que la vuelve loca es Diego. “I love Maradona”, repetía sin cesar. Por último, vaticinó que “Messi va a hacer un hat-trick”.
De Mozambique
En la previa a la llegada del Seleccionado, los sudafricanos locales con la camiseta celeste y blanca jugaban al metegol en el lobby del hotel contra un grupo de chicos de Mozambique, que también llevaban los colores argentinos. “Nos gusta mucho Messi y vamos a alentar a Argentina”, explicó Muhamed, quien viajó especialmente para ver a la selección de Maradona desde una ciudad de Mozambique cercana de la frontera con Sudáfrica. Él y su amigo Joseph no son los únicos, asegura: “Varios chicos de Mozambique van a estar junto a Argentina”, dijo.
Mucha gente
Maradona fue el último en bajar del micro y al parecer no le gustó nada la multitud que copaba el hall del hotel. Más de veinte fornidos policías hicieron un cordón dentro del lobby, donde ni siquiera dejaron pasar a los clientes a sus habitaciones. En medio de una ciudad que empezaba a apagar las luces de los negocios y yacía en la chatura dentro del Garden Court Hotel era todo alboroto susurrado en varios idiomas con el predominio del castellano. Los encargados de seguridad del Seleccionado impusieron algunas indicaciones para colocar la barrera de hombres que deberán permanecer hasta que el plantel deje Polokwane, esta noche tras el partido.




