Crecen las importaciones

Se achica el superávit comercial y desafía al modelo económico

El tipo de cambio controlado por el BCRA es un “ancla” contra la inflación, pero achica márgenes de exportación. Y el incentivo al consumo hace crecer importaciones mientras se encarece la producción nacional.

Se achica el superávit comercial y desafía al modelo económico

Los contenedores traen más de lo que se llevan. Las exportaciones a granel sostienen los números, pero no son las que más quiere el gobierno

Foto: archivo El Litoral

 

De la redacción de El Litoral

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DyN

La expansión del PBI y la aceleración de la inflación incentivaron en lo que va del año el alza de las importaciones, en tanto las exportaciones crecen a menor ritmo, con lo cual se estima que para fin de año el superávit comercial acumulará una caída mayor al 30 por ciento frente al del 2009, advirtió la consultora Economía y Regiones.

Asimismo, afirmó que debido a la aceleración del aumento de precios y a las expectativas de inflación que han formado los agentes económicos durante los últimos meses, el gobierno “ha perdido la capacidad de utilizar la política cambiaria como fuente de competitividad y protección a la producción local”. “Por el contrario, el tipo de cambio nominal funciona hoy en día como ancla anti-inflacionaria. En otras palabras, el gobierno no está en condiciones de mejorar la competitividad del tipo de cambio porque los efectos de una devaluación se verían inmediatamente compensados por el incremento de los costos internos, haciendo que la depreciación real sea nula”, planteó.

El informe sostuvo que la inflación creciente tiende a apreciar el tipo de cambio real, lo cual “termina por abaratar el precio de las importaciones, desprotegiendo a la producción nacional”.

Según explicó, la diferencia a favor del crecimiento de las importaciones estaría reflejando el dinamismo de la industria, de la construcción y del transporte, que -dadas las especificidades técnicas de cada función de producción- se ven obligados a incrementar la demanda de insumos importados, para aumentar la oferta de bienes.

En jaque

A su vez, señaló que la fuerte suba de las importaciones “amenaza con cortar el círculo virtuoso existente entre la entrada de dólares y la expansión del producto”, poniendo en jaque uno de los principales motores del crecimiento económico: el superávit comercial.

En este sentido, proyectó que para fin de año el superávit comercial acumule una caída mayor al 30 por ciento comparado al de 2009, lo que significaría unos 5.000 millones de dólares menos aproximadamente.

Además, indicó que la retracción del precio de los commodities, producto de la crisis europea, contribuiría a achicar el superávit del intercambio comercial.

La consultora remarcó que Argentina enfrentó recurrentemente a lo largo de la historia una situación de crecimiento económico en un contexto inflacionario, con demanda creciente de bienes e insumos importados, lo cual engendraba -en las fases contractivas del ciclo- caídas del nivel de actividad con crisis de las balanza de pago y comercial, y “la única solución viable, pero con un costo elevadísimo para la gente, era la devaluación”.

“Para crecer en forma genuina y sin inflación elevada es necesario expandir la frontera de posibilidades de producción, tanto de productos finales como de bienes intermedios e insumos; y eliminar los cuellos de botella ampliando la inversión con un plan estratégico a mediano y largo plazo, con reglas del juego claras que se mantengan en el tiempo”, concluyó.


Incapacidad

El informe de Economía y Regiones consideró que el problema de fondo “parece ser la incapacidad de la economía argentina de sustituir los bienes que importa por producción nacional. Los cuellos de botella de la esfera productiva de sectores estratégicos como el energético y el de transporte, la falta de inversión genuina destinada a industrias de base y la capacidad instalada saturada incentivan la demanda de bienes externos que, además, se tornan relativamente más baratos” por el tipo de cambio controlado.

/// EL DATO

A Brasil en busca de la conciliación

Los ministros de Economía, Amado Boudou, y de Industria, Débora Giorgi, se reunirán este jueves en Brasil con sus pares de Hacienda, Guido Mantega, y de Desarrollo, Miguel Jorge, para analizar la situación comercial bilateral.

Así lo confirmaron fuentes de la cartera de Industria, las que informaron que todavía resta determinar la ciudad en donde se llevará la reunión. El encuentro surgió del encuentro que mantuvieron a fines de mayo en Río de Janeiro los presidentes de Argentina, Cristina Fernández de Kichner, y de Brasil, Luiz Inácio da Silva, en el marco de reclamos de industriales brasileños por la eventual aplicación de restricciones a las importaciones de alimentos provenientes del vecino país.

La reunión tendrá como escenario la fuerte recuperación de la economía brasileña, que en el primer trimestre de este año mostraba cifras del orden del 9 por ciento, que permite augurar un buen desempeño para las exportaciones de las empresas argentinas.

No obstante, persiste la crítica brasileña a las recomendaciones del secretario de Comercio argentino para que las cadenas comerciales minoristas eviten importar alimentos, una medida que roza algunos negocios del país vecino y que despertó fuerte quejas de los empresarios paulistas.

“Nuestro objetivo es trabajar en medidas que nos permitan reequilibrar el desarrollo industrial de ambos países y equiparar la balanza comercial, que por ahora resulta desfavorable para Argentina”, dijo la ministra Giorgi, hace un par de semanas cuando se comenzó a gestionar el encuentro.

Sobre todo, en el gobierno argentino se tiene en cuenta que en los primeros cinco meses de este año recobró fuerza la tendencia importadora argentina desde Brasil, lo cual provocó un desbalance en la relación comercial en favor del país vecino. La Secretaría de Comercio Exterior de Brasil (Secex) indicó que en lo que va del año el saldo comercial resultó negativo para Argentina en 920 millones de dólares.