Duro informe de la Coordinadora de Trabajo Carcelario

Hacinamiento y violencia: azotes

constantes de la vida en la cárcel

Los detalles sobre cada lugar de detención son preocupantes. La opinión de la ONG, que visita con asiduidad cárceles y comisarías con presos, es que queda mucho por mejorar.

De la redacción de El Litoral

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La Coordinadora de Trabajo Carcelario (CTC) ha elegido describir los casos de presos que reciben un trato injustificable. Menciona las iniciales de sus nombres para mostrar las falencias del sistema penal de la provincia, respecto de las condiciones en que se encuentran los detenidos y en especial sobre la atención médica ante una urgencia.

El informe contiene una lista de 12 muertos -con sus nombres y apellidos- en lo que va del año: 3 presos se ahorcaron (en comisarías), 4 fallecieron luego de sufrir heridas cortantes (provocadas por otros detenidos) y otros 4 debido a enfermedades. El caso restante fue descripto como “caída de un techo”.

Estas cifras “no están completas porque la información oficial no llega o llega tarde, falta confirmar un caso de ahorcamiento en una comisaría ocurrido en febrero de 2010 y otro caso de muerte en Las Flores”, subraya la CTC, que advierte que no hay estadísticas sobre heridos por armas cortopunzantes que no tienen un desenlace fatal, pero señala: “En este momento hay al menos tres internos hospitalizados”.

La organización dice que se violan los derechos humanos de las personas privadas de la libertad. Y agrega: “Hay en ello responsabilidades de los funcionarios políticos y del Poder Judicial que no controla el cumplimiento de la ley en los lugares de encierro”.

“Por acción u omisión de los tres poderes del Estado tenemos que lamentar en la provincia varias muertes e incontables heridos, así como casos de apremios ilegales y deficiencia en la atención de salud. No funcionan con eficiencia los organismos de control, la Comisión de Seguimiento que creó el Dr. Daniel Erbetta, miembro de la Corte tampoco funciona; la Secretaría de Derechos Humanos está ausente lo mismo que la Defensoría del Pueblo e intervienen esporádicamente en algún hecho puntual”, asegura el informe, cuyos tramos más importantes se sintetizan a continuación.

En Santa Fe

Alcaidía: el pabellón B es “un depósito de personas, donde los presos permanecen sin ninguna actividad en condiciones lamentables: comida escasa y en muchos casos en mal estado. Falta de higiene, humedad y falta de agua. Hay enfermos de tuberculosis.

Alcaidía de Mujeres: con 39 internas, la capacidad está sobrepasada. Duermen 4 en cada celda pequeña, donde hay tres camas. Inodoros tapados, duchas rotas, comida escasa a veces en estado de putrefacción. No se les provee elementos de limpieza ni de aseo personal, la atención de salud es muy deficiente y la mayoría de los casos nula.

Las Flores: problemas de infraestructura ciertamente graves, lugares sin ventanas, sin las mínimas condiciones de habitabilidad, también se generan demandas que no son atendidas como corresponde. En el verano estuvieron varios días sin agua, hacía meses que se venía reclamando, se consiguió que se normalice el servicio a partir de que el hecho tomara estado público.

Tanto en Coronda como en Las Flores las requisas son vejatorias y los internos son obligados a desnudarse , agacharse mirando hacia la pared mientras los guardias hacen comentarios relacionados a esa posición.

Coronda

Coronda: los internos reclaman colchones, frazadas y ventanas, el frío que hace es insoportable. En la mesa de diálogo se hicieron reclamos en ese sentido que se reiteran todos los años y todos los años se dice lo mismo, que se hizo una licitación, también se hace difícil el acceso a los lugares de trabajo, la escuela, biblioteca o informática.

El espacio de ciudad interna se hizo cerrado cuando siempre fue un lugar abierto, quienes trabajan allí deben llamar al guardia hasta para ir al baño.

Obstáculo

“El avance de los pabellones evangélicos constituye un verdadero obstáculo para la progresividad de la pena, ya que son los líderes de los pabellones los que deciden a quién dejar entrar o sacar del pabellón. Asimismo, en Coronda se le dio a los evangélicos el pabellón 2 uno de los más grandes en cuanto a capacidad, y los internos que habitaban ese pabellón llamado de conducta, fueron distribuidos en otros pabellones perdiendo los derechos que habían adquirido ya que contaban con buena conducta. Y siguen existiendo las celdas y los pabellones de castigo, donde se agravan las condiciones de detención hasta el punto de subsistir en condiciones infrahumanas. Esto se repite en todas las unidades penitenciarias”.

Hacinamiento y violencia: azotes constantes de la vida en la cárcel

El trabajo de la ONG da cuenta de la muerte de 12 internos en lo que va del año en unidades penitenciarias y comisarías.

Foto: Guillermo Di Salvatore

4

muertos hubo en las cárceles santafesinas en lo que va de 2010 debido a heridas cortantes.

3

suicidios por ahorcamiento se registraron en lo que va del año: todos en dependencias policiales.

Masacre

En su informe, la Coordinadora de Trabajo Carcelario recuerda que el Ejecutivo provincial aún no ha resuelto dos asuntos serios: reglamentar la ley 24.660 de 24.660 (de Ejecución de la Pena Privativa de la Libertad) y la resolución del sumario de la llamada “masacre de Coronda” (en abril de 2005).

/// EL DATO