A propósito del acueducto que la provincia impulsa para el noroeste

Tomar agua del río Dulce

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El acueducto que propone la provincia para el noroeste, es el único que no toma agua del Paraná, sino de este río, el Dulce, aquí en territorio santiagueño, donde está ampliamente “intervenido”.

Foto: Archivo El Litoral

 

Eloy Rodríguez

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El ministro de Aguas, Servicios Públicos y Medio Ambiente, Antonio Ciancio, informó sobre el acuerdo con la provincia de Santiago del Estero para la construcción de un acueducto con toma en el río Dulce, antes de que éste desemboque en la laguna Mar Chiquita, que lleve agua a las ciudades de Ceres, Tostado y otras localidades cercanas, precisando que quedará en manos del Consejo Federal de Inversiones (CFI) el anteproyecto para convocar a la licitación correspondiente, definiéndose la traza y el costo de construcción. Como parte de una estrategia con financiamiento internacional, el gobernador Binner propuso su ejecución a un Fondo Kuwaití.

La construcción de este acueducto no es compartida por diversas organizaciones y especialistas hídricos de la zona, quienes argumentan que este río está muy intervenido por Santiago del Estero y que posee escasa agua en invierno.

El río Dulce nace bajo el nombre de Grande, Tala o Candelaria, en las Cumbres Calchaquíes (Salta), a 5.500 metros de altura, tiene una longitud de 812 km., ingresa a la provincia de Tucumán con el nombre de Salí, forma el Embalse El Cadillal, en el límite sureste con Santiago del Estero recibe el nombre de río Hondo y se denomina Dulce en el interior santiagueño, donde cruza trece departamentos, abarca una superficie de 14.130 km2 y atraviesa las salinas de Ambargasta. Su cuenca incluye 89.936 kilómetros cuadrados, con un caudal medio de 80 m3/s e involucra a las provincias de Santiago del Estero, Catamarca, Córdoba, Salta y Tucumán.

Es un río “endorreico”, o de “drenaje interno”, es decir no tiene salida superficial por ríos hacia el mar y cualquier lluvia que caiga permanece “estancada” hasta la infiltración o evaporación favoreciendo la concentración de sales. Por el régimen de precipitaciones tiene su máximo caudal en el verano y su nivel más bajo (estiaje) en el invierno.

Sobre la contaminación

El Dulce divide la capital del departamento Banda y se une al río Salado a través de un “by pass” construido en Jumes-Esquina. Al sur de Santiago se divide en dos “riachos” (Saladillo y Río Viejo), dispersándose por bajos de muy poca profundidad. Involucra tres subsistemas: el río propiamente dicho, canales menores y bañados e inundaciones. Su curso está sometido a la contaminación minera de metales pesados que van a parar a las escombreras de estéril y “diques de colas” (poderosos contaminantes) por la extracción de oro, cobre, plata, molibdeno y uranio.

Además en su curso vuelcan el bagazo y los agroquímicos los ingenios y empresas citrícolas apostadas en el lugar, problemática que, en agosto de 2006, causó un conflicto entre Tucumán y Santiago del Estero.

En enero de 2008 la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación junto a las cinco provincias involucradas, proyectó un “plan de recuperación ambiental en la cuenca Salí-Dulce” con un financiamiento de 4,7 millones aportados por las provincias; 145 millones por los ingenios ubicados sobre la cuenca y 30 millones por las empresas citrícolas.

“La contaminación está probada y aceptada por gobernantes y funcionarios de las provincias afectadas, ocasionada por frigoríficos, citrícolas, plantas de celulosa y papeleras, entre otras, que arrojan sus despojos industriales sin tratamiento a canales y arroyos que desembocan en el río Dulce”, dice el periodista especializado Javier Rodríguez Pardo.

También, el curso es aprovechado por Santiago del Estero para el riego por inundación de más de 100 mil hectáreas.

Asimismo, durante su recorrido pierde mucho caudal por evaporación, infiltración subterránea y acciones antrópicas, destacándose la construcción del embalse de río Hondo y el dique Los Quiroga. Este dique, que está ubicado cerca de Santiago capital, comprende una matriz y red de canales menores, un muro de hormigón armado de 390 m de longitud y 7 m de altura, un terraplén de tierra de 1,2 km y 32 compuertas. Está erigido muy cerca de donde funciona una central hidroeléctrica.

El escaso tributo del Dulce a la laguna Mar Chiquita, en agosto de 2009, fue una de las causantes de una” nube de sal”, que el viento norte suspendió desde Villa María (Córdoba) hasta Añatuya (Santiago del Estero), originadas por las grandes playas de barro y sal ante la falta de flujo continuo.

Tanto el valle de inundación como el delta del río Dulce y la laguna Mar Chiquita son uno de los 19 sitios Ramsar de la Argentina.

Se debiera informar sobre el estado ambiental de la cuenca, si dieron su consentimiento para la construcción de esta obra Tucumán, Salta, Catamarca y Córdoba, además de Santiago del Estero, y sobre la constante cantidad y calidad de agua que puede brindar un acueducto con toma en el río Dulce.