Volvió a prevalecer en el clásico
Con la impronta de la eficiencia

Agustín Bruzzone a punto de caer, ante el asedio de Francisco Benavídes, Fernando Adelia y Leandro Moleón.
Foto: Luis Cetraro.Santa Fe Rugby Club se fortaleció desde el aprovechamiento de las opciones propicias que tuvo para marcar, ante un adversario que acumuló más méritos que puntos.
César Miño

Con una producción inmersa en altibajos y oportunismos, Santa Fe Rugby Club venció al Club Universitario de Santa Fe por 24 a 10, en otro de los cotejos correspondientes a la tercera fecha de la zona Campeonato del Regional del Litoral 2010, disputado ayer en Sauce Viejo.
Al intentar visualizar la clave de lo acontecido a lo largo de los cambiantes ochenta minutos de juego, es dable señalar que la característica principal fue la diversidad de capacidad emergente de la manera en que ambos resolvieron sus situaciones más propicias.
La etapa inicial
Santa Fe Rugby comenzó con la autoridad que surge del simple hecho de haber conquistado su primer ensayo antes del primer minuto de juego, tras una acción impregnada de precisión y vértigo, lo que permitió presagiar un desarrollo mucho más atrapante de lo que finalmente resultó.
Conmocionado por una desventaja nacida desde los albores del juego, Universitario se vio superado territorialmente en el tramo inicial, por lo que debió limitarse a defender, denotando una plausible disciplina que acotó sensiblemente la cantidad de infracciones, con todo el beneficio que esto siempre reporta.
De este modo, no sólo comenzó a controlar el insinuante aluvión de su anfitrión, sino que se fue “acomodando” al desarrollo, transformándose en un protagonista con tanta preponderancia como su clásico adversario. Más aún, cuando desde una pelota recuperada transformó su primera ocasión propicia en el try del descuento, que sumado a los primeros yerros en la búsqueda de los postes, hicieron posible que el parcial se cerrara con un escueto 7 a 5 en favor del equipo local.
El complemento
En la segunda etapa, cobraron forma las circunstancias que no hacen más que ratificar lo que recurrentemente expresamos: el límite entre el éxito y la derrota es casi imperceptible en este sector del torneo, por lo que no aprovechar las posibilidades, generalmente se paga demasiado caro.
Como ayer le pasó a Universitario, que pese a disponer de una apetecible cantidad de posibilidades para sumar (consideradas factibles, marró no menos de tres penales y una conversión; además de desperdiciar dos acciones con evidente destino de ingoal), no sólo perdió, sino que lo hizo por cifras que asoman exageradas, atendiendo al trámite del encuentro.
Como contrapartida, Santa Fe Rugby solidificó su valioso éxito a través del oportunismo surgido de la innegable capacidad de sus integrantes, quienes fueron lo suficientemente aptos como para “liquidar el pleito” a través de dos ensayos consecutivos, antes de promediar el segundo tiempo.
De allí en más, pese a que su rival nunca bajó los brazos y que inclusive debió jugar hasta con dos hombres menos (tarjetas amarillas a Diego Colli y a Fernando Adelia, que finalmente fue expulsado por doble sin bin) quedó en evidencia que sería cuasi imposible torcer el destino final de un partido que, sin demasiadas luces, entregó condimentos que al menos permiten catalogarlo como interesante.
“Ganamos un partido clave”





