La singular sensibilidad de Rosa Renk

El crítico Domingo Sahda presentó recientemente un nuevo número de su serie de fascículos, en este caso dedicado a la consagrada artista plástica Rosa Renk.

La singular sensibilidad de Rosa Renk

“La mujer y el caballo”


 

De la redacción de El Litoral

Para el profesor Domingo Sahda, un estudioso permanente de la obra de los artistas plásticos de la región, Rosa Renk, esencialmente grabadora, viene trabajando y exponiendo desde 1966, con una actitud deliberada de exploración acerca de las posibilidades expresivas del grabado. Sus obras nos remiten a la “estampa” en su más acabada acepción, tanto desde lo fáctico como desde lo expresamente icónico.

Sin caer en especulaciones semánticas o conceptuales, podríamos arriesgar -sigue Sahda- el término “estilo” en las obras de Renk, siempre remitiéndonos a la trayectoria de esta excelente grabadora que manifiesta una muy particular y propia arquitecturación del espacio, interpretando la profundidad como una muy acotada superposición de planos. El dramatismo exacerbado y angustioso en las piezas xilográficas de Rosa Renk en sus primeros años, con trabajos blanco-negro que le valieron el respeto a su condición de artista plástica, ha virado hacia un contenido más melancólico en general. La temática que aborda en estos trabajos, todos de un alto nivel plástico, ronda el acontecer femenino; sus idas y venidas, provocaciones y deseos contenidos que entrecruzan el ofrecimiento con la tristeza resignada de la mirada, verdadero sello en todos los grabados expuestos.

Los trabajos que expone Renk son muy buenos grabados. No pretenden cuestionar ni revolucionar las artes plásticas en general. Son la aplomada expresión de una testigo fiel de su tiempo que reflexiona sin estridencias, en voz baja, sobre lo que ve y le importa decir, al margen de las modas y las corrientes.

Contenido trascendente

La singular sensibilidad de Rosa Renk

El Prof. Domingo Sahda en la presentación de su nueva obra.

Foto: Flavio Raina

Con relación a una exposición realizada en el Museo de Artes y Artesanías de Santo Tomé de obras de la artista, Sahda sostuvo que si bien los doce trabajos que se exhiben y han sido visto anteriormente en salones e individualmente de la expositora, el conjunto sirve para ubicar con mayor especificidad su quehacer de los últimos años.

Renk desarrolla un mundo de imágenes graves. Sus figuras poseen un trascendente contenido que no fluye sólo de los rostros angustiados, de las actitudes dramáticas, de los gestos soledosos, sino también -y primordialmente- de la atmósfera toda en que esas figuras son ubicadas. Es un clima presagioso, hondo de tintas que sólo dejan transparentar ciertas luces, casi en sordina. Pero, a la vez, es un mundo esperanzado, dentro de la quietud y del silencio. Quizás por eso, en sus composiciones de sereno equilibrio la artista ensambla repetidamente un mismo rostro, o invierte una figura sobre su perfil, creando de tal manera una cierta “secuencia de infinito”. En varias oportunidades se ha valorado su incisión temperamental, tanto como su limpio poder de síntesis. Sus xilografías son así vigorosas dentro de la serenidad, requiriendo muy pocas veces penetrar en lo literario para alcanzar interés expresivo. En cambio, cierto juego lineal dentro de las especulaciones del círculo (“Traspasando la dimensión” y “Dos rostros en el círculo) o de cuadrado (“Mosaico Nº 4”) le permiten ahondar en el ritmo y alcanzar una sugerente fantasía visual.

Rosa Renk posee una singular sensibilidad para identificarla dentro del grabado. Hace varios años, en una muestra de trabajos de fin de curso de la Escuela Municipal de Diseño y Artes Visuales, sus grabados concitaron un naciente interés. Que hoy avalan no sólo sus numerosas recompensas (una de las becas otorgadas en el Salón de la provincia), sino también conjuntos como éste, en el que planteos como los titulados “Encuentro” y “La última espera”, hablan de su madurez realizativa.

Formas y colores

La singular sensibilidad de Rosa Renk

“Paisaje, mujer y mariposa”

En otra oportunidad y en relación con la experiencia muy feliz realizada por Renk en la escuela Nº 2012 especial para niños sordomudos en enero de 1968, la artista visitó El Litoral para realizar una nota. Si bien la vocación de esta joven y meritoria artista santafesina -se escribió en nuestras páginas- fue siempre la de enseñar a quienes como ella, estaban limitados parcialmente en los procesos fono-auditivos, recién este año, luego de algunos reemplazos preliminares, pudo concretarla.

Es realmente admirable, desde ahí, oírle describir a sus alumnos, cuyas edades oscilan de tres a veinte años. El proceso de la enseñanza artística, del dibujo, el modelado, la pintura, el grabado, el “collage” y otras artes aplicadas se cumple dentro de una respuesta fervorosa, singularmente intensa, en estos niños sordomudos. Pareciera que las formas y los colores despiertan en ellos un sentido ingénito de expresión, desarrollando entonces verdaderas creaciones cuyo análisis valorativo no sólo sorprende, sino que hasta a veces deslumbra.

Pigmentos, papel, arcilla han sido los materiales necesarios para que, desde hace seis años, naciera un nuevo lenguaje en la escuela Nº 2012. Rosa Renk afirma que el mundo de las formas y de los colores transforma a esas criaturas de una manera realmente emocionante. Porque aquí no sólo encuentra solaz, entretenimiento y medio de aplicación de aptitudes manuales y sensitivas, sino que aprenden a desarrollar dormidas inquietudes creadoras, dentro de un plano de incontrovertible pureza.

Así, advierte nuestra visitante que, desde los más niños, el color nace a las formas en gradaciones y oposiciones de admirables balances ópticos. Y precisamente esos ejemplos de elocuencia ejercitiva y creadora, fueron expuestos recientemente, con motivo del Día de la Higiene Bucal, en el hall de la galería Juan de Garay. Allí, cartones de distintos alumnos, rindieron prueba pública de sus gracias y de su armonía, de su grávido contenido de belleza.

Rosa Renk habla de sus alumnos, de la escuela en la que ha dejado con amor largas horas de trabajo, y su rostro se transforma. Prodigándose como se prodiga en esos niños, pareciera estar reviviendo su largo aprendizaje artístico. También pareciera querer devolver a la sociedad -con fe de futuro- lo que la sociedad posibilitó a sus aspiraciones, a su serena e inquebrantable voluntad. Hoy, ella misma es una realidad: el primer premio de grabado de la Sociedad de Artistas Plásticos Santafesinos, obtenido este año, y la incansable y fructífera labor desarrollada en la escuela especial para niños sordomudos, así lo atestiguan.

“El gesto esencial”

En febrero de este año, el mismo Prof. Domingo Sahda escribió que “la tensa mirada que nos mira preguntándonos acerca de lo innombrable, de aquello que obsede y nos corroe, son el signo distintivo de la obra gráfica, de las xilografías de Rosa Renk, creadora santafesina cuyas realizaciones en el plano del papel ocupan un lugar propio, logrado a puro trabajo y talento”.

Su obra enriquece el horizonte cultural de la región, otorgándole al mismo una faceta plástica de inconfundible y calificado registro expresivo.

Rigurosa en el trazo que marca sin dubitaciones el filo de la gubia dejando huellas palpitantes, haciendo de la plancha matriz un mapa expresivo de la condición humana del entorno, la artista construye un ensayo icónico cuya protagonista esencial es “la mujer”, ésa que rehusa ser una imagen totémica a la moda para devenir en ser esencial, generador de preguntas, dador de respuestas. Desde la plancha matriz de contenida fuerza su discurso vuela al mundo haciendo innecesarias las palabras. Son imágenes que nos hablan desde sí mismas, son testigos del tiempo.

En el comienzo de su trayectoria artística, jugando a puro contraste de luces y sombras, entre blancos agredidos y negros sombríos aparecen las imágenes tensas; son ruedas que giran hacia la nada arrastrando en su girar columnas humanas agobiadas por la conciencia de existir, de ser testigos mudos del trajinar humano. Más luego, con idéntica intensidad aparecen frentes y perfiles femeninos cuya elegante indolencia no basta para ocultar la gris melancolía que proyectan los gestos, los cuerpos que emergen del plano cromático por varias tintas.

Rosa Renk explora dentro de sí y crea escenas de sostenida calidad plástica. La policromía, en gesto atrevido y sin traicionar el ancestral oficio propio de la estampa define escenas; imágenes quietas en su silencio intemporal, melancólicos escenarios incorporadas de una vez y para siempre al arte santafesino contemporáneo. Un saber decir y un saber hacer sin trampas, fiel a sí misma, fiel a la expresión propia del arte del plano, enriquece por derecho propio la cultura visual de la región. Es, sin dudas, una creadora santafesina que lanza su proclama de forma, luz y color sin aturdirse, embargando nuestra conciencia con la poesía de sus imágenes.

Creadores Santafesinos

La singular sensibilidad de Rosa Renk

“El desfile”

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“Rostros 4x1”

Fotos: Gentileza Creadores Santafesinos