El camino de la Roja rumbo a su primera conquista mundial

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España cayó en el partido inicial con Suiza, luego se recuperó y mejoró su juego hasta consagrarse campeón del mundo.

Redacción de El Litoral

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EFE

La Selección de España escribió en el Mundial de Sudáfrica 2010 la página más brillante de su historia, en un camino a la gloria que inició dando la sorpresa, por su derrota ante Suiza en el estreno, que ayudó a afrontar como final cada encuentro para encontrar por último el estilo de brillantez que lo hizo campeón de Europa y ahora le permite dominar el mundo futbolístico.

Llegaba a la gran cita como el principal favorito, junto a Brasil, y el comienzo de España en el Mundial hizo desviar la atención. Los 23 elegidos por Vicente Del Bosque se dieron cuenta en Durban, ante Suiza, que a ningún partido lo ganarían por diferencia de calidad. Los rivales los tenían bien estudiados. Los esperaban planteamientos defensivos, marcajes individuales, estrategias cuyo principal objetivo eran hacer desaparecer la magia de la Roja.

Y Suiza bordó su papel. En un buen partido de España, acabó conduciéndola a los mismos errores que lo dejaron fuera de la final en la Copa Confederaciones. Se cumplía un año de la última derrota, ante Estados Unidos, y volvían a caer en la misma trampa. Un gol a la contra fue un castigo excesivo a la Roja, que remató en 24 ocasiones y no marcó un solo gol (0-1).

El panorama cambiaba. En el Grupo H, que a priori no debía deparar sufrimiento, el inesperado resultado del estreno convertía en finales los duelos con Honduras y Chile. La ansiedad crecía. La crítica señalaba a Sergio Busquets como a uno de los culpables en el campo, y a Del Bosque se lo acusaba de tocar el estilo del éxito.

De entre toda la crítica hubo una que traspasó barreras y dolió en el “cuartel general” de España. Fue la del ex seleccionador, Luis Aragonés, el ideólogo del estilo del toque. Un perfecto conocedor del grupo. Al cuerpo técnico y a miembros de la Federación no les gustaron palabras con tintes de venganza.

Reaccionó España ante Honduras. Triunfo práctico, 2-0, sin brillo, basado en la pegada de David Villa, autor de los dos tantos, en un encuentro en el que Busquets dio su primera exhibición para silenciar a sus detractores y perfilarse como la pieza fundamental que ha sido en todo el Mundial. Aparecieron el carácter y el compromiso a la hora de la verdad. Cuando Del Bosque realizó un movimiento de personalidad al dar la titularidad a Jesús Navas.

La recuperación de los europeos se confirmó en un encuentro repleto de tensión, ante Chile (2-1). Villa confirmó su dulce estado y Andrés Iniesta reapareció a un gran nivel. España aprendió a sufrir y, favorecida por una expulsión, terminó enmendando su error del inicio del campeonato y acabó líder de grupo. Portugal esperaba en octavos de final.

Triunfo o despedida

Fue el duelo ibérico el primer momento en el que España sacó a relucir sus verdaderas señas de identidad. Basándose en toques, fulminó a los portugueses, sacó a relucir la peor cara de Cristiano Ronaldo y fue decisiva la irrupción de un futbolista que llegaba con papel de secundario, Fernando Llorente. Sustituyó a Fernando Torres en un nuevo gesto de gran entrenador de Del Bosque. Entonces se modificó el guión, cuando, en vez de hacer el cambio habitual y dar entrada a Cesc, apostó por el delantero de altura que fijó a los centrales para que se aprovechara Villa, autor de un nuevo gol decisivo.

España había fulminado el miedo al fracaso. Se había quitado los nervios de encima y comenzaba a mostrar que a la “generación de oro” nada la frenaría.

Paraguay en cuartos fue tan duro como esperaban. Llegó la hora del capitán, el salvador Iker Casillas tenía una parada guardada para un momento decisivo. Salvó un penal y La Roja acabó ganando 1-0 por insistencia. Cómo no, gol de Villa.

Con el objetivo cumplido, llegó a semifinales, para muchos la final anticipada: España-Alemania, la reedición de la final de la Eurocopa.

La situación parecía distinta de entonces. España había pasado con apuros y Alemania llegaba lanzada después de golear a Argentina por un contundente 4-0.

Pero en el partido, disputado en Durban, quedó claro que España era de nuevo mejor. El cuadro de Vicente Del Bosque disputó su mejor encuentro y se metió en la final con un testazo de Carles Puyol a la salida de un córner, aunque tuvo ocasiones para haber vencido por más diferencia.

Y en la final, se encontró con el otro equipo que había dejado mejores sensaciones, Holanda, el único conjunto que conocía por victorias todos sus encuentros.

Ganó el mejor

El fútbol tenía una deuda contraída con las dos selecciones, pero en la final España fue superior, su apuesta fue más “honesta”, más futbolera, más ofensiva, ya que la de los Tulipanes fue demasiado agresiva.

Holanda tuvo la opción de llevarse la final en dos acciones de Arjen Robben, pero lo evitó “San” Casillas. No fue la mejor España, ahogada por las faltas y las interrupciones de los “naranjas”, y cuando el partido agonizaba, en la prórroga llegó el “Iniestazo”, el gol de fe de Andrés Iniesta, que había sido “cosido” durante el partido y demostró una vez más su magia para llevar a la gloria a España.

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Del miedo escénico al mayor anhelo

España tuvo dificultades con Suiza, a tal punto que perdió 1-0 y su continuidad en Sudáfrica estaba en duda. Pero de a poco se recuperó, evolucionó partido a partido y alcanzó el máximo galardón a nivel selecciones.

Fotos: EFE

Rojo el “8”

La Selección de España, que venció a Holanda por 1-0 en la final del Mundial de Sudáfrica, ha sido la que menos goles ha necesitado (8) para conquistar la Copa del Mundo.

Hasta ayer, los dos equipos que habían obtenido la Copa del Mundo de la forma más “económica” habían sido Inglaterra en 1966 y Brasil en 1994, con once tantos en ambos casos.

Otras estadísticas de la final Holanda-España: Iker Casillas es el tercer portero que capitanea al equipo campeón del mundo. Antes lo fueron los italianos Giampiero Combi (1934) y Dino Zoff (1982).

Holanda es el único equipo que ha jugado tres finales y las ha perdido todas. Antes fracasó contra dos anfitriones: Alemania en 1974 y Argentina en 1978.

Además, la final Holanda-España es la cuarta que se ha resuelto en la prórroga. Antes ocurrió en 1934, 1966 y 1978.

El gol de Andrés Iniesta fue el número 70 de las finales de la Copa del Mundo.

Antes del título mundial, España había logrado el Mundial Sub 20 en 1999 (con Casillas, Marchena y Xabi), el Olímpico en Barcelona 1992 y dos Mundiales de Fútbol Sala (2000 y 2004).

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