En el Senado de la Nación

Intentarán introducir

cambios al proyecto de boda entre homosexuales

Lo propone la UCR para evitar que si se rechaza la media sanción la comunidad homosexual se quede sin ninguna norma. El gobierno consiguió el voto de una nueva senadora y achica la diferencia.

Mario Fiori/El Litoral

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CMI

Hoy es un día decisivo para el proyecto de ley de matrimonio entre personas del mismo sexo. Los presidentes de los bloques del Senado se reunirán a partir de las 18, en la comisión de Labor Parlamentaria para definir el tratamiento que tendrá la iniciativa que tiene media sanción de Diputados.

La incógnita está en saber si mañana miércoles, en la sesión, los legisladores deberán expresarse por el apoyo o el rechazo al casamiento entre homosexuales o si le podrán hacer cambios a la norma para, así, darle a la Cámara Baja la última palabra a fin de que insista en su sanción original. Esta última alternativa la impulsa parte de la UCR para evitar la posibilidad de que el Senado rechace la boda gay y la comunidad homosexual se quede desamparada.

El tema no es menor. El presidente del bloque de Senadores K, Miguel Pichetto, impugnó un dictamen de la comisión de Legislación General que propone la unión civil para personas del mismo sexo. El argumento es que dicha iniciativa se impulsa por fuera del expediente que proviene de la Cámara Baja con el solo objeto de transformar al Senado en Cámara de origen y no hacerla cumplir su rol de Cámara revisora.

La movida, promovida por la senadora Liliana Negre de Alonso (Peronismo Federal, San Luis), que milita en las filas del Opus Dei, apunta a que si se cae el proyecto de matrimonio entre homosexuales en el Senado, la Cámara Baja no pueda insistir ya que debe pasar un año para que el Congreso pueda legislar sobre un tema que fue rechazado. Así, la comunidad homosexual se quedaría sin ninguna ley que la ampare.

Un nuevo dictamen

Ante esta posibilidad, los 4 senadores de la UCR que están de acuerdo con el casamiento gay -Gerardo Morales, Ernesto Sanz, Nito Artaza y Alfredo Martínez- se pusieron a trabajar en un nuevo dictamen para hacerle pequeñas modificaciones a lo que sancionó Diputados. El objetivo es conseguir el aval de la mayoría de los senadores, aprobar los cambios y pasarle la pelota a la Cámara Baja, donde se especula que se insistirá en lo que se aprobó el 5 de mayo y se sancionará definitivamente la boda homosexual.

Pero estos 4 radicales deben conseguir hoy en Labor Parlamentaria el visto bueno de la mayoría de las bancadas. “Se intentará explicar que se corre el riesgo de jugar a todo -casamiento- o nada, y la comunidad homosexual podría quedarse sin una ley”, anticipó un asesor de Sanz.

En un escenario que se vuelve cada vez más tenso, los soldados del matrimonio presidencial consiguieron ayer que una senadora de La Rioja, a quien se computaba como una de las detractoras del proyecto, anticipara que votará a favor, aunque no esté de acuerdo por completo. “Voy a ayudar a mi provincia”, dijo Teresita Quintela.

Optimismo

Desde las huestes de Pichetto son optimistas y creen que podrán dar vuelta una votación que en principio es favorable a rechazar la boda homosexual. Hay, por ahora, 31 senadores dispuestos a votar por el “Sí” y 39 por el “No”. Pero de este último grupo, dos están en China con la presidenta, dos más podrían faltar (Carlos Menem y Luis Viana) y hay cinco indecisos que definirán la votación. “Está muy parejo, por eso creemos que podemos llegar al número necesario”, dijo un vocero de la bancada K. La presión a los senadores no proviene sólo del gobierno nacional. Hoy, los laicos de la Iglesia Católica y los pastores evangélicos propusieron marchas en todo el país para rechazar la ley. La concentración será a las 18.30 frente al Congreso bajo el lema “Los niños tienen derecho a tener una mamá y un papá”, ya que la principal objeción es a que las parejas gays puedan adoptar menores.

Debate en el judaísmo

El debate por el matrimonio homosexual dividió las aguas entre rabinos de la colectividad judía en Argentina.

Samuel Levin, uno de los principales referentes de la ortodoxia judía argentina, se indignó por el respaldo brindado a la igualdad de derechos para los homosexuales por Daniel Goldman, de la comunidad Bet-El.

En declaraciones a la Agencia Judía de Noticias (AJN), Levin afirmó que Goldman “no representa al judaísmo” y está “falsificando el título de rabino. “No puede llamarse así alguien que cree que lo que dice la Torá no es verdad, ni a alguien que no cree en Dios, o que no cree que Dios nos haya dado una Biblia, ni en los milagros que vivió el pueblo de Israel”.

“Esta ley la veo como un desastre para la familia, estamos en una comunidad bastante sana, tenemos que preocuparnos para que no la vayan a destruir porque, insisto, esta ley es una destrucción total de la familia”, subrayó Levin.

El rabino ortodoxo insistió en que a Goldman “habría que encarcelarlo, o al menos juzgarlo”. En ese sentido, consideró que Goldman, en lugar de rabino “tendría que ser llamado líder o dirigente”, ya que, dijo, “rabino es sólo el que transmite las leyes dictaminadas en el Monte Sinaí”.

Goldman había afirmado que “el matrimonio gay tiene que ser legalizado”, ya que “los estudios realizados sobre padres tanto gays como lesbianas que han adoptado niños, indican que la dinámica familiar no es muy distintas a la de los matrimonios heterosexuales”.

Goldman fundamentó su apoyo al matrimonio gay “basado esencialmente en la concepción del rabino Mordejai Kaplan, que entendía que toda ley debía ser sometida a una interpretación evolutiva, que va acompañada tanto de los nuevos aportes científicos como de las reales necesidades sociales”.

No obstante, contradictoriamente Levin advirtió que sería “terrible” que el proyecto en debate se aprobara, ya que “es anormal que un chico sea adoptado por dos personas enfermas”.

En tanto, el director de Jabad Lubavitch Argentina, el rabino Tzvi Grunblatt, se pronunció en contra de la iniciativa y destacó que en las leyes judías “no hay lugar para el matrimonio homosexual” y que “de acuerdo al judaísmo, es una situación que puede ser superada trabajándola profesionalmente. Esta postura no implica bajo ningún concepto que hay que expulsar o discriminar (al homosexual), sino que por el contrario, hay que ayudar al individuo a superar la tendencia y no convalidar algo que si Dios en la Torá lo ve como incorrecto, es porque no es bueno para las personas”, expresó Grunblatt.