Lo único cierto es que tiene un técnico que irá al frente y que tiene aspiraciones...

El proyecto de Unión es el de cambiar todo el equipo

El proyecto de Unión ES el de cambiar todo el equipo

El “Changuito” Cárdenas habla y sus compañeros escuchan. Si Kudelka juega con línea de tres, Correa-Avendaño-Cárdenas sería una alternativa válida, aunque Correa, por culpa de la tendinitis, difícilmente esté en condiciones para el arranque.

Foto: Pablo Aguirre

De la formación de Alí a ésta, de Kudelka, el cambio es casi total. Habrá que tener paciencia.

 

Enrique Cruz (h)

Estando en Pretoria, el presidente de Unión, Luis Spahn, confió a El Litoral que, si hubiese sido por él, no habría visto con malos ojos la continuidad de Alí. No obstante, la decisión dirigencial, cuando todavía no había terminado el torneo, fue la de prescindir de los servicios de varios jugadores que habían formado parte de la estructura titular del equipo. De la defensa titular, Vera se fue a Tigre y Cardozo dejó el club; el mediocampo entero hoy no está (Donnet, Calgaro, Saucedo y el “Coqui” Torres), ni tampoco los delanteros que eran titulares para el Turco Alí: Cólzera y Guerra. Luego, el tiempo les fue dando titularidades a jugadores que al principio no estaban en los planes, como ocurrió con el “Gringo” Maidana o con Lucas Pratto, quien tampoco está. Pero la realidad indica que la decisión dirigencial fue la de limpiar el plantel y sólo Limia, Correa y, supongamos, Maidana y “Tarrito” Pérez, sobreviven de aquella formación que tenía el Turco como estable.

También admitió Spahn que a todos los seducía la posibilidad de reinsertar a Darío Kudelka en el club. Kudelka no es un improvisado. Conoció a Unión en situaciones límite. Trabajó en inferiores y dirigió a la Primera. El mejor aval lo sigue dando el “Mago” Capria, quien reiteró en Sudáfrica las declaraciones que siempre formuló respecto de Kudelka. “Lo mejor que hizo Unión fue contratar nuevamente a Kudelka”, señaló el “Mago”, en medio del fervor mundialista.

Un equipo nuevo

La llegada de once refuerzos más los dos que está reclamando el técnico convierten a Unión en un verdadero mosaico. Está claro que, de estas supuestas 13 nuevas caras que tendrá el plantel tatengue, hay algunos jugadores que no llegaron por pedido expreso del entrenador. Esto, de todos modos, no es algo que sorprende. Pasó, pasa y seguirá pasando, en todos los tiempos, con todas las dirigencias y con cualquier entrenador. Probablemente, alguna vez, esto se termine cuando decididamente se lleve adelante un proyecto que apunte a jerarquizar de verdad a las inferiores y a nutrirse en serio de los jugadores del club. Ésta no fue la idea, por lo visto, para esta temporada.

El hecho de haber armado un equipo nuevo trae, irremediablemente, una primera conclusión: hay que tener paciencia y esperar hasta que se arme. Por lo pronto, conocer al entrenador nos permite sacar algunas conclusiones respecto de qué buscará Kudelka. Se sabe que es un técnico que pregona un juego atildado y ofensivo. Pensar en un Unión de toque, tenencia de pelota, un enganche y dos delanteros más volantes que lleguen (Velázquez es un buen ejemplo en este aspecto) no es algo descabellado, conociendo la concepción futbolera de su técnico. Pero debe, ante todo, armar el equipo. Y en eso está compenetrado Kudelka.

Por lo pronto, le juega a favor el tiempo. En esto, han sido rápidos los dirigentes a la hora de traerle los refuerzos. Pero esa rapidez se contrasta con la vuelta de hoja abrupta que se le dio al proyecto futbolístico.

El mentado tema de los pibes

Muchas veces se dijo, a través de este diario y en estas columnas, que en Unión se deben un debate amplio y sincero respecto de qué hacer con el fútbol. Es posible que el vértigo competitivo, por un lado, y las exigencias que aumentan en cada cierre de torneo e inicio del siguiente con el club en el ascenso no permitan que esto se lleve adelante de la manera adecuada. “¿Qué querés que hagamos?, ¿que le digamos a la gente que nos espere dos o tres años hasta que los pibes maduren? ¿Y, si pasado ese tiempo, nos encontramos con que no “les dio el cuero’ para conseguir el objetivo del ascenso?”, comentan quienes se encuentran en un punto intransigente respecto de las dudas que plantea el “largo plazo” en un Unión que, desde el 2003, se pasea con mucha pena y muy pocas posibilidades de protagonismo por este torneo de ascenso.

A veces, esa desesperación -o ansiedad o lo que fuere- lleva a que pasen cosas que son poco entendibles y hasta suenan ilógicas en Unión. La más clara de todas, lo que ocurrió con Luis Ojeda. “No puede atajar más en Unión, hay murmullo cada vez que la pelota va al área”, se decía. Fue cedido a Argentinos Juniors y se buscó un arquero de experiencia (la antítesis de Ojeda) para reemplazarlo (por Limia). Y Ojeda fue el arquero de Argentinos en la etapa final de su brillante consagración en el último torneo de Primera División.

Menos mal que algunos consiguen sobrevivir a esas presiones, como por ejemplo sucede con el pibe Maidana y ojalá mantengan algún buen nivel de rendimiento Montero, Alexis Fernández, Barisone, Pérez, etcétera, para que no se sigan diluyendo algunas promesas o, lo que es peor, que se tengan que ir para triunfar en otras instituciones e, inclusive, en un nivel competitivo más importante, como ocurrió, por caso, con Córdoba.

El punto exacto

Así están planteadas las cosas en Unión, aunque hay algo que venimos diciendo desde hace tiempo y representa una cruda realidad: Unión está dependiendo hoy del aporte de los dirigentes. Lo dice Spahn y no caben dudas. Por más que las dirigencias (ésta, la anterior sin Vega y la otra con Vega) se estén esmerando por acomodar los números, el club sigue siendo deficitario.

Sólo hay una manera de solucionarlo y es ascendiendo. La diferencia entre lo que un club recibe por jugar el ascenso y lo que se asegura por jugar en Primera, hoy, es muy grande. Casi 5 a 1. Y por más que también crezcan los gastos y se manejen otros valores en el sueldo de los jugadores, se puede elaborar una buena planilla sin que se necesite apelar al bolsillo de los directivos.

Esta situación, al margen del reclamo que se hace totalmente entendible de parte de la gente, acrecienta el nivel de ansiedades y exigencias. Y se transforma en un verdadero y peligroso globo que termina estallando y provocando la desintegración de las ilusiones y hasta de los planteles. Es una mezcla complicada, hasta explosiva. Y en medio de este cuadro de situación se manejan los dirigentes, que se desesperan por conseguir rápidamente los objetivos, que absorben ese nivel de compromiso y de reclamos de parte de la gente. Todo un tema.

 

/// EL DATO

A viajar

El fixture de Unión lo obliga a realizar muchos viajes largos (que serán casi todos en micro) durante la primera rueda. En la segunda parte de la temporada, el Tate la tendrá un poco más aliviada (irá a Paraná, los dos viajes a Rosario y dos a Córdoba). Es cierto que le tocará el más largo de todos en la última parte de la temporada (ante la CAI), pero convengamos que es el único viaje asegurado en avión y que no ofrece la dificultad de otros, como Mendoza, San Juan o Jujuy.

El proyecto de Unión ES el de cambiar todo el equipo

El “Cuqui” Márquez, después de su paso por el Argentino, se esfuerza por una segunda oportunidad que le cambie el destino en Unión. Fue titular con Quiroga en el partido del jueves ante Independiente Rivadavia.

Foto: Pablo Aguirre

Palcos y plateas

La comisión directiva del Club Atlético Unión comunica a sus asociados que se abre el período de renovación de palcos y plateas para la temporada 2010-2011. Podrán renovar estas butacas aquellos plateístas que el torneo anterior tenían dichas ubicaciones. Los precios y modalidades de pago son los que se detallan a continuación.

Palcos y plateas anuales: palcos y techadas, $ 950 en efectivo; $ 1.045 con cheques o tarjetas en seis pagos. Laterales, $ 700 y $ 770, respectivamente. Redonda alta, $ 550 y $ 605. Redonda baja, $ 450 y $ 495.

En el caso de adquirir esas ubicaciones por el semestre, los valores serán los siguientes: palcos y techadas, $ 570 (efectivo o tarjeta de débito), $ 627 en cheques o tarjetas seis pagos y $ 684 en tarjetas 12 pagos. Laterales, $ 420, $ 462 y $ 504, respectivamente. Redonda alta, $ 330, $ 363 y $ 396. Redonda baja, $ 270, $ 297 y $ 324.

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Kudelka grita mientras “Tarrito” Pérez se prepara para sacar un lateral. El defensor es uno de los pocos sobrevivientes del anterior plantel. El cambio es importante y habrá que tener paciencia.

Foto: Pablo Aguirre