Mientras negocia el nuevo contrato, salió a defender su postura

Pelota de gol de Román

Riquelme, el “10” de Boca quiere firmar por cuatro años más con el club del cual es hincha.

Redacción de El Litoral

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DyN

El talentoso armador Juan Román Riquelme enfatizó anoche que si evitó escuchar las propuestas de otros clubes eso ocurrió porque es “bostero” y se quiere quedar en Boca. “Como soy bostero no atiendo a nadie. No atiendo a nadie porque me quiero quedar acá”, sentenció Riquelme, en declaraciones para Fox Sports-Radio Del Plata.

A lo largo de la extensa nota, el enganche precisó que desde hace dos meses, Boca le propuso renovar el contrato por tres temporadas, que en la Argentina sólo piensa jugar para los xeneizes y opinó que si los dirigentes hubieran querido el tema tendría que estar solucionado, como mínimo, desde hace sesenta días. “No hay que confundir a la gente. Boca siempre ofreció tres años y yo siempre quise cuatro”, sostuvo el ídolo de la entidad de la ribera, de lo que se desprende que, según él, de ninguna manera se lo debe considerar que asume un papel duro o inflexible en la negociación. “En el país, con otra camiseta que no sea la de Boca no puedo jugar porque soy hincha de Boca. En el fútbol soy lo que soy gracias a Boca y le voy a estar siempre agradecido. Nací bostero y bostero me voy a morir”, se comprometió el volante. Y sobre ese punto añadió: “Yo como soy boludo estaré esperando porque soy bostero. De afuera, tengo algunas ofertas, acá hay otros equipos a los que les tengo que agradecer porque me siguen llamando”. Y dio más detalles: “Ustedes saben que con Miguel (Russo, DT del Racing Club) tengo una relación muy buena y también me han llamado presidentes. Les tengo que agradecer, pero acá sólo puedo jugar en Boca”.

Román también, con habilidad, dejó entrever que si todavía siguen sin ponerse de acuerdo, la responsabilidad pasa por el lado de las autoridades boquenses. “Si Boca hubiese querido que siga, esto se arreglaba hace dos meses. Yo soy bostero y no atendí los llamados de otros clubes porque quiero jugar en Boca”, insistió el mediocampista creativo.

La autodefinición de bostero fue utilizada con frecuencia por Riquelme, como, por ejemplo, cuando la empleó para destacar que tiene la mejor buena voluntad para prolongar el vínculo con los auriazules. “Lo único que pido son cuatro años de contrato, nada más. Si pido que me compren el pase, sé que es imposible. Por eso, uno cuando es bostero espera cualquier cosa y por eso aguanta”, subrayó el gran abastecedor de pases exquisitos y profundos. “Si esto se arregla tenemos que estar todos contentos, el hincha de Boca y Riquelme. Soy Riquelme gracias a mis viejos y lo que soy como futbolista, gracias a Boca”, subrayó Riquelme, quien se emocionó notoriamente cuando se refirió a la formación que le aportaron sus padres.

“La Selección ya pasó”

El talentoso armador Juan Román Riquelme una vez más remarcó anoche que para él su tiempo en el Seleccionado Argentino de fútbol “ya pasó”. “La Selección ya pasó, soy grande para que alguien me convenza”, argumentó Riquelme, dando a entender que nadie lo moverá de la decisión que tomó desde poco después de que se pusiera en marcha el ciclo de Diego Maradona al frente del plantel albiceleste, cuando todavía se jugaba la recta final de las Eliminatorias para el Mundial de Sudáfrica 2010. “A mí me hubiera gustado estar en el Mundial. Cuando firmé el contrato lo hice pensando en el Mundial”, aclaró no obstante el enganche, en alusión al vínculo que firmó con Boca Juniors hace tres temporadas, cuando dejó el Villarreal para volver a vestirse la azul y oro. Mientras espera que las autoridades xeneizes acepten firmar un nuevo convenio por cuatro años, Riquelme hizo un pequeño análisis de lo ocurrido con el seleccionado de la AFA en la Copa del Mundo que se desarrolló recientemente en el sur del continente africano. “Estábamos ilusionados y Alemania nos liquidó. Hay que felicitarlo y nada más. Nos hemos encontrado con un equipo muy bueno que nos ganó desde el primer minuto”, opinó el enlace.

En cuanto al equipo tocó dos temas más, el primero de ellos para defender y exaltar las condiciones de Hugo Ibarra, su compañero de tantos años en Boca, pero además uno de sus mejores amigos. “Un Ibarra no va a salir nunca más y no jugó nunca un Mundial.

Por más que en inferiores lo busquen, durante diez años no va a salir uno como él”, destacó el diez en alusión a las virtudes del marcador lateral derecho, multicampeón inclusive. El último aplauso Riquelme se lo destinó a los españoles, los nuevos campeones del mundo. “España viene de ganar la Eurocopa y de ganar el Mundial, hace tres años que viene sacando la diferencia. Uno se pone a pensar que ganaron la Eurocopa y el Mundial, hay que felicitarlos”, subrayó.

 

La lesión

En cuanto a los problemas físicos que padece Riquelme, el “10” fue optimista: “La lesión va fenómeno”, aclaró. “Mi opinión es que si quiero puedo jugar al fútbol hasta los 40”, afirmó Román.

Falta el apoyo de Macri

El enlace consideró además que el actual jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, debe estar excesivamente ocupado en cuestiones atinentes a su cargo como para preocuparse por la renovación o no de su contrato en el club. “No lo creo (que Macri haga valer sus influencias en la conducción xeneize), tiene demasiados problemas como para ocuparse de mí”, disparó con picardía un Riquelme que es filoso no sólo para jugar al fútbol. Riquelme dejó en claro además que no tiene ninguna duda en estar apto para seguir brillando dentro de cuatro temporadas, cuando tendría que vencerse el contrato que pretende firmar con los xeneizes. “Mi opinión: puedo jugar hasta los cuarenta, si no hago más que jugar al fútbol. Viendo cómo está el fútbol, si no hago ninguna cagada, puedo jugar hasta los cuarenta”, se jactó Román, quien dentro de cuatro años tendrá 36. El Diez hasta habló con optimismo del equipo que está armando el nuevo entrenador de los auriazules, Claudio Borghi. “Ya veremos, como hincha de Boca estoy ilusionado con el equipo que está formando. Ha traído muchos jugadores buenos y ojalá que en esta temporada se aproveche y se arme un buen equipo”, empezó a soñar Riquelme en voz alta. Más allá de lo que ocurra en las gestiones con las autoridades del club, Riquelme repitió una de sus muletillas, que hinchará por Boca desde adentro de la cancha o desde dónde esté. “Ojalá que en pocos días seamos todos felices y que esté jugando en Boca. Y si no, seremos hinchas de Boca”, gatilló, como para seguir metiéndole presión a los dirigentes.