Faltan los últimos detalles: una hebilla acá, una flor allá, ladear el sombrero al mejor estilo compadrito o rodear el cuello con una boa de plumas blancas. En instantes, ellas y ellos están listos para las fotos y aceptan posar como si estuvieran a punto de iniciar el baile. Son integrantes del Centro de Día Ocupacional Nuestra Señora del Hogar que participan del taller de tango, una de las actividades que ofrece la institución abierta a personas con discapacidad intelectual. Cinco de los bailarines que ahora miran a cámara participarán el próximo 22 de julio de la Expontango, en el marco del festival que cada año convoca a miles de seguidores de una de las danzas más tradicionales de la Argentina. La cita será en la ciudad cordobesa de La Falda.

El Centro de Día fue noticia meses atrás cuando amplió sus instalaciones de calle Saavedra 2883. En junio de 2009 se puso en marcha el taller de tango “con el objetivo, no sólo de que sus integrantes conozcan uno de los bailes típicos de la Argentina, sino también como espacio de desarrollo corporal”. Así lo define la Lic. Mercedes Lioi quien, junto con Andrea Paredes -ambas terapistas ocupacionales-, relató a Nosotros detalles de esta experiencia que busca además “facilitar la interacción entre los concurrentes al taller, contribuir a que se eliminen los estereotipos que se tienen sobre las personas con discapacidad, y operar como medio para la inclusión”.

UNA PROPUESTA ABIERTA

La actividad comenzó como un taller dentro de la institución; “luego nos empezaron a convocar desde diferentes escuelas y más tarde bailamos en la peatonal”, cuenta Mercedes y admite que todo eso les fue abriendo puertas. “Nos vieron en Esperanza en un video y se coordinó un proyecto que se llama “Tango para todos’ con el club de tango de aquella ciudad, que está a cargo de los profesores Adrián Yori y Tamara Tossone”. La presentación que se llevará al festival de La Falda está compuesta por cuatro partes: una en la que baila una pareja de chicos de 9 y 11 con la consigna de que esta danza se puede incluir en las escuelas; otra en la que bailan los docentes de tango a manera de representación de cómo se utiliza esta danza profesionalmente; una tercera en la que participan concurrentes del Centro de Día haciendo alusión al tango como terapia, y una última en la que bailan todos juntos.

Si bien el taller nació como una propuesta abierta a todos los concurrentes al Centro de Día, se hizo carne en un grupo que ahora está perfeccionando pasos, técnicas y posturas, explica Andrea. Más precisamente, el taller tiene dos instancias: “una de exploración para que las personas puedan acercarse al mundo del tango, y otra donde se ensayan coreografías y se hacen las muestras”. Pero no es un taller cerrado: además del grupo que participará del encuentro en las sierras cordobesas, lo integran bailarines de edad más avanzada que toman parte de exposiciones y presentaciones que se hacen en la ciudad.

UN APOYO INCONDICIONAL

Un aumento considerable de la autoestima, la satisfacción que muestran al bailar y la manera en que aprecian el reconocimiento de la gente son, para Mercedes y Andrea, los principales logros que observaron en los integrantes del taller. “Cuando el público aplaude, les cambia la cara”, aseguran y coinciden en que ese reconocimiento no sólo es de la familia sino de la sociedad en general.

A todo esto se suma un aumento en el nivel de compromiso: “es notable cómo asumen la responsabilidad y tienen que priorizar la asistencia a los ensayos frente a otras opciones que también son de su interés, como una salida, un evento deportivo u otro taller”, cuenta Andrea.

Más allá de la colaboración que se recibe dentro de la institución y de otras entidades, las profesionales destacan el apoyo incondicional que brindan las familias, “porque todo ésto implica una verdadera movilización cuando realizan presentaciones en otros lugares y más todavía cuando el grupo sale de Santa Fe”.

En el Centro de Día también se realizan talleres de otros ritmos como folclore y música latina. “Al tango lo presentó Mercedes como opción, comenzó poniendo la música para ver qué pasaba, si les llamaba o no la atención y si les gustaba”, recuerda Andrea. El resultado fue más allá del baile. “Una de las personas que concurre al centro canta tangos y se presentó en algunas escuelas; otro hizo recitados”. Pero, además, se van sumando propuestas y se interactúa con otros talleres, como el de tejido y costura, y el de artesanías, que participaron de la preparación de la indumentaria y los accesorios que los bailarines lucirán en Córdoba.

Por último, de la Expotango van a participar Martín Esquinazi, Diego Ceñal, Alejandra Cancillieri, Alejandra Barrios y Marta Perren, quienes participan del taller junto a Mauricio Gómez, Antonio Rodríguez, Héctor Daninis y Gisela Ramírez.

+datos CONTACTO

Por teléfono, al 0342-4835257 o por mail: [email protected]

La atención, en la sede de Saavedra 2883, es de lunes a viernes de 8 a 15.

La sede del centro de día, en Saavedra 2883, fue ampliada el año pasado.

LA PROPUESTA INSTITUCIONAL

El Centro de Día funciona desde hace 17 años en la ciudad; el año pasado se concretó la ampliación edicilia con la cual se incrementó el cupo de concurrentes. En este momento se desarrollan, en la sede de Saavedra 2883, tres programas: transición a la vida adulta, programa de apoyo a la vida adulta independiente y programa de apoyo al proceso de envejecimiento. Esta organización permite brindar a las personas lo que necesitan de acuerdo con la etapa de la vida que están transcurriendo, de sus propios intereses y motivaciones. A la vez, cada uno de estos programas tienen su propios talleres, más allá de que algunos son abiertos para todos los concurrentes.

Allí se trabaja con el modelo de calidad de vida, planificación centrada en la persona y apoyos. “Es decir -explica Andrea Paredes- que la persona logre lo que quiere en su vida contando con los apoyos para lograrlo, sea desde la inclusión social, desde la parte artística, manejarse solos en colectivo, prepararse la leche sin ayuda, hasta lo más sencillo que es determinar qué ropa se quiere usar cada día”.

Poses y gestos se ensayan para la cámara en el patio de la institución.