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Para escucharte mejor

En Santa Fe se han diversificado los espectáculos artísticos en vivo. Las carteleras se inundan de propuestas donde el artista presenta el fruto de su trabajo y entrega: la obra. Pero hay factores, como el sistema de sonido, que son claves para la comunicación. ¿Cómo hacer para que un show suene óptimo?

TEXTOS. REVISTA NOSOTROS. FUENTE. MARIANO ACOSTA. FOTO. PABLO AGUIRRE.

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Dada la expansión de actividades culturales y de entretenimiento que utilizan sistemas de sonido, se hace cada vez más necesaria la comprensión de cuál es la función del sonido en el resultado de un evento, y compatibilizar las acciones que llevan a buen fin una sonorización. De esta necesidad, ha surgido un curso con formato de clínica o taller donde el músico y sonidista Mariano Acosta propone vincular rápidamente teoría y práctica.

Está clínica de sonido en vivo consiste en cuatro clases durante julio y agosto, durante las cuales la banda local Butumbaba ofrecerá un recital para ayudar a indagar en distintos aspectos de la sonorización. Está destinada a músicos, gestores culturales, sonidistas, operadores, managers, estudiantes de carreras afines y público en general interesado. Tendrá lugar los miércoles 21 y 28 de julio y 4 y 11 de agosto, a las 19, en el auditorio de ATE, auspiciada por el Gobierno de la Ciudad de Santa Fe, ATE y la Secretaría de Cultura de la UNL.

“Este taller pretende responder a preguntas típicas de la actividad del sonidista -explica Mariano Acosta-: ¿cómo funciona un sistema de sonido?, ¿qué tipo de sistema de sonido y forma de armado se necesita en cada caso?, ¿por qué los sistemas de sonido casi nunca están armados a tiempo?, ¿qué son los acoples, qué los producen y cómo controlarlos?, ¿por qué se escucha diferente en la prueba que en el show?, ¿cómo se relacionan la acústica, la instrumentación y los sistemas de sonido?, ¿cómo armar un raider correcto?, ¿por qué el monitoreo en general no es suficiente? ¿cómo trabajar en la sala de ensayo para obtener buenos resultados en vivo? y ¿qué condiciones se tienen que dar para una buena sonorización?”.

“Preguntas como éstas y muchísimas otras tienen respuestas. Y la idea es desarrollarlas a través de cuatro fechas semanales, en donde se hará una exposición teórica y una parte práctica comentada con un grupo musical en vivo”, precisó Mariano, sonidista con una larga experiencia en la materia.

Una actividad multidisciplinaria

“En esta disciplina -el sonido como oficio, actividad, trabajo, arte, vocación- convergen varios actores: músicos, sonidistas, técnicos, stages, organizadores, productores, managers, espectadores, etc. Es ésto lo que la hace compleja y sujeta a un sinnúmero de variables, condicionamientos o imprevistos; pero a la vez muy interesante y rica desde el punto de vista de la exploración: es por este motivo que necesitamos, además de la práctica, herramientas teóricas para comenzar a comprenderla, y así poder transferir esos conocimientos a situaciones concretas”, argumenta Acosta.

“Al ser la sonorización de eventos una actividad multidisciplinaria, los sujetos que la llevan a cabo están constantemente resolviendo cuestiones pertenecientes a distintas áreas, como música, acústica, electrónica, electricidad, etc., todo ello agregando la necesidad de trabajo físico y a la vez gran concentración mental para poder transferir velozmente conocimientos teóricos a situaciones prácticas. Todo esto en un lapso de tiempo limitado, dado que no hay posibilidad de dejar actividades para más adelante. Todo esto hace que sea menester la toma de decisiones correctas en un lapso muy acotado de tiempo para llevar a buen término un evento”.

“En esta cadena de decisiones, los sonidistas interaccionan con otros actores, como los músicos, los productores y las personas que están a cargo de los lugares donde se realizan los eventos. Si esta interacción no es fluida o tiende a generar acciones contrapuestas, posiblemente los sonidistas -a pesar de su idoneidad- se encontrarán en situación de retraso respecto de los tiempos del evento -explica-. En shows de gran presupuesto y estandarizados en cuanto a requerimientos, estos problemas suelen suavizarse dado que un mayor presupuesto genera también mayor disponibilidad horaria”, destaca Mariano, y apunta que el objetivo es “llegar a comprender que no hay explicaciones sencillas para los fenómenos en los que concurren diversas variables en un mismo espacio-tiempo; propias de los eventos sonorizados en los cuales conviven un gran número de personas, instrumentos, equipos, etc. Llegar a comprender que cada evento es singular, único y ninguno es exactamente igual a otro; mas allá de que ciertos elementos necesiten ser estandarizados o sean comunes a toda sonorización. Llegar a comprender que en un evento sonorizado, lo más importante a considerar son las personas que intervienen, por sobre el equipamiento o la infraestructura”.

Precisamente, “uno de los objetivos de esta clínica es poder aportar elementos para entender cómo se interrelacionan las distintas partes intervinientes en un evento y ayudar a destrabar algunos problemas clásicos en la sonorización, además de cómo realizar una cantidad de acciones concretas para que el evento en donde es mostrado el trabajo de meses de ensayo no sea degradado por una mala sonorización”.

Para los interesados

Para asistir a esta clínica no es necesario tener conocimientos previos en la materia. Comienza el miércoles 21 de julio y seguirá 28 de julio, 4 y 8 de agosto, a las 19, en ATE (San Luis 2854).

Inscripciones

El costo del taller es de $120. Por la asistencia a un sólo día es de $40, y para agrupaciones musicales completas, es de $80.

Se otorgarán certificados de asistencia a quienes hayan participado del total de la clínica. Para inscripciones: (0342) 156-143964 o a [email protected].