HILDA HERRERA EN SANTA FE

Maestra del alma

Autora de una obra que ha significado un notable aporte a la música argentina, fina pianista y verdadera maestra de artistas, Hilda Herrera llega a Santa Fe para realzar el ciclo de pianistas “Sin Fronteras”. La cita es el viernes, a las 21, en el centro cultural ATE-Casa España.

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La “Nena” Hilda Herrera recorrerá partes de su obra para el público santafesino.

Foto: Archivo El Litoral

 

 

GABRIELA REDERO

Ligada a Santa Fe desde uno de sus roles, el de maestra, la compositora y pianista Hilda Herrera vuelve a la ciudad para compartir algunas perlas de su obra. Fue directora del Departamento de Música Argentina y Latinoamericana del Instituto Superior de Música de la Universidad Nacional del Litoral, pero los amantes de la música de nuestro país y Latinoamérica reconocen más sus sutiles creaciones que su nombre. Porque, como suele suceder con los grandes, su trabajo es persistente, silencioso y fluye como un río subterráneo por debajo de los arbitrios de la industria discográfica y los medios masivos de difusión.

Este viernes, a las 21, en la sala mayor del centro cultural ATE-Casa España (Rivadavia) hay una oportunidad imperdible de escucharla, en el marco del ciclo de pianistas “Sin Fronteras”.

Nacida en Capilla del Monte, Córdoba, la pianista y compositora Hilda Herrera ha legado una notable obra a la música de raíz folclórica. En dúo compositivo con Nella Castro y en la senda de Atahualpa Yupanqui, creó una serie de joyas que han recorrido el mundo y ya forman parte de la memoria cultural de la Argentina y Latinoamérica.

Descolló como autora desde que, en 1965, compuso la “Zamba del Chaguanco”, popularizada por la voz de Mercedes Sosa. Hay quienes la consideran la versión femenina de Remo Pignoni en el piano y fue precisamente con el compositor rafaelino con quien cultivó una entrañable amistad anclada en la música.

Pianista fina, pero apasionada a la vez, compuso temas como “Navidad 2000” (que Mercedes Sosa estrenó en el Vaticano), “Zamba del Fiero”, “La Diablera”, “Vidala para dormir un chango pobre”, “Juanito Laguna se baña en el río” y otras varias veces versionadas, plasmadas en su disco “Al calor de la tierra” (Trova, 1979).

En lo diverso de su obra, ha cultivado los ritmos de las diferentes regiones argentinas, con un profundo conocimiento y respeto por la impronta de la música popular que supo elevar con sus guiños de formación clásica en el instrumento. Esa síntesis tan personal le ha permitido desarrollar una trayectoria tanto en la Argentina como en París (Francia), ciudad con la que mantiene un estrecho vínculo. “Dos viajes a Francia fueron definitorios para mí -cuenta Hilda-. El primero, para dictar un curso sobre música argentina (folclore y tango) en el Conservatorio de Chatillon. El segundo, cuando ofrecí recitales en el Trottoirs de Buenos Aires y dos empresarios, Prudhom y Cristóbal Pazmiño, me escucharon y me invitaron a grabar folclore y tango en la grabadora Loco. Más tarde, en un estudio parisino me dieron a elegir, para grabar, entre un piano Busseldorfer y un Steinway -explica a propósito de su disco “Señales luminosas’, editado por Epsa-. Me quedé con el Steinway, porque los bajos eran menos potentes y mi mano izquierda es contundente. También fui invitada al séptimo Rendez-vous International du Piano, de Aubusson, en el que participan pianistas de música clásica y de jazz de todo el mundo. Me eligieron para hacer conocer la música popular argentina, ya que, según ellos, mis versiones tienen categoría de música clásica”.

Al calor de la tierra

Hilda Herrera creó, además, música de cámara: “Introducción y Chaya” (para cuarteto de guitarras), “Vidala y Huella” (para violín, clarinete y piano), innumerables arreglos para piano de obras del patrimonio folclórico y propias.

Fue directora del Centro de Información y Recopilación de la Música Argentina, coordinó y dirigió, junto a Juan Falú, el ciclo “Maestros del Alma”, declarado de Interés Cultural por el Senado de la Nación Argentina, con figuras tales como Atahualpa Yupanqui, Sebastián Piana, Cuchi Leguizamón, María Elena Walsh, Adolfo Ábalos, Carlos García, Virgilio Expósito y Horacio Ferrer, entre otros. Y en 1996 estrenó en Buenos Aires su obra poético-musical “Romance de aquella porteña” (sobre textos de la poeta Margarita Durán).

La ONU premió su trabajo “Señales luminosas” como aporte a la música argentina para piano. Desde 1998 tiene a su cargo la Cátedra de Interpretación en piano de Folklore y Tango en el Conservatorio Manuel de Falla de la ciudad de Buenos Aires.

En el año 2000 editó su disco “Yupanqui en piano”, y en 2005, “La diablera”. Desde el 2004 coordina y dirige el proyecto Cimap (creadores e intérpretes de la música argentina en piano) y este año está presentando su último trabajo discográfico dedicado a Carlos Gardel.

Más información: Entradas generales: $ 25 - Afiliados a ATE y Grupo Familiar $ 20

 

Sin fronteras para el piano

Sin fronteras para el piano

El ciclo de pianistas “Sin Fronteras” propone un encuentro con grandes compositores e intérpretes de nuestro país que han elegido diversos géneros musicales para expresarse a través de este instrumento. Así, conviven en la programación maestros que han alcanzado la cumbre del arte pianístico con jóvenes instrumentistas que van abriendo huellas en la forma de abordar el piano contemporáneo.

Este ciclo, que transita su segundo año consecutivo, está coordinado por el pianista y compositor Carlos “Negro” Aguirre y se lleva adelante tanto en Santa Fe como en Paraná. Propone en cada concierto escuchar a un pianista de reconocida trayectoria, al cual se suma -en algunas ocasiones- otro artista cuyo trabajo aún no ha sido tan difundido. En la programación 2010 ya han pasado Oscar Alem, Sebastián Macchi y Celina Federick, y ahora llega Hilda Herrera.

Organiza Shagrada Medra, coproduce ATE, auspicia Ministerio de Innovación y Cultura de la provincia, invita: Caja de Resonancia (AM 1020 LT 10; jueves, a las 23).