LA OEA PIDE CAUTELA Y ALGUNOS PAÍSES DE OFRECEN A MEDIAR

Crece la preocupación internacional

por crisis entre Venezuela y Colombia

Ecuador, España y Brasil ya se ofrecieron para acercar posiciones. La ruptura de relaciones era una posibilidad desde hace varios años, pues la relación entre Chávez y el gobierno colombiano siempre fue tensa.

Crece la preocupación internacional  por crisis entre Venezuela y Colombia

Chávez eligió la compañía de Diego Maradona para anunciar al mundo la ruptura de relaciones con la vecina Colombia.

Foto: EFE

 

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DPA/Télam/EFE

La OEA pidió a Colombia y Venezuela que “calmen los espíritus” y busquen un “camino” para superar la ruptura de relaciones que provocó la denuncia colombiana ante el foro regional sobre la presencia de unos 1.500 guerrilleros en territorio venezolano.

La noticia de que el gobierno venezolano había cortado sus lazos con Colombia, conocida en medio de una sesión extraordinaria del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) para escuchar las denuncias colombianas, motivó llamamientos a la calma, el diálogo y la búsqueda de un entendimiento, así como ofertas de mediación, por parte de una veintena de Estados miembro.

El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, que también preside temporalmente la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), dijo hoy que podría convocar a sus colegas de la región a una reunión próxima para analizar la crisis diplomática.

En declaraciones recogidas por la Secretaría de Comunicación de la Presidencia, en Quito, Correa se lamentó del rompimiento de las relaciones diplomáticas entre Caracas y Bogotá y recordó que el gobierno venezolano solicitó hoy mismo que se convoque a una reunión extraordinaria de cancilleres sudamericanos.

Esa petición, con el carácter “de emergencia”, pretende “denunciar las graves agresiones” de Colombia a Venezuela, según señala el comunicado enviado hoy por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Venezuela a Ecuador.

El gobierno de Brasil confirmó el viaje del presidente Luiz Lula da Silva el 6 de agosto a Caracas para reunirse con su colega venezolano, Hugo Chávez. “El gobierno brasileño sigue con atención y preocupación los últimos desarrollos entre Colombia y Venezuela, inclusive el rompimiento de relaciones diplomáticas entre los dos países. El gobierno brasileño lamenta esta situación”, dijo anoche la Cancillería brasileña a través de un comunicado.

El Palacio Itamaraty reveló que Lula llamó por teléfono a Chávez y le “transmitió la disposición de Brasil de contribuir para superar las diferencias entre Colombia y Venezuela”, consignó la agencia Ansa.

También el gobierno de España expresó hoy su disposición a “unir esfuerzos” con otros países latinoamericanos y organismos regionales para ayudar a Venezuela y Colombia a restablecer sus relaciones diplomáticas.

“El gobierno español está dispuesto a unir sus esfuerzos a los de otros países iberoamericanos y organismos regionales para lograr este propósito” de restablecer las relaciones entre Caracas y Bogotá, dijo el Ministerio de Asuntos Exteriores en un comunicado emitido en Madrid y citado por Ansa.

Final anunciado

La ruptura de relaciones diplomáticas entre Venezuela y Colombia, lejos de ser una sorpresa, parecía ser la crónica de una muerte anunciada, tras ocho años de antagonismo entre los presidentes Hugo Chávez y Álvaro Uribe.

El ex embajador de Venezuela en Suecia y ex ministro encargado de Relaciones Exteriores Sadio Garavini manifestó que “éste es un incidente que culmina ocho años de altibajos, pero que sin duda va a seguir en el futuro”.

Garavini estimó que esta movida de Bogotá podría responder a un acuerdo entre Uribe y el presidente electo Juan Manuel Santos, su ex ministro de Defensa, para que Colombia pudiese acusar internacionalmente a Venezuela sin desgastar la imagen del nuevo gobierno.

Las relaciones entre Venezuela y Colombia ya eran mínimas desde mediados de 2009, después de que Bogotá anunciara que firmaría un acuerdo militar con Estados Unidos que permitiría la presencia de soldados norteamericanos en siete bases colombianas.

Este acuerdo fue considerado una “amenaza” y un “gesto inamistoso” por Chávez, quien anunció que iba a “congelar” las relaciones diplomáticas y comerciales con Colombia.

Tras anunciar la ruptura de relaciones con Colombia, Chávez se mostró esperanzado en que Santos “entienda que aquí podemos convivir gobiernos de derecha y gobiernos de izquierda, y no sólo que podemos, creo que estamos obligados a convivir”, para así poder profundizar la integración latinoamericana.

Sin embargo, analistas a ambos lados del río Arauca se han mostrado escépticos sobre la posibilidad de mantener una buena relación bilateral en el tiempo, debido a la manifiesta intención de Santos de terminar por todos los medios con las Farc, algo que contrasta con la simpatía que Chávez guarda con este movimiento.

Garavini recordó que, ante una economía en recesión, problemas en el sector eléctrico y la inflación más alta del continente, “Chávez podría recurrir al mecanismo de la amenaza externa para justificar una arremetida interna contra sus adversarios y además unificar a sus partidarios”, de cara a unas cruciales elecciones legislativas el 26 de septiembre. Santos, quien en el pasado se mostró como uno de los más ácidos críticos de Chávez, en esta ocasión ha optado por la cautela: “La mejor contribución que podemos hacer es no pronunciarnos”.

“El presidente Uribe es el presidente de la República hasta el próximo 7 de agosto”, agregó Santos durante una visita a México. Pareciera que esas tres semanas de espera serán una auténtica prueba de fuego para las relaciones colombo-venezolanas.