Vidas que entran y salen, que crecen y maduran en la convivencia que se teje y entreteje en las aulas y pasillos. Se educa, se aprende. Todos somos parte de esta familia que contiene, aquieta e inquieta corazones que un día emigran.
Entre tazas de café y mates que vienen y van; aroma de río y el silbido del viento que recoge el bullicio del recreo; la gente que irrumpe todo el tiempo en la sala de la Secretaría del Liceo Argentino de Navegación Fluvial, es cómplice de la charla que mantenemos con nuestro representante legal, Agustín Sarla: “El Sindicato de Artes Gráficas pensó en la creación de un colegio de jornada completa para hijos de trabajadores, como una necesidad de sacar a los chicos de las calles y formar líderes para la sociedad ”.
Preguntamos por qué un sindicato se preocupa por la creación de escuelas. “Fue siempre mi creencia que un pueblo sin educación no es libre ni soberano -responde, con convicción-. El lunes 7 de mayo de 1990 empezamos a trabajar en lo que fue en su momento el comedor del puerto de Santa Fe. Así inició sus actividades el Liceo”.
Surge de este modo, como una patriada del Sindicato de Artes Gráficas de Santa Fe, el Liceo Argentino de Navegación Fluvial “Nuestra Señora de Guadalupe” Nº 8245, incorporada a la enseñanza privada en 1995 y reconocida como escuela católica por el Arzobispado de la ciudad de Santa Fe, contando con el padrinazgo de la Prefectura Naval Argentina.
Brindando una oferta educativa para jóvenes de ambos sexos, atiende a dos especialidades: Navegación Fluvial y Defensa Civil, facilitando una preparación adecuada que posibilite una salida laboral, el ingreso a estudios superiores, fuerzas armadas o de seguridad, prefectura naval o estudios afines al área de la salud.
Brindarnos a la comunidad
Como comunidad educativa siempre ha sido nuestro desafío y nuestra meta acentuar la solidaridad y la activa participación de la institución, allí donde sea requerida. Creemos que el modo de lograrlo es promoviendo la transmisión y práctica de valores, ya que el hombre no es sólo individuo. El ser humano es realmente un ser pleno cuando logra abrirse hacia y para la comunidad en la que vive.
Este pensamiento es una premisa en nuestra institución. Y por esto el Liceo Argentino de Navegación Fluvial se ha comprometido siempre, muy activamente a lo largo de todos estos años, con la colaboración permanente hacia la comunidad, tanto en actos litúrgicos como en eventos educativos y actos cívico- militares, no sólo en nuestra ciudad, sino también a lo largo y ancho de nuestro país. Entre los más destacados, puede citarse la guardia de honor que se le realizó al presidente de la Nación en el año 1994, en la provincia de Tucumán.
De este modo, hemos estado prestando ayuda en las emergencias hídricas que ha padecido nuestra ciudad en los años 1992 y 1998, asistiendo a diferentes centros de ayuda a inundados. Y constituyéndonos en uno de ellos en nuestro propio edificio, durante la inundación del año 2003.
En enero de 1997 un grupo notable de cadetes de 5to. Año, junto a la Asociación Sanmartiniana, realizó un simbólico Cruce de los Andes en San Juan, durante el cual colocó una placa en memoria del general José de San Martín en el paso denominado “El Espinacito”.
Llegamos al 12 de diciembre y realizamos la Peregrinación Náutica a la Basílica de Guadalupe. Dirigidos por una embarcación de Prefectura Naval Santa Fe y acompañados por botes y lanchas, peregrinamos junto a Nuestra Patrona, la Virgen de Guadalupe.
De aspirantes a cadetes
Año tras año, en el mes de agosto, una celebración muy especial reúne a la comunidad educativa de nuestro Liceo: la entrega de boinas.
Los aspirantes a cadetes reciben por vez primera, rosarios y uniformes en medio de un clima tan festivo como conmovedor. Impecables, desfilan en escuadras ante un público contenido de emociones encontradas.
Durante la ceremonia, el arzobispo de nuestra ciudad procede a la bendición de rosarios y boinas que cada papá o mamá entrega a su hijo en un acto de iniciación de este peregrinar liceísta.
Pasantías
Si hemos afirmado a lo largo de este artículo que una de las mayores y más importantes prioridades del Liceo es intentar brindar a los alumnos una salida laboral, es relevante explicar, entonces, cuáles son los medios que se arbitran para lograrlo.
Durante el cursado del 5to. año de estudios, cada una de las terminalidades realiza diferentes pasantías, inherentes a su especialidad .
En el Área Defensa Civil, los cadetes asisten al Samco de la ciudad de Santo Tomé y al Hospital “José María Cullen” para corroborar en la práctica lo aprendido en las aulas.
Dentro del Área Navegación, los cadetes pueden obtener el Carnet de Timonel, si reúnen los conocimientos y condiciones requeridos por Prefectura Naval Argentina. Además, han realizado prácticas en el Catamarán Costa Litoral.
Un día en el Lanf
Aunados bajo el lema “Fe, estudio y disciplina al servicio de la patria”, nuestra jornada se inicia a las 7.30. Cada instructor toma asistencia a sus cursos y controla uniformes. Enseguida espera a los cadetes un primer desayuno. Al sonar el timbre, en el playón se forman los alumnos por cursos para realizar el izado del pabellón y ponerse bajo la protección de nuestra Patrona.
Los cadetes auxiliares, alumnos de quinto año especialmente designados de acuerdo a los valores y actitudes reflejados en el día a día y a su compromiso con la institución, conducirán a cada grupo a las aulas para comenzar las actividades habituales.
Lo que hace único a nuestro colegio es la diversidad de materias que se dictan a lo largo de la jornada. Es así que un grupo de alumnos toma sus bolsos para ir a nadar, bucear, remar, practicar tiro; otros visten el kimono para practicar Defensa Personal; algunos toman sus mochilas para hacer supervivencia en islas. Mientras, en las aulas, hay cadetes que pasen al frente a dar sus lecciones, sacan sus calculadoras, escriben poemas, leen cartas náuticas, practican primeros auxilios, hacen traducciones del inglés, dejan sus huellas con grandes pinceladas, cantan y rezan por sus seres queridos.
En el gabinete psicopedagógico se hacen entrevistas personalizadas y se intenta dar orientaciones en situaciones problemáticas. Asistentes sociales realizan visitas domiciliarias con la finalidad de ayudar a aquellas familias de cadetes que así lo requieran.
Personal de portería barre el playón, baldea el inmenso salón que hace las veces de gimnasio, salón de actos y comedor, mientras que en la cocina el aroma a cebollas rehogándose se cuela en las aulas anunciando la cercanía del almuerzo.
La jornada áulica se extiende durante toda la tarde, finalizando en general, a las 18.20 horas.
Cuando durante los recreos los profesores mateamos y tomamos café. Y charlamos. Y nos reímos. Y escuchamos el bullicio que llega desde el playón. Y algún compañero cuenta que estuvo con un ex cadete que es ahora un enfermero que ronda por los pasillos de algún hospital; cuando sabemos que alguno de ellos navegó en nuestra Fragata Libertad; al enterarnos de que otro es un trabajador honesto que lucha para mantener a su familia. Cuando nos topamos en la calle o durante algún viaje con ex cadetes, ahora hombres y mujeres de bien que continúan a lo largo de cada uno de los caminos que han tomado en la vida practicando los valores y dejando marcas que enorgullecen a cualquiera, no podemos evitar esbozar una sonrisa. No podemos eludir ojos llorosos al pensar que los que hoy están aquí, por los pasillos, yendo, y viniendo, algún día emigrarán a la vida que los espera.
(*) Profesoras
En Tercer año, los estudiantes del Liceo realizan el Bautismo de Buceo en aguas del Atlántico Sur, más precisamente en Puerto Madryn, Chubut. Una caravana de vehículos se preparará entonces para partir, entremezclándose sensaciones diversas. Nervios, ansiedades, emociones harán vibrar los corazones de los cadetes.
Bucear por primera vez, luego de rigurosos exámenes físicos y teóricos, es el sueño que parte con ellos al Sur. Obtener la estrella de buzo deportivo, su meta.
Ya de regreso, se le entregará a cada cadete que ha cumplido con este bautismo, el Brevet que certifica su carácter de buzo deportivo.