Fascinantes máquinas que miden el tiempo
Los relojes nos han manifestado el movimiento del tiempo desde la antigüedad. Poder inventar estas complejas maquinarias de precisión fue y sigue siendo uno de los grandes desafíos del hombre, quienes además podemos portarlo y lucirlo como una fina pieza de joyería.
TEXTOS. EDITH S. MIROZNIK GERMAN.
Es eso que llamamos tiempo, un misterio que todo lo atraviesa. Se expresa aun en el movimiento de lo que parece quieto. Cada vez que miramos el reloj notamos el sutil y persistente avance de las agujas. Un latido que se asemeja a los movimientos del corazón y que está en el pulso que nos recorre.
Se dice que hubo un tiempo sin tiempo en donde no había nada, la nada estalló disparando al universo, que al ponerse en movimiento hizo nacer a ese tiempo. El hombre midió las horas desde tiempos muy lejanos, valiéndose de las sombras que produce el sol cambiante en el obelisco y que servía a los egipcios para saber en qué momento del día estaban, o en las velas que usaban los antiguos romanos para partir el día en dos.
El tiempo atraviesa todo. El tiempo se mueve en el goteo interminable de los relojes de arena. Esas complejas maquinarias que nos han manifestado el transcurso del tiempo desde la antigüedad y que nosotros, los hombres, somos capaces de controlar. Poder inventar relojes que midan el tiempo fue y es uno de los grandes desafíos de la humanidad.
El reloj por dentro
El tiempo está representado en un mecanismo de precisión que podemos llevar con nosotros. Y esas máquinas tienen diferentes partes, que les permiten marcar cada segundo:
- Ancora: es el elemento mas complicado de un mecanismo mecánico. Se compone de diversas piezas, como el eje, cuya función es la de transmitir la fuerza procedente del muelle a través de rodajes para hacer oscilar el volante.
- Balance: el oscilador que regula la velocidad del movimiento de un reloj mecánico. Pieza móvil, generalmente circular, que oscila sobre un eje de rotación. La espiral situada junto a ella es lo que hace que la oscilación vaya hacia delante o hacia atrás, dividiendo el tiempo en partes exactamente iguales.
- Bisel: es el aro que rodea el dial del reloj, fija el cristal.
- Bisel bidireccional: se puede rotar a la derecha o a la izquierda, y se utiliza para cálculos matemáticos, tales como velocidad o distancia media.
- Caja: a veces la caja es una obra artesanal de joyería: superficies satinadas, perladas, pulidas, biseladas, redondeadas, decoraciones que hacen resaltar la pieza por un juego de reflejos luminosos. En algunos modelos podemos apreciar el movimiento del reloj a través de un cristal de zafiro en el fondo de la caja.
- Calendario perpetuo: tiene en cuenta automáticamente la duración variable de los meses, así como de los años bisiestos; sin embargo, todos estos relojes deberán ser reajustados manualmente en el 2100, ya que -según el calendario gregoriano- ese año no será bisiesto.
- Calibre: significa el tamaño del módulo del reloj.
- Cronógrafo: contador del tiempo, que puede comenzar y parar para medir el tiempo de un acontecimiento., horas, minutos y segundos del tiempo transcurrido, algunos hasta 24 horas. Hay ciertos modelos que pueden realizar diversas funciones, tales como determinación de velocidad o de distancia. Las agujas del cronógrafo indican los segundos y las agujas de los contadores totalizan los minutos y la hora.
- Cronómetro: todos los relojes son cronómetros, pero para que un reloj suizo se denomine así debe reunir los mayores niveles fijados por el Control Oficial Suizo del Cronómetro.
- Cristal: pueden ser de zafiro, vidrio, sintético o de plástico.
- Movimiento: módulo o máquina.
- Escape coaxial: revolucionaria válvula automática para resistir fuertísimas presiones a las que se someten los submarinistas. Válvula de escape de helio, situada a las 4 en el canto poliédrico de la caja. Esta válvula permite que los átomos de helio salgan durante la descompresión.
Nuevas tecnologías
La tecnología nos ayuda en el diseño, planificación, producción y control de calidad, obteniéndose así relojes con cajas muy robustas, que no se rayan, permitiendo la creación de nuevos diseños y con mayor resistencia. Todas estas características están presentes en Joyería El Rubí, cuando elegimos representar una marca, para que nuestros clientes poseedores de un reloj suizo lo pasen de generación en generación.
Que un reloj dé la hora, la fecha, y hasta calcule las fases de la luna y los años bisiestos, es mágico. Arte y ciencia se complementan en la destreza de incrustar dentro del microcosmos de un reloj, mecanismos que se balancearán eternamente, yendo y viniendo, trabándose y soltándose, para atrapar y a la vez burlarse de ese eterno vagabundo: el tiempo.