Hoy nadie llegaría pero ellos llegaron
Hoy nadie llegaría pero ellos llegaron
Lucía Torasso envió al mail de De Raíces y Abuelos el pedido de publicación de la investigación que realizó sobre sus antepasados italianos, a quienes quiere recordar y homenajear en estas páginas.
TEXTOS Y FOTOS. LUCÍA TORASSO.

Elma y Pedro (Coco) Torasso jugando con la bicicleta.
El 15 de noviembre de 1843, a las 3 de la tarde, en la casa paterna Vestignè, provincia de Turín, nació Pietro Torasso, mi tatarabuelo, hijo de Giacomo Torasso y Eleonora Decaroli. Fue el primer y único hijo del matrimonio.
Giacomo nació en Vestignè en 1770; era hijo de Germano (hijo de Jacobus) y Margherita Milano. Era su tercer matrimonio y tenía varios hijos. Eleonora nació también en la misma comuna en 1814 y fue bautizada como Teresa María Margherita Eleonora. Era hija de Giuseppe Decaroli y Domenica Guglielmino.
Ambas familias tienen raíces en Vestigné desde 1593, con algunas variantes en su apellido, como Torazzo, Torazzi, Torassi o De Carolis.
El 7 de octubre de 1856 a las 8 de la mañana falleció Giacomo a los 85 años. ¿Qué fue de sus vidas en esos años? No lo sé. Ellos eran simples campesinos en un pueblo de agricultores. Pero eran tiempos difíciles en esos años en Italia y en Europa. Tal vez su situación familiar y el contexto social y económico forjaron el sueño de Pietro de viajar en busca de un destino mejor.
Un día, siendo un muchacho, Pietro decidió dejar su pueblo y buscar nuevos horizontes. Así, con alrededor de 20 años se encontró trabajando en Sestri Levante. ¿Cómo se ganaba la vida? Seguramente trabajaba como obrero (picapedrero) en alguna de las tantas obras de ingeniería ferroviaria, cooperando como tantos otros piamonteses en la construcción de puentes y túneles imprescindibles en la geografía de la región.
Muy cerca de Sestri Levante se encuentra la pequeña localidad de Trigoso, adonde conoce a Anna Vattuone, de 17 años (nació el 26 de julio de 1848), hija de Giovanni, un pescador y María Perazzo, una vendedora de Sale e Tabacchi.
ALEGRÍAS Y TRISTEZAS
El 26 de octubre de 1865, en su parroquia de Santa Sabina, Anna se casó con Pietro. Los padres de Ana compartieron ese momento con ella. Pero Pietro, lejos de su familia y su pueblo, estaba solo. Los testigos de la boda fueron familiares y vecinos del lugar. Tal vez en Sestri Levante nació su primera hija, María.
La búsqueda en los archivos parroquiales de Vestignè me permitió conocer cómo se fue conformando la familia de Pietro y Anna. El 17 de abril de 1969 nació Giacomo Giovanni, y el 24 de septiembre de 1871, Leonora Catterina, quien murió con apenas 10 meses. En 1876 murió la segunda hija de la pareja que no había nacido allí. Se llamaba Giuseppa Eleonora y tenía 2 años. Y el 6 de enero de 1877 nació Giovanni Costantini.
Alrededor 1880, Pietro, Anna y sus hijos viajaron a Airolo, cantón Ticino en la Confederación Suiza. Pietro trabajó como obrero en la obra del Túnel del San Gottardo (Airolo - Göschenen,), que estaba construyendo la Compañía de Ferrocarriles Gotthard con ingenieros alemanes, mano de obra italiana (piamontesa en su mayoría) y financiamiento de Italia, Suiza y Alemania. [...]
El 8 de septiembre de 1881 nació en Airolo Gottardo Beniamino Torasso, mi bisabuelo. Sus padrinos fueron Beniamino Stevanini natural de Issime (Valle de Aosta) y Maddalena Tarella de Castellamonte (Torino).
NUEVO DESTINO: AMÉRICA
En enero de 1882 circuló el primer tren por el túnel recientemente terminado y el 23 de mayo se realizó la inauguración oficial. Pero entonces Pietro y su familia habían regresado a su pueblo. Un certificado de vacunación de Gottardo de 1883 los encontró nuevamente en Vestignè. En esos años seguramente se estaba gestando la idea de Pietro de emprender otro viaje, esta vez a América.
Como tantos otros compatriotas decidió que su futuro y el de su familia estaba lejos de su pueblo y decidió partir a la Argentina. El 31 de mayo de 1884, en el buque Uruguay 1 y procedente de Génova, llegó al puerto de Buenos Aires.
Llegó sólo, sin su familia. Sus compañeros de viaje fueron Francesco Torasso de 42 (minero) y Giovanni Battista Milano de 27 (albañil), posiblemente naturales de Vestigné. Pietro ingresó a la Argentina como agricultor y viudo. Partió hacia el interior del país y se afincó en la colonia San Carlos, formada en buena medida con el aporte de tantos piamonteses como él.
El 17 de mayo de 1885, casi un año después, llegaron al puerto de Buenos Aires en el buque Napoli provenientes de Génova, Anna Vatteone (Vattuone, de 35 años), María (15 años), Giovanni (7 años), Gottardo, mi bisabuelo (3 años), y Giussepe (2 años). Este último integrante no nació en Vestignè, ya que -esperando el momento del embarque- seguramente la familia se trasladó al pueblo materno. El primer hijo varón llegó a la Argentina y vivió en colonia San Carlos pero no hay registros de su llegada. [...]
COLONIAS EN CRECIMIENTO
El 22 de abril de 1887 nació el primer hijo argentino de la pareja: Bautista Pascuale. [...] Lamentablemente, el párroco de San Carlos Borromeo asienta su defunción 19 meses después.
El Censo Provincial de 1887 los registró como vecinos de la colonia San Carlos. Pietro era albañil, como tantos en estas colonias con tanto crecimiento y expansión. Se censó a toda la familia, incluido al hijo mayor Giacomo que tenía 17 años y trabaja como albañil también.
En 1890 nació Jorge y al año siguiente Luisa Anunciada, los que murieron muy pequeños, al igual que tantos niños en esos años en donde las condiciones de vida y salud eran tan difíciles.
Entre noviembre de 1891 -cuando murió su última hija Luisa- y junio de 1895 -cuando se realizó el segundo Censo Nacional- no tengo datos de la familia. En 1895 estaban viviendo en Las Rosas. Anna murió en esos años. Pietro y sus hijos mayores trabajaban como albañiles, Gottardo con 14 años era herrero. Tuvieron otra hija argentina, Eleonora, pero no nació en San Carlos. Son vecinos de la familia de Domingo y Margarita Gilli, italianos y posiblemente del mismo pueblo de origen.
En estos años se fundaron numerosas colonias agrícolas en todo nuestro territorio provincial. En este contexto se fundó en 1888 Estación Clucellas. Pietro junto a otros inmigrantes como Oggero arrendaron campos y se dedicaron a la agricultura.
La familia contaba que Pietro nunca se había adaptado al campo y que un día había regresado a su tierra, pero no es un dato que pude confirmar. Unos años más tarde Gottardo vivió en Colonia Margarita; era agricultor y en 1901 se casó con María Catalina Piccino, hija Carlo Piccino, comerciante e inmigrante de Udine.
En el acta de matrimonio consta que su madre Anna Vatteone falleció en colonia San Carlos en 1892 y Pietro, su padre, en la misma colonia en 1897. Ninguno de estos datos los pude verificar. En esos años no consta la defunción de Anna y las hojas correspondientes a los años 1895/97 faltan del libro. Tampoco hay registros tan antiguos en el cementerio comunal.
TRABAJO DURO
De este matrimonio nacieron Pedro Carlos, mi abuelo (1902), Ana, Roberto, Carlos, Arturo, Alfonso, Hermenegildo y Marcelo. A los 41 años, víctima de un infarto murió Gottardo, quien llegó a ser representante de la Federación Agraria.
Mi abuelo Pedro se casó en 1928 con Catalina Teresa Rosa, nieta de Stefano Rosa, uno de los fundadores de Estación Clucellas, y de este matrimonio nacieron Elma Blanca y Pedro Gotardo, mi papá.
Los Torasso siguieron viviendo en Clucellas hasta que -en 1943 y debido a las condiciones económicas y de salud- mi abuelo decidió trasladarse a Santo Tomé, adonde había una intensa actividad industrial. En una fábrica de aceite necesitaban mano de obra. Mi abuelo empezó a trabajar en Camusso y por un infarto falleció el 7 de agosto de 1944. Mi papá ese día cumplía 13 años.
Los años que siguieron fueron duros para la familia, especialmente para mi papá. Pero supo salir adelante, trabajando desde muy chico. Hizo la escuela secundaria nocturna en la Escuela Domingo Silva de Santa Fe. Trabajaba de día en la fábrica de aceites Camusso y a la noche iba en bicicleta a la escuela. Pudo comprarse su casa con un crédito hipotecario y en 1966 se casó con María Antonia Mateos. En 1967 nació mi hermana María Teresa y al año siguiente yo, Lucía. Las dos tuvimos gracias a ellos, la posibilidad de estudiar en Santa Fe, Traductorado de Inglés y Arquitectura.

REFLEXIONES FINALES
“Son muchas las preguntas que esperan respuesta. Esta historia es solo un punto de partida para conocer a mis antepasados un poco mejor. Ya pasaron 125 años desde que llegaron a Argentina nuestros tatarabuelos que -al igual que tantos otros- tuvieron un sueño y se arriesgaron para cumplirlo.
Eran gente sencilla, sin estudios, pero trabajadora, nos dejó su ejemplo y cada generación fue sumando su aporte. Hoy somos su herencia en América, que no tiene que ver con bienes materiales. Somos su sangre y -en otro contexto, muchos años después y con otras posibilidades- rescatamos su historia y su ejemplo para las generaciones que nos sucedan.
Y para todos los que tiene ganas de saber de sus ancestros, de sus orígenes, sepan que cada acta, nombre, fecha, foto, archivo, web, censo, libro o artículo y la tradición oral de cada familia es siempre un aporte valioso y un punto de partida para descubrir una historia”.

Se conmemoran 125 años desde que llegaron a Argentina los tatarabuelos de Lucía Torasso.
