Declaraciones

Imputaron tormentos a dos policías de Rincón

De la Redacción de El Litoral

Los dos menores detenidos en San José del Rincón, la madrugada del 8 de agosto, declaraban esta mañana en Tribunales para aclarar qué fue lo que ocurrió aquel día en la Comisaría 14º. La madre de uno de ellos denunció ante Asuntos Internos que los muchachos fueron víctimas de malos tratos, amenazas y hasta podría haber existido tortura, motivo por el cual el Ministerio de Seguridad de la provincia pasó a disponibilidad a todo el personal.

El juez de Instrucción Séptima, Diego Andrés De la Torre, ordenó la detención de dos suboficiales, que el viernes pasado fueron indagados por el presunto delito de “tormentos” denunciados por los menores.

Si bien el juez consideró aplicable el delito de tormentos (Art. Nº 144 inc 3º de CPP), la defensa técnica consideró que “son apremios ilegales” (Art. Nº 144 bis). “La pena de tormento es de 8 a 25 años de prisión, mientras que la otra va de 1 a 5 años, lo que le permitiría la excarcelación”, sostuvo el abogado Daniel Rocca.

El domingo 8 de agosto la madre de uno de los chicos presentó una denuncia en Asuntos Internos. Según confirmó la semana pasada el secretario de Control de Seguridad, Facundo Paschetto, los muchachos “manifestaron que sufrieron padecimientos físicos y psíquicos; amenazas y les exhibieron un aparato de defensa personal de origen extranjero”.

Los muchachos lo describieron como “un aparato negro que hacía ruido y que emitía una luz”. Se trataría de un elemento de defensa personal, que podría servir como picana eléctrica.

Para la madre

Por ese motivo la semana pasada, el Ministerio de Seguridad de la provincia decidió pasar a disponibilidad a seis empleados de la Comisaría 14º de San José del Rincón, dos de los cuales se encuentran privados de su libertad.

Durante la indagatoria, uno de los imputados, Godoy Biafi, hizo un relato de los hechos, sobre los cuales negó su responsabilidad. En cambio, el suboficial de apellido Aboli se negó a prestar declaración.

Godoy Biafi reconoció que el artefacto de defensa personal supuestamente utilizado para “ablandar” a los jóvenes era suyo; dijo que “lo había comprado para la madre pero que como no lo quiso se lo llevó a la comisaría”. Asimismo denunció que desapareció “del bolso en el que llevaba sus cosas”, explicó su abogado defensor, Daniel Rocca.

Tal como le contó al magistrado fue alrededor de la una de la madrugada cuando llegaron los detenidos y Godoy Biafi no estaba en la comisaría. Dijo que llegó unos minutos después y salió enseguida a hacer una recorrida por Rincón, para regresar una hora después, sin mantener contacto con los menores.

“Está constatado en el libro de guardia su salida con el oficial de guardia que manejaba la camioneta, que podrá corroborar sus dichos”, sostuvo Rocca.

La situación del otro policía es un poco más comprometida, dado que Aboli era el encargado del libro de guardias, por lo que no tendría motivos para estar ajeno a lo que pasaba en la dependencia.

Indagados por robo

En cuanto a los elementos que la Justicia secuestró en el lugar, sólo estaban la caja y la batería del aparato denunciado, que sería un arma de defensa personal que emite descargas eléctricas -tipo picana- pero que a su vez funciona como linterna.

Se espera que el jueves declara un oficial de apellido Ruiz, encargado de la guardia el día que se cometió el hecho y el personal de la Guardia de Infantería que se encargó del traslado de los menores, a quienes se les secuestraron artículos que podrían ser producto de los robos en la zona en las últimas semanas.

La jueza de Menores Nº 1, Susana Giordano de Bilich, ordenó una medida de “permanencia obligada en el hogar”, permitiendo que los jóvenes regresaran con su familia el sábado pasado. Según fuentes consultadas sólo uno cuenta con un antecedente que serían de larga data.

Ambos fueron citados para indagatoria esta mañana en el Juzgado de Menores, por su responsabilidad en los robos ocurridos en Rincón. A su vez, el juez De la Torre aguardaba hoy los informes del médico forense, para constatar si el relato de los chicos coincide con el tipo de lesiones aparecidas en sus cuerpos. A propósito, se supo que “en uno solo se constataron lesiones compatible con la declaración” de los menores.