Sindicalistas presos

No están las actas del día del crimen

El abogado del secretario de actas de la Uocra entregó ayer el libro de reuniones que buscaba la Justicia. En el documento no se registra actividad durante el día en que mataron a Juan González.

De la Redacción de El Litoral

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Este martes se presentó al Juzgado de Instrucción Cuarta el abogado Néstor Pereyra, que tiene a su cargo la defensa del secretario de actas de la Uocra, Emanuel Araya, imputado junto con el sindicalista Eduardo Leiva, en la causa en la que se investiga la muerte de un obrero de la construcción.

El último viernes una comisión judicial y agentes de la División Seguridad Personal de la Policía del departamento La Capital allanó la sede de la Uocra, en calle Ituzaingó 2043, en busca del libro de reuniones del gremio. Lo que se intentaba acreditar era si Leiva había estado el 13 de abril último en la reunión de delegados, como declaró el martes pasado durante la indagatoria.

A pesar de que aquella búsqueda resultó infructuosa, puesto que el libro no estaba en la sede gremial, el abogado de Araya se presentó este martes en el juzgado de Rubén Saurín para entregar personalmente el material requerido.

Lo llamativo del caso fue que lejos de aclarar la situación, crecen las sospechas en torno al crimen del obrero Juan González, puesto que en el libro no se registran reuniones durante el período que abarca desde el 26 de marzo al 30 de abril.

Ya sea de manera deliberada o por un hecho fortuito, el acta que buscaban, correspondiente al 13 de abril, no existe, o acaso fue destruida. Ese día hubo una reunión en la Uocra y allí fue vista la víctima por última vez.

Otras pruebas

Mientras tanto, el juzgado avanza en otras direcciones para el esclarecimiento del hecho que le costara la vida a González.

El juez Saurín le tomó ayer declaración indagatoria a un tercer detenido, identificado como Iván L., a quien se le atribuye la propiedad de dos de las armas que le secuestraron a Araya el día de las detenciones.

Fuentes tribunalicias indicaron que cuando le preguntaron por las cuatro armas de fuego encontradas en su casa, Araya señaló que dos de ellas eran suyas, mientras que las restantes -una con la numeración suprimida- pertenecían al tal Iván L., quien al igual que la víctima, se desempeñaba en un obrador de la Ruta Nº 19. A propósito de ello el tercer acusado reconoció que efectivamente se las había dejado a Araya para que se las cuidara.

Además, se le pidió intervención a Gendarmería Nacional, para que se encargue de peritar las armas secuestradas, y de ese modo contrastar la prueba con la pericial balística realizada por la policía provincial, la cual habría arrojado que ninguna de las cuatro habría sido utilizada para herir de muerte a González.

También se diligenció a la Sección Automotores de la Unidad Regional Uno para que localice un VW Gol gris, presuntamente utilizado el día del ataque, según declararon algunos vecinos de Alto Verde, lugar donde balearon al obrero.

Los sindicalistas Eduardo Leiva, de 43 años y Emanuel Araya, de 31, están detenidos desde el sábado 7 de agosto, cuando una comisión de la Sección Homicidios llegó hasta sus casas particulares de los barrios Liceo Norte y San Cayetano. La policía encontró en casa de Araya un revólver calibre 38; una escopeta con culata de madera recortada y con la numeración suprimida; una escopeta calibre 12; y una pistola 9 mm.

No están las actas del día del crimen

El martes pasado, un centenar de personas identificadas con camperas de la Uocra cercaron el edificio de Tribunales mientras indagaban a sus representantes. Foto: Flavio Raina