Dos semanas antes de la fecha prevista por Barack Obama
Estados Unidos retiró sus tropas de Irak
Dos semanas antes de la fecha prevista por Barack Obama
Estados Unidos retiró sus tropas de Irak
La Operación Libertad Iraquí comenzó hace siete años y medio y dejó más de 100.000 muertos.

Las últimas tropas de combate de Estados Unidos abandonaron hoy Irak rumbo a Kuwait en un momento que el Departamento de Estado calificó de “histórico”. Foto: AGENCIA EFE
Télam-EFE
Las últimas tropas de combate de Estados Unidos abandonaron hoy Irak, con lo que las operaciones de estas unidades en el país del golfo quedaron oficialmente concluidas dos semanas antes de la fecha fijada por el presidente Barack Obama, informaron medios estadounidenses, si bien 56.000 soldados permanecen allí para entrenar a efectivos locales y para “acciones antiterroristas”.
Con el retiro, y tras siete años y medio de operativos tras la invasión de Irak, la Operación Libertad Iraquí queda oficialmente cerrada, citó la MSNBC las declaraciones del portavoz del Departamento de Estado norteamericano, Philip Crowley. Es un “momento histórico”, comentó el portavoz, según reportó la agencia alemana de noticias DPA.
Ayer por la tarde, el presidente Obama había afirmado en el Estado norteamericano de Ohio: “Estamos manteniendo la promesa que hice cuando comencé mi campaña para la Presidencia (...) para fines de este mes habremos sacado a 100.000 soldados de Irak y nuestra misión de combate terminará”. Los últimos soldados comenzaron a cruzar la frontera con Kuwait a la 1.30 del jueves (las 19.30 del miércoles en la Argentina), citó la emisora MSNBC declaraciones de un periodista que informa desde el lugar.
El retiro de Bagdad de la misión, compuesta de unos 14.000 soldados, había comenzado el sábado, según informó el Washington Post. Sin embargo, se había pedido a los periodistas locales que no informaran del retiro por razones de seguridad, pero se estima que ya todos los soldados han llegado a Kuwait.
La emisora CNN señaló que actualmente la fuerza militar estadounidense en Irak ha quedado reducida a 56.000 soldados. Aún se espera que unos 6.000 efectivos que se desempeñan en unidades especiales abandonen el país antes de fin de mes.
El 1º de septiembre comenzará la operación Nuevo Amanecer, en cuyo marco está previsto que los 50.000 efectivos que aún permanezcan en el país del golfo actúen en el entrenamiento de las fuerzas de seguridad locales y en operaciones antiterroristas.
Según lo dispuesto por la administración Obama, estos últimos efectivos abandonarán Irak antes de finalizar 2011. Obama había justificado el retiro completo de las tropas destacando que lo importante es concentrar las fuerzas en la lucha antiterrorista en Afganistán.
El retiro de las tropas de combate marca un nuevo hito en la historia reciente de Irak, cuyo gobierno deberá asumir mayores responsabilidades en materia de seguridad interna.
Los ataques poco antes de la fecha prevista para el retiro total de las tropas de combate, el 31 de agosto, fueron en aumento. Este martes se registró en la capital iraquí el mayor atentado individual del año, en el que murieron 58 personas.
La Operación Libertad Iraquí comenzó el 20 de marzo del 2003 durante la presidencia de George W. Bush (2001-2009), quien concluyó que el régimen del fallecido dictador Saddam Hussein tenía armas de destrucción masiva que suponían una amenaza para Occidente por lo que era necesario derrocarlo. Hecho que luego nunca fue demostrado.
La guerra en el país se ha cobrado la vida de más de 4.400 miembros del ejército estadounidense y la de decenas de miles de iraquíes.
La organización no gubernamental Iraq Body Count, con sede en Alemania, calcula que entre 97.000 y 106.000 iraquíes han fallecido desde la invasión del país en el año 2003.
Obama, musulmán
Un número creciente de estadounidenses cree erróneamente que el presidente Barack Obama es musulmán, según mostraron dos sondeos difundidos hoy.
Un 18% de los consultados, casi uno de cada cinco, afirmó estar convencido de que Obama es musulmán, un 11% más que los que dijeron esto mismo en otro sondeo de marzo del año pasado.
El porcentaje de gente que acertó con que el presidente es cristiano cayó a un 34%, mientras que la mayor proporción de personas, un 43%, dijo desconocer su religión.
Esta encuesta fue realizada por el instituto Pew Research Center y Pew Forum on Religion & Public Life antes de la polémica sobre si se debe permitir la construcción de una mezquita cerca del lugar de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York.
/// EL DATO
Pagó un alto precio
Por Gabriele Chwallek y Mike McCarthy - DPA
Vaya diferencia. El 1º de mayo de 2003, en una aparición de tintes televisivos sobre el portaaviones “USS Lincoln”, el entonces presidente George W. Bush anunció con bombos y platillos el comienzo de las operaciones bélicas en Irak.
Siete años y medio después del inicio de la guerra de Irak, la última brigada de combate estadounidense ha abandonado Irak. Sin fanfarrias ni gran despliegue mediático, los soldados cruzaron la frontera con Kuwait dos semanas antes de lo previsto.
La Casa Blanca ya había anticipado que la salida tendría un perfil bajo por razones de seguridad. Pero ésa no es la única razón. A pesar de haberla heredado, el sucesor de Bush, Barack Obama, nunca quiso esta guerra y no ve motivos para una retirada festiva que pueda malinterpretarse como una marcha de vencedores.
Así lo dijo en un grave discurso ante veteranos de guerra, en el que elogió los avances realizados en Irak que le permitirán cumplir su promesa de “terminar con la guerra de forma responsable”. Pero también advirtió: “La dura verdad es que todavía no conocemos el fin de las bajas estadounidenses en Irak”. Y Obama envía soldados a una guerra que tampoco él empezó pero sin embargo apoya: la de Afganistán, donde, en sus palabras, “todavía enfrentamos grandes desafíos”.
También los desafíos en Irak eran enormes pero fueron fatalmente subestimados y Estados Unidos pagó un alto precio por ello. La discusión sobre si los resultados justifican esta guerra y, sobre todo, los muertos que ocasionó, está lejos de terminar.
Cuando Bush decidió derrocar por la fuerza a Saddam Hussein, Estados Unidos estaba dividido y gran parte del mundo se distanció del rumbo elegido por Washington. Ahora que, tras tantos años de sangre, la seguridad en Irak parece estabilizarse y el país cuenta al menos con unas frágiles estructuras democráticas, algunos comienzan a preguntarse si la operación no resultó finalmente en una victoria estratégica.
Los partidarios de la guerra ven confirmada su posición. Aseguran que la caída de Saddam cambió la cara de toda la región y enterró un antiguo factor de inestabilidad: un régimen que empezó una guerra contra Irán, invadió Kuwait e intentó armarse con un arsenal nuclear. En síntesis, un tirano sanguinario que oprimía a su pueblo fue reemplazado por un gobierno democrático y de trato cordial con Estados Unidos.
Los críticos apuntan a las enormes pérdidas de vidas humanas y dinero público. Los contribuyentes estadounidenses han pagado hasta ahora más de un billón de dólares por la guerra. Algunos agregan que, incluyendo el cuidado de los veteranos, los costos podrían llegar a los tres billones de dólares cuando la guerra termine definitivamente.
Los detractores de la guerra también lamentan el daño infligido a la imagen y credibilidad de Estados Unidos ante la comunidad internacional después de que las armas de destrucción masiva que Irak supuestamente albergaba resultaran inexistentes.
De cualquier forma, reina el consenso de que Irak enfrenta un futuro difícil.