Homenaje al Dr. Ricardo S. Prono

De la redacción de El Litoral

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Seguramente, la imagen del público que lo aplaudía de pie y que llenaba gran parte del Aula Alberdi de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales, acompañará en el futuro, con satisfacción, al doctor Ricardo Severo Prono.

Ayer, el jurista recibió un homenaje en un acto que contó con la presencia de la vicegobernadora, Griselda Tessio, y de los Dres. Rafael Gutiérrez y Eduardo Spuler, presidente y ministro, respectivamente, de la Corte Suprema de Justicia. Estuvo presidido por el rector Albor Cantard y los decanos de Cs. Jurídicas, José Manuel Benvenutti, y de Cs. Económicas, Carlos Beltrán.

Participaron profesionales dedicados al derecho Civil, Comercial y Concursal (María Cristina De Cesaris, Héctor Alegría, Miguel Araya, Juan Malcom Dobson, Adolfo Rouillon, Mario M. Barletta, entre otros) , magistrados, académicos del Derecho, los presidentes de los colegios de Abogados de Santa Fe y de Rosario, docentes y ex alumnos, directivos de las bolsas de Comercio de Rosario y Santa Fe -dada su participación en los tribunales arbitrales-, amigos y su familia, incluyendo los 14 nietos.

Como corolario de las Jornadas de Derecho Concursal, el Dr. Enrique Pita presentó el libro editado por la UNL en homenaje a Prono, en el que 25 autores escribieron artículos. En la obra -dijo el orador- hay un reconocimiento al abogado santafesino por su solidez y claridad conceptual, “ a un docente de raza, a quien Santa Fe la asigna un lugar de privilegio entre sus juristas insignes”.

Luego Prono recibió de manos de Cantard, Benvenutti y Beltrán una bandeja de plata en reconocimiento a su trayectoria y una acuarela, correspondiendo al primero hablar, con gran calidez y respeto, en nombre de la casa de estudios que lo albergó como estudiante y profesor.

La actividad concluyó con un emocionado discurso de Prono, en el que recordó los distintos momentos vividos en la facultad: su ingreso como alumno, luego de haber completado los estudios secundarios en el Colegio de la Inmaculada, de los padres jesuitas; su participación en las luchas estudiantiles, las prioridades que se había fijado en la cátedra para potenciar la relación profesor- alumno, las amistades logradas y, finalmente, cuando llegó el momento de dictar la última clase. Recuerdos todos atravesados por sólidas convicciones morales y un comportamiento como hombre de bien, tal como reiteradamente fue puesto de relieve anoche.

El final fue el aplauso de pie de los presentes, el reencuentro con ex alumnos y colegas, los saludos y una cena, en la que se le renovó el reconocimiento del que se hizo acreedor.

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El profesional homenajeado en el momento en que habla el rector de la UNL, Dr. Albor Cantard. Foto: Pablo Aguirre