Disertó una especialista en el hospital Alassia
Diarrea y desnutrición: una preocupante combinación
Virus, bacterias o parásitos causan en los más pequeños diarreas agudas, que tanto preocupan a los papás. Muchos ya saben qué alimentos darles para terminar con este síntoma pero todavía faltan modificar ciertas cuestiones medioambientales para desterrar esta patología que, si es crónica, compromete la salud del paciente.

Deposiciones abundantes, líquidas y frecuentes caracterizan a las diarreas agudas.
Foto: Archivo El Litoral
Mariana Rivera
“La tercera causa de muerte en el mundo infantil es un círculo que se da entre la diarrea crónica, la mala absorción intestinal de los nutrientes, la desnutrición y una nueva infección. Ese círculo se va perpetuando y va matando chicos y será mayor cuanto más humildes sean éstos, cuantas menos condiciones higiénicas tengan, cuanto menos condiciones ambientales haya en su entorno y cuanta más agua de pozo y no potable consuman”, sentenció la Dra. Marcela Estigarribia.
La gastroenteróloga infantil participó recientemente de una jornada de capacitación realizada en el hospital de Niños Dr. Orlando Alassia -organizada por la Sociedad Argentina de Pediatría filial Santa Fe- referida a “Niños que prolongan la diarrea: lo que debe saber el pediatra”, que fue coordinada por la Dra. Marta Wagener, gastroenteróloga de ese establecimiento de salud.
La profesional tiene una vasta experiencia en la atención de niños, incluso en nuestra ciudad, ya que tras haber estudiado pediatría en Córdoba hizo su residencia en el hospital de Niños Ricardo Gutiérrez y luego se radicó en Buenos Aires. Por este motivo, tiene la palabra autorizada para plantear que la diarrea es una patología que es advertida por los padres -que están informados y educados al respecto- y por eso consultan al médico. No obstante, siguen muriendo chicos por esta causa.
Según contó, “el otro día llegó al hospital de Ezeiza, donde trabajo, una beba de 6 meses en shock hipovolémico (que es una disminución del volumen circulante de sangre debido a múltiples factores como hemorragias o deshidratación) por vómitos y diarrea y se murió. Esto no se puede entender que pase en Argentina en 2010; no estamos en África”.
Y en este punto, la profesional -que está haciendo el posgrado en Salud Social y Comunitaria del Ministerio de Salud de la Nación- planteó otra preocupante realidad de nuestro país: la feminización de la pobreza.
“En el caso de la beba fallecida, pudimos ver que la mamá tuvo que salir a trabajar, dejar a su hijita al cuidado de la hija más grande, de 15 años, y cinco hermanitos más. Si esa mamá hubiera estado en su casa no hubiera encontrado a su beba en shock. La de 15 años no sabe de este tema. Esto es una cuestión social y una realidad: esa nena se murió -como sucede en África- y eso no puede pasar hoy en Argentina”.

Arroz, polenta, manzana, carne, pecho (para el lactante), agua de arroz y caldo de verduras colados son los alimentos indicados para frenar la diarrea.
Foto: Archivo El Litoral
Todo el año
Por eso, la Dra. Marcela Estigarribia remarcó que “mientras no cambies eso (las condiciones ambientales y sanitarias en las que viven muchas familias en nuestro país), le podés enseñar a la gente a bañar a los chicos o que se lave las manos, pero va a ser complicado si una mamá tiene que bañar a un chico con dos grados bajo cero, usando una garrafa de gas que le sirve para comer y que se acaba si calienta agua para bañarlos. A veces uno tiene que ubicarse en qué medio se encuentra para darle las pautas y el mensaje correctos”.
Cabe mencionar que los papás no tienen respiro con esta enfermedad. Las diarreas agudas pueden darse en cualquier época del año, ya que “las virales se dan sobre todo en el otoño y el invierno y las bacterianas en época de verano”, admitió la profesional.
Al respecto, la gastroenteróloga infantil mencionó que “estamos todo el año con chicos con diarrea y deshidratados. En el invierno, incluso, después de la bronquiolitis llegan los chicos a las guardias de los hospitales deshidratados por los rotavirus y en el verano por las diarreas bacterianas. Ni qué hablar si estos chicos viven en un medio desfavorable”.
Menos deshidratados
También mencionó que “al menos en Buenos Aires y creo que en Santa Fe también está pasando, no llegan las deshidrataciones que veíamos cuando éramos residentes. Incluso, en esa época, el Dr. Juan Carlos Beltramino y otros médicos siempre nos contaban que después de la implementación de las salas de rehidratación oral en Latinoamérica, ellos veían menos de estos casos, y ahora son muchos menos todavía. Vemos que la gente ha aprendido a usar el agua de arroz o advertir una deshidratación si ve que el chico tiene los ojitos hundidos, o a llevarlos al médico para ver si está hidratado”.
Por último, agregó que “si la mamá está canchera maneja sola la diarrea aguda con una dieta hipofermentativa, para recuperar los líquidos que pierde el niño, dándole agua de arroz y caldo de verdura colado por cada deposición que tenga. En las diarreas crónicas hay un compromiso físico del paciente, en su peso, y hay que consultar con el especialista”. Por este motivo, insistió en que “la diarrea es uno de los temas con respecto al cual hay que seguir insistiendo y educando a la gente, a pesar de que ya la tienen un poco más clara”.






