Una oleada que no se detiene
Otro negocio saqueado
Se trata de la pinturería Rivestimento, de calle Saavedra al 3000. Rompieron la vidriera y robaron dinero. Hay un detenido.

“Ya sufrimos tres robos y dos asaltos a mano armada. Ya no dan ganas de seguir”, dijo Germán Eleuteri, titular del negocio.
Foto: Guillermo Di Salvatore
Danilo Chiapello
A menos de 24 horas de lo ocurrido en la heladería A la Americana Express (de Urquiza al 3400) otro negocio de la zona fue blanco de un robo.
Se trata de la pinturería Rivestimento, ubicada en Saavedra 3042, entre Suipacha y Crespo, en el corazón del barrio Constituyentes.
Eran cerca de las 4 de la madrugada cuando Germán Eleuteri (titular de la firma) recibió la peor de las llamadas. Del otro lado de la línea un empleado de una empresa de seguridad lo notificó que alguien había ingresado a su negocio.
Con la urgencia del caso el nombrado salió de su domicilio. A los pocos minutos ya estaba observando los destrozos en el local.
Todo parece indicar que la acción corrió por cuenta de un ladrón que actuó en soledad. Lanzando un medio ladrillo rompió los cristales de la vidriera. Luego con la ayuda de una barreta violentó una pesada reja.
Una vez que se hizo espacio entre los barrotes ingresó al comercio y sustrajo el dinero que había en la caja registradora. Una suma no demasiado abultada, según trascendió.
Es de hacer notar que el estallido del blíndex disparó el sistema de alarmas, lo que también sobresaltó a los vecinos de la zona que llamaron a la policía.
Así las cosas un patrullero no tardó en llegar al sector y tomó cartas en el asunto. Poco después se supo que los uniformados apresaron a un adolescente, quien aparece como el principal sospechoso de ser quien actuó en el lugar.
Pesimismo
Consultado al respecto Eleuteri refirió que “estas cosas provocan un malestar y un desgaste importante. Se hace cuesta arriba. Nosotros ya hemos sufrido tres robos y dos asaltos a mano armada. Entonces nos parece que ya es demasiado”.
Encima siempre repiten la misma modalidad. Te destruyen las vidrieras y saquean la caja. Anoche fue la heladería, ahora me tocó a mí. Entonces me pregunto: ¿no se puede hacer algo para prevenir estos hechos? Aquí en barrio Constituyentes son muchos los negocios que padecemos la delincuencia (ver recuadro).
Ahora tengo que sacar de donde no tengo para reponer los daños. Los vidrios, las rejas. A uno le queda la sensación de que nada alcanza. Hemos puesto alarmas. Nos comunicamos entre los vecinos. Pero los robos siguen. La verdad es que a mí ya me ronda por la cabeza la idea de irme. De todos modos tengo que sacar fuerzas de donde sea para seguir”, culminó.




