LANZAN UN CURSO gratuito

Dejar el “pucho” es posible

El Ministerio de Salud organizó para la semana que viene cuatro encuentros de asistencia para abandonar el hábito de fumar. Provoca el 85 % de enfermedades respiratorias. La OMS considera el fumar como una enfermedad.

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Muchos fumadores reconocen la gravedad de su problema, pero les cuesta tomar la iniciativa como para librarse de él.

Foto: Mauricio Garín

 

Salomé Crespo

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Sobran los motivos para que el fumador abandone el hábito: coronariopatías, cáncer de pulmón, enfermedades respiratorias crónicas, accidentes cerebro vasculares y daños a la piel, entre otros. A la vez, hay quienes apelan al ingenio para sostener el vicio: “facilita la la digestión”, “relaja”, “ayuda a ir al baño”. A pesar de las creencias, el hecho concreto y probado es que el cigarrillo es nocivo para la salud siempre.

El Ministerio de Salud, a través de la Unidad de Promoción de la Salud y en el marco del Programa de Prevención del Tabaquismo, organizó para el 20 del corriente y hasta el 24, cursos para dejar de fumar. A cargo de la doctora Beatriz Martinelli (coordinadora de la Unidad Provincial de Promoción de la Salud y directora de Bioquímica y Farmacia) el grupo interdisciplinario de asistencia integrado por dos psicólogas, médico, nutricionistas y un profesor de educación física.

En diálogo con El Litoral, la médica resaltó la importancia de la prevención del inicio del hábito en los jóvenes: “Los estudios epidemiológicos realizados en nuestra población muestran que la mayoría de las personas lo adquieren en la adolescencia o juventud, antes de los 19” y calificó la adicción como “una epidemia que constituye un grave problema de salud pública”.

En la provincia, está vigente la Ley Nº 12.432/05, que regula los ambientes 100 % libres de humo de tabaco, restringe la publicidad y prohibe la venta a menores de 18 años.

En tal sentido, en Santa Fe se implementa a través del Ministerio de Salud la inclusión de empresas e instituciones “libres de humo de tabaco”, en el marco del Plan Provincial de Prevención del Tabaquismo.

Mitos y verdades

Los concurrentes a los cursos son personas mayores que hace mucho tiempo conviven con el consumo de cigarrillos, según precisó Martinelli.

—¿Qué objetivos tiene el curso?

—Es motivacional, no un tratamiento. Brinda información sobre los daños que produce el tabaco y tabaquismo pasivo y herramientas para que tomen la decisión de dejar y los que dejaron lo mantengan.

—¿Por qué se comienza a fumar?

—Por encuestas que hicimos sabemos que el 75 % de las personas adultas que fuman inician el hábito antes de los 19 años. En la primera juventud, la motivación tiene que ver con lo psicosocial. También con la publicidad de la industria tabacalera que apunta a jóvenes y mujeres. Los primeros son blanco porque serían nuevos clientes y las mujeres porque fuman menos, aunque están en aumento”.

—¿Es posible dejar de hacerlo?

—Sí, y muchas personas lo hacen, depende de cada paciente. Es una adicción crónica que tiene muchas recaídas por eso a veces se necesitan herramientas y apoyo medico.

La psicóloga Jaquelin Giusti definió que los fumadores son personas con una cierta tendencia a la negación como un mecanismo de defensa al daño y a la pérdida de libertad por la dependencia que el cigarrillo genera. A su vez, señaló que lo que primero se hace es trabajar sobre la dependencia física ya que a las 72 horas la nicotina deja de estar en la sangre.

La Organización Mundial de la Salud, considera al hábito de fumar como una enfermedad. “Siempre hay que prestarle atención aunque se fume un cigarrillo por día”, afirmó Giusti.

Medicamentos y asistencia

En el proceso para abandonar el hábito del cigarrillo se utilizan medicamentos y sustitutos de la nicotina en diferentes presentaciones. Actualmente, desde el Ministerio de Salud, están gestionando en el Iapos la cobertura de un porcentaje de los tratamientos.

Una de las drogas es la Vareniclina que se comercializa en 56 comprimidos de 1 miligramo a $ 484. La dosis es de dos por día (según prescripción médica).

Otra es el Bupropión que se vende en farmacias bajo receta archivada como cualquier psicotrópico. La presentación es de 30 comprimidos de 300 miligramos que cuestan $ 60.10 y 60 comprimidos de 150 miligramos salen $ 108.

Como reemplazo de la nicotina, se pueden consumir chicles en presentaciones de 2 miligramos a $ 46.90 y de 4 miligramos a $ 49.90. En la consulta que realizó El Litoral a una farmacia de la Recoleta se pudo comprobar que lo único que tenía eran los chicles. “Los otros medicamentos no los tuve nunca porque son caros y la gente no lo compra porque el perfil de la persona que pretende dejar de fumar es muy complicado y la eficacia no está comprobada”, señaló el farmacéutico.

Como alternativa natural para dejar el pucho, se comercializa en gotas el Acoro (Acorus Calamus), un preparado de hierva. Se suministra cada vez que los fumadores sienten el deseo de prender un cigarrillo y a las pocas pitadas genera un sabor desagradable. El costo es aproximadamente de cinco o seis pesos.


80%

de los asistentes

a estos cursos en la ciudad de Rosario logró abandonar el hábito de fumar.

5 millones

de muertes

se producen al año por consumo de tabaco en el mundo. 1.5 millones son mujeres.

75%

de los fallecimientos

por fumar ocurren en países de ingresos medios y bajos.

30%

de coronariopatías

son provocadas por el hábito y un 83% de cáncer de pulmón.

85%

de enfermedades respiratorias

crónicas las genera fumar y un 50 % de accidentes cerebro vasculares.

Para participar:

El curso de “Cesación Tabáquica” comienza el lunes 20 del corriente hasta el viernes 24. Es gratuito, coordinado por un equipo de médicos, psicólogos y organizado por el Ministerio de Salud de la provincia.

Los encuentros serán en calle San Luis 2740 de 19 a 22. Para inscripciones: 342 - 4573787 y por mail: [email protected]