Artes Visuales

“El universo y el tiempo”

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Domingo Sahda

En el Centro Experimental del Color, Rivadavia 2898, Santa Fe, se exhibe desde días atrás una colección de trabajos plásticos que reúne obras de la artista plástica Nilda Marsili, en tanto que en un espacio mas reducido del mismo sitio se muestra una colección de dibujos de Federico Marsili, de quien se nos informa que participa de la exhibición en carácter de artista invitado con una proposición plástica diametralmente opuesta a la de Nilda Marsili.

Nilda Marsili agrupa proposiciones visuales circunscriptas a proyecciones subjetivas de sí misma referidas a su relación y comprensión del Universo y el Tiempo, dos cuestiones de carácter esencialmente científico y filosófico que desde su mirada creativa tienen vinculaciones de calidad plástica y poética, y en tal carácter se exhiben, a modo de interpretación artística.

En todos los casos, en esa muestra se trata de obras de distinta envergadura y calidad, sean tanto en el plano bidimensional como dentro de los límites de la tridimensión real, cual volúmenes tangibles referenciados como metáforas y que la autora denomina genéricamente como “Artefactos”.

En los llamados Dibujos en los que el diseño, tanto sea global como segmentado, definen estructuras visuales contrastadas, el color aparece como manifestación cuasi tangencial en algunas obras a la vista, eludiéndose la sobrecarga específica del color en su densidad matérica y sensorial como refracción de la luz, entidad constitutiva en la percepción del universo, tema central de la exposición. Ocasionalmente se dan las parcelas y trazos pigmentados sólo como señalizaciones y definición de áreas compositivas.

La organización visual del ritmo contrastado blanco-negro, plano indeterminado por sobre el cual se trazan grafías tenidas como escritos referenciales caracterizan una parte de la producción que se exhibe. En estos casos el texto se conjuga como mediación explicativa de los enigmas a los que nos remite la autora. La proyección un tanto enigmática y autosuficiente define el perfil de estas piezas. Mediante estas resoluciones Marsili nos induce a penetrar en estos enigmas discursivos, prevaleciendo la idea de austeridad estética por sobre el impacto emocional de las formas dibujadas en el plano.

Las proposiciones denominadas Artefactos, señalizaciones verticales de considerable volumen, se imponen como mojones en el recorrido de la muestra. En estas obras se destacan, tanto sobre sus superficies como en forma de elementos compositivos sobreagregados diferentes elementos que ilustran y orientan el sentido expresivo de cada obra en cuestión, todos ellos anclados en la idea general de la muestra. Se intenta mediante estos recursos visuales comprender/explicar el sentido general de la exposición que la autora anuda a la cita impresa en la tarjeta/aviso de la exposición. “La mayoría de las veces resulta imposible separar la Ciencia de la Poesía”, afirmación aventurada cuya contundencia es, cuanto menos, opinable sea tanto por los propósitos intrínsecos de cada quehacer humano cuanto por las resoluciones a las que se arriba en cada caso. En este marco de explicitaciones visuales Nilda Marsili ancla su propuesta, acotando la fruición de la vivencia estética y comunicativa intrínseca del lenguaje visual a una cierta afirmación conceptual que apela a signos y resoluciones artísticas para hacerse visible y tangible. La rotunda afirmación de las certezas se impone por sobre las dubitaciones de la poesía de la forma plástica, y en esta proposición de acercamiento y vínculo el desafío visual se subsume en el dato científico que se ilustra.

El montaje de tres cajones intervenidos que metaforizan la mensura del tiempo, en su vinculación de relojes de péndulo, precisamente, por su rítmico balanceo, plantados sobre una superficie atiborrada de caracoles intervenidos como otra metáfora del tiempo, contrastándose la hipotética velocidad del andar de los mismos con la recurrencia mecánica de los relojes nos induce a la idea del tiempo que fuga. Tiempo es aquí lo que transcurre.

Universo es lo dado como continente. Entre estos parámetros transcurre la poesía de la aventura humana que Marsili señala levemente.

Por su parte, Federico Marsili, el artista invitado, presenta pequeños dibujos de precisa y ortodoxa resolución plástica. La irrealidad de las situaciones gráficas en estos trabajos se carga de una cierta poética inocente: convive el dibujo como arquitectura expresiva de la línea y el espacio -soporte con algunas imágenes que remiten al dibujo de animación o ilustración temática. Técnicamente irreprochables se muestran como autosuficientes resoluciones visuales que no cuestionan ni problematizan.

Son buenas, prolijas elaboraciones que se visualizan como tentativas de búsqueda personal que se sostienen entre el pudor y la modestia expresiva.

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Obras de Federico Marsili.

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Obras de Nilda Marsili.