Visita a Rosario en el marco del Bicentenario

Felipe González: “El mundo ha cambiado radicalmente”

El líder socialista recomendó reformas institucionales que aporten previsibilidad para la toma de decisiones; la formación de capital humano y esfuerzo para concretar la infraestructura que integre la región.

Teresa Pandolfo

[email protected]

Preciso en sus conceptos -en los que acudió al humor, incluso con respecto a sí mismo y a su gestión- el ex premier español Felipe González brindó ante funcionarios provinciales y municipales y empresarios de Rosario una exposición que resultó una cátedra sobre cómo se está moviendo el mundo, a partir de los cambios operados desde la caída del Muro de Berlín y la revolución tecnológica informática.

“El mundo cambió radicalmente entre 1989 y el comienzo de la crisis en el 2007. El mundo es radicalmente distinto, y la obligación de nuestro país y de la región es plantearnos cómo insertarnos en esta realidad mundial”, dijo quien gobernó España 1982 y 1996.

“La globalización hizo crecer las desigualdades, pero no la pobreza. Hay más participación de los países emergentes versus de los países noroccidentales. Ahora, el G7 no puede regir las reglas del mundo, tiene que recurrir al G20. Esta nueva realidad mundial -dijo- no es reversible por lo que se deben encontrar las soluciones por el camino de las ideas y de las propuestas. La crisis financiera ha funcionado como un antes y un después”, expresó el ex premier ante un calificado auditorio.

Felipe González llegó a Rosario invitado por el intendente Miguel Lifschitz y la Fundación Estévez Boero, en el marco de las actividades organizadas por la ciudad del sur con motivo del Bicentenario. Tuvo una reunión privada con el gobernador Hermes Binner, compartió un almuerzo con invitados especiales donde habló, y luego dio una conferencia en el Teatro El Círculo.

***

Acostumbrado a ser un hombre de Estado y ahora con la posibilidad de mirar globalmente el funcionamiento de los países y bloques desde la perspectiva de la experiencia, el dirigente del Partido Socialista Español no efectuó una sola alusión a la política interna argentina, ni tampoco a la santafesina.

El auditorio lo siguió todo el tiempo con particular atención. “Cuando llegué al gobierno, el ingreso per cápita de España era de 4.500 dólares; cuando lo dejé, de U$S 15.000. Y ahora está en U$S 34.500. No es para llorar en las esquinas. Puede haber descontento, pero quejarse en términos históricos, no”, dijo el hombre que transformó la economía española e insertó a su país en la Unión Europea y en el mundo; punto que fue reconocido en su presentación por el periodista Pablo Feldman y luego por el intendente Lifschitz, quien le dio la bienvenida.

***

González eligió analizar la situación mundial conforme a los estados de ánimo. “La economía no es una ciencia, depende de la confianza, como la fe. Si medimos la situación por el estado de ánimo de los habitantes de los países asiáticos, en plena crisis -comparable a la Gran Recesión del ‘29- dijeron que estaban viviendo mejor que antes. Y que, a su vez, sus hijos vivirían mejor que ellos el futuro.

“Esto no ocurre en Europa; los europeos están convencidos de que sus hijos tendrán menos oportunidades que ellos y también se lo escucha en algunos países de América Latina -aunque yo soy optimista respecto de ella-, salvo Brasil, donde consideran que su presente y futuro son brillantes; que tienen problemas que resolverán y un futuro que les pertenece”, señaló el orador.

Se refirió luego a Estados Unidos y en especial a lo que le ocurría a Barack Obama. “Los factores de ingobernabilidad de las democracias más avanzadas, se le están viniendo en contra”, precisó.

Fue en este punto, al referirse a estos factores de ingobernabilidad, que aludió a los cambios radicales que se dan a nivel global.

El ex premier puntualizó que “Occidente ya no es el gran productor de manufacturas -lo es China- y tampoco va seguir dictando el precio de las materias primas. Hay una nueva realidad que pasa por los países emergentes como China, India e incluso los de América Latina.

“La riqueza mundial aumentó: 400 millones de chinos han salido de la pobreza extrema. India se ha convertido en una potencia industrial y tecnológica”, remarcó, a la vez que puso como ejemplo que el acero de excelencia que consume Alemania, se produce en la India. “La broma se ha hecho realidad”, confirmó.

***

“La crisis ha puesto de manifiesto los problemas del mundo. Soy optimista respecto de la inteligencia de Europa y Occidente: creo que se pueden entender los desafíos, pero no tanto respecto de la voluntad”, precisó.

En orden a este pensamiento, dijo que Europa tardó en reaccionar ante la crisis y fundamentó su opinión en que el impacto de la implosión del sistema financiero fue más fuerte en la economía real de países de ese continente que en otros.

A continuación señaló que de 12 países que integraban la Unión Europea ahora se pasó a 27. “Esto ha sido un factor de estabilidad y de paz”, pero -dijo- deberán darse reformas, algunas de fondo. Europa tiene una población activa cada vez menor y esto hace insostenible el estado de bienestar, pero rechaza los flujos migratorios que son su única solución. “Se da una relación extraña en estas políticas”, ironizó.

En otro momento de su alocución, opinó que había pasado “la fase recesiva de la economía” y consideró que “la parte optimista radica en los países emergentes: China, India, América Latina, Sudáfrica... pero no la Unión Europea”, aseveró.

***

—¿Cómo nos insertamos en esta nueva realidad? -interrogó. Y refiriéndose a la Argentina y a las características de la provincia de Santa Fe, dijo que la demanda de materias primas “va a seguir, es una esperanza para Argentina”. Pero también preguntó si era suficiente cuando se dependía de la compra de otros. “Estamos ante una nueva relación de dependencia, que no es clara, pero que aparecerá”, advirtió el ex premier español.

Se interrogó, a modo de ejemplo, por qué Europa no había producido un elemento global de las características de google y otras redes. “Nuestra cultura no es proclive a la innovación y a la toma de riesgos, y la tecnología está disponible, a precios accesibles”, dijo, para reafirmar una vez más en su alocución la necesidad de dar ese otro salto a nivel tecnológico.

***

Como prioridades para la inserción mencionó la necesidad de concretar reformas institucionales “para darle seguridad jurídica a nuestros ciudadanos” y apuntó que, más allá de las ideologías, “los países emergentes van hacia el desarrollo, y éste es igual a previsibilidad en la toma de decisiones. El desarrollo exige inversiones a mediano y largo plazo y para ello se necesita previsibidad”, enfatizó.

***

El hotel donde tuvo lugar el almuerzo se encuentra a metros de la ribera. A la altura de Rosario, el río Paraná es imponente y en un día de atmósfera limpia como el de ayer, en el paisaje sobresalía la entrada y salida de barcos y barcazas hacia los puertos del Gran Rosario.

La panorámica no pasó desapercibida para González. “Hay que capitalizar físicamente a la región. Estamos ante la Hidrovía más importante de América Latina que debe actuar como mecanismo de integración regional”, dijo, y relató que en Europa el comercio interregional representa el 76 % del total del intercambio; en América Latina es el 7 %.

“Hay que mejorar la infraestructura y el capital humano y a esto se lo debe lograr con un mix de lo público con lo privado. El Estado no va a ser suficiente; tampoco la Universidad. Debe concretarse una gran coalición entre los sectores privado y público por un proyecto de país”, dijo enfáticamente.

En la última parte, como corolario de la visión que había transmitido, se refirió a la educación, señalando que “hoy toda reforma educativa necesita involucrar a la revolución tecnológica para la formación del capital humano”.

La especial mención conclusiva sobre el capital humano como elemento esperanzador, no fue casual: lo había ya expresado al principio: “La realidad mundial de hoy no es reversible, por lo que se deben encontrar las soluciones por el camino de las ideas y de las propuestas”.

“No hay nada más imprevisible ni más apasionante que el mundo de ahora.

Felipe González

ex premier español