Cirugía exploratoria
Van a operar al profesor baleado
Se trata de un estudio de la arteria aorta. Evaluarán si hay otros órganos dañados. El estado del docente, si bien no es grave, sigue siendo de cuidado.
Cirugía exploratoria
Van a operar al profesor baleado
Se trata de un estudio de la arteria aorta. Evaluarán si hay otros órganos dañados. El estado del docente, si bien no es grave, sigue siendo de cuidado.
Danilo Chiapello
Al cierre de esta edición, los médicos a cargo de la salud de Gustavo Medrano (el docente baleado ayer en Santo Tomé) habían decidido someterlo a una intervención quirúrgica.
“Se trata de un proceso exploratorio de la arteria aorta”, precisaron voceros calificados del nosocomio. Agregaron que tratarán de determinar si la bala, en su caprichoso recorrido dentro del cuerpo, pudo dañar algunos otros órganos.
Más adelante confirmaron que la situación general del paciente, si bien por el momento no es grave, amerita los máximos recaudos.
La esposa
“Gustavo es fuerte y no estamos solos”.
La frase pertenece a Indira Altamirano, esposa del profesor de Educación Física baleado ayer, y resume el estado de ánimo con el que afronta el difícil momento.
Como se sabe, la pesadilla comenzó a media mañana de la víspera cuando recibió la peor de las noticias: su marido, Gustavo Medrano, había sido alcanzado por un disparo de arma de fuego.
El lugar: Santo Tomé, en el campo de deportes de la Escuela Nº 340 República del Perú, donde el hombre se encontraba dando clases.
De repente, un intruso que ingresó al predio. El “profe” fue a su encuentro e intentó sacarlo. La respuesta del desconocido fue casi letal. Un balazo a quemarropa al estómago del docente. Luego hizo otros dos tiros al aire para, finalmente, escapar.
En el hospital
A partir de entonces los pasillos del hospital Cullen se convirtieron en un sitio conocido para Indira, que le hace “el aguante” a su esposo.
En diálogo con este diario, la mujer explicó el informe que terminaban de darle los médicos.
“Ahora le van a hacer un estudio de la aorta. Ocurre que la bala está muy pegadita a la aorta, entonces existe temor que, con el movimiento de la arteria, se produzca una lastimadura por fricción”.
A continuación, indicó que, “como la bala atravesó muchos órganos, lo que quieren ver es que no esté dañada una parte del intestino, que no esté lesionado levemente. Que ahora no manifieste síntomas y que, después, quizás en 76 horas, comiencen los problemas”.
Respecto del proyectil, sostuvo que “lo que menos les molesta a los médicos es el proyectil. Es por eso que no les preocupa extraerlo. En el estudio que le van a hacer de la aorta van a ver qué pasa con la bala. Si es necesario, la van a sacar y, si no, la van a dejar.
“Él en todo momento estuvo lúcido y consciente. Está muy fuerte. Estaba preocupado preguntando si hubo otros chicos lastimados. Es como que no dimensionó aún el peligro que corrió y todo lo que le pasó”.
La versión del “profe”.
Consultada sobre la versión que Gustavo le dio de los hechos, dijo que “lo que él cuenta es que estaba en clase con sus chicos y, en un momento dado, se dio vuelta porque vio a una persona extraña”. Al darse cuenta de que esa persona no era de la escuela, le preguntó algo así como “¿qué querés? o ¿qué hacés acá?” y entonces recibió el tiro.
Hasta el momento, todo es muy confuso porque tanto su declaración como la de los chicos, los testigos y demás, todas fueron dadas bajo una profunda conmoción.
Sin rencor
“Yo en este momento no siento rencor ni tengo ganas de gritar “¡Que lo atrapen!’ (al agresor), nada. Estoy focalizada aquí en el hospital, en la salud de mi marido. No me importa más nada... por ahora. Calculo que esos sentimientos vendrán luego seguramente. “Quiero decir que no estamos solos. Docentes, directivos, Ministerio de Educación, Región IV, Amsafe, colegas, en fin, todos fantásticos. No están ayudando mucho. Facilitando todo lo que sea trámites y papeleríos. Imaginen que tenemos que estar aquí y a la vez tramitar el accidente laboral. Recién llamó la ministra, en fin...”.
Por último, Indira comentó que Gustavo “hace ya unos 15 años que trabajaba en esa escuela. Él está muy comprometido con su profesión y con esa escuela. Habían ya tenido problemas de inseguridad, como dijeron sus compañeros, con robos de bicicletas y demás. Pero jamás imaginamos que podía ocurrir algo así”, concluyó.
Dadores de sangre
Familiares del profesor herido solicitan dadores de sangre Grupo O, Factor RH positivo. Quienes puedan colaborar debe presentarse en ayunas en el hospital Cullen.

“Gustavo es fuerte y no estamos solos”, dijo Indira Altamirano (la esposa del docente herido) en su vigilia en el hospital Cullen. Foto: Danilo Chiapello
Cayó el asaltante de la maestra
Un joven de 18 años fue detenido en horas del mediodía de ayer, cuando la policía allanó un domicilio ubicado en avenida Teniente Loza al 6700, en el extremo noroeste de la ciudad. Los investigadores tienen indicios que lo señalan como el autor de un violento asalto cometido días atrás contra una docente y el juez de Instrucción que intervino dictó su incomunicación. El ataque a la maestra fue perpetrado el martes, a muy pocos metros de donde ahora fue apresado el sospechoso. Esa mañana Natalia Edith Insaurralde, docente de 23 años que dicta clases en la Escuela San Luis Gonzaga, fue abordada por un joven armado con un cuchillo. El violento delincuente llegó a provocar cortes en las manos de su víctima e intentó apuñalarla en el abdomen, pero el arma blanca no pasó a través del abrigo, que terminó salvándole la vida.