El Ministerio de Educación de la Nación
Declaran de interés público la formación de profesores
Profesor Claudio Lizárraga, decano de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la UNL. Foto: Mauricio Garín
En diálogo con El Litoral, el decano de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la UNL, profesor Claudio Lizárraga, destacó la importancia de la decisión, largamente ambicionada desde que se debatió la Ley de Educación Superior.
Graciela Daneri
Con la Resolución Nº 50 del Ministerio de Educación de la Nación se viene a cumplir una de las reivindicaciones históricas desde los tiempos en que se debatió la Ley de Educación Superior: considerar la educación propiamente dicha como una carrera de interés público. Hasta el momento sólo poseían esta categoría algunas pocas disciplinas.
Sobre esta importante conquista, dialogamos con el Prof. Claudio Lizárraga, decano de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Universidad Nacional del Litoral, quien advirtió que esta temática generó intensas discusiones en el seno del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), dentro del cual él integra la Comisión de Acreditación de los Profesorados, además de ser miembro de la comisión directiva de la Asociación de Facultades de Humanidades y Ciencias de la Educación a nivel nacional.
Razones de una conquista
—¿Por qué es considerada una conquista?
—Porque hasta el momento sólo habían sido declaradas de interés público carreras tales como las ingenierías, medicina, veterinaria, arquitectura, las cuales ya habían atravesado los procesos de acreditación. En tanto nos preguntábamos si las disciplinas concernientes a los derechos del ciudadano a la formación no implicaban también una cuestión de interés público, como lo son las carreras antes citadas. Porque siguiendo el pensamiento sarmientino, quien enseña mal no educa al soberano ni construye soberanía.
—¿Y por qué para la acreditación de los profesorados sólo se han priorizado áreas como química, matemática, física y biología?
—Simplemente por una razón práctica: estas áreas están vinculadas con unidades académicas que ya han logrado acreditación y se estimó propicio comenzar por estos profesorados. Pero esta prioridad no hay que verla como una discriminación con respecto al campo de las ciencias sociales y humanísticas.
Los profesorados en letras, geografía e historia están en la agenda del CIN como continuación de aquéllas y venimos trabajando intensamente en este sentido, pues nos atañe directamente, en tanto nuestra facultad concentra la totalidad de los profesorados, excepto el de química, que lo compartimos con la FIQ.
En la búsqueda de consensos
—¿Los procesos de acreditación de los profesorados se hacen por consenso entre todas las universidades públicas del país?
—En esto está trabajando fuertemente el Consejo Universitario de Ciencias Exactas y Naturales, así como la Asociación de Facultades de Humanidades y Ciencias de la Educación, coordinando la elaboración de los estándares sobre los contenidos que refieren a la formación en la disciplina específica y a la vinculada con los aspectos pedagógicos. Porque todo ello tendrá como destinatarios a los jóvenes de la escuela media y a los que concurren a otras instituciones no universitarias en las cuales se forman profesores.
Este cruce rompe los cercos disciplinares, pues hay que conocer a fondo la disciplina y a la vez saber enseñarla. Es todo un desafío que tendrá sus resultados para finales de este año. No obstante cabe destacar que en nuestra facultad tenemos la ventaja que hay muchos profesores de ciencias exactas y naturales que se han preocupado personalmente en formarse en el campo pedagógico.
—¿Se trabajará también con las distintas jurisdicciones que tienen profesorados no universitarios?
—Cada universidad tiene que hallar los caminos que nos lleven a conversar estos temas, porque es una responsabilidad que nos compete a todos, ya que tienen un único destinatario: los jóvenes de las provincias. En el caso de Santa Fe, sería fructífero que trabajen en forma conjunta y colaborativa las dos universidades nacionales que tenemos aquí -la del Litoral y la de Rosario- con la jurisdicción provincial.