Por una supuesta violación a las normas contra el blanqueo de dinero

El Vaticano está “perplejo” por la investigación al titular de su banco

2.jpg

Ettore Gotti Tedeschi, presidente del Banco Vaticano, en Roma. Gotti Tedeschi está siendo investigado por la Fiscalía de Roma por supuesta violación de las normas sobre la prevención del blanqueo de dinero. Foto: AGENCIA EFE

La Fiscalía de Roma investiga a Gotti Tedeschi junto con otro importante directivo de la entidad financiera vaticana.

 

[email protected]

EFE-DPA-Télam

La Santa Sede expresó su “perplejidad y asombro” por la investigación abierta por la Fiscalía de Roma al presidente del Banco Vaticano, Ettore Gotti Tedeschi, por supuesta violación de las normas sobre la prevención del blanqueo de dinero.

Mediante un comunicado de su Secretaría de Estado, El Vaticano reiteró la “clara voluntad” que existe por parte de su banco, conocido como Instituto para las Obras de la Religión (IOR), de ofrecer “plena transparencia” en lo que respecta a sus operaciones financieras, y confirmó su “máxima confianza” en el presidente de la entidad.

“Las autoridades del IOR desde hace tiempo están trabajando en los contactos y reuniones necesarios, ya sea con el Banco de Italia o con los organismos internacionales competentes, para la inserción de la Santa Sede en la llamada Lista Blanca”, aseguró El Vaticano. “La Santa Sede manifiesta por ello perplejidad y asombro por la iniciativa de la Fiscalía de Roma, teniendo en cuenta que los datos informativos necesarios están ya disponibles en la oficina competente del Banco de Italia, y operaciones análogas tienen lugar actualmente con otras entidades de crédito italianas”, añadió.

El comunicado de la Santa Sede llega después de que se conociera ayer que la Fiscalía de Roma investiga a Gotti Tedeschi junto con otro importante directivo de la entidad financiera vaticana y que se había decretado la incautación preventiva de 23 millones de euros de una cuenta corriente del banco Crédito Artigiano a nombre del Banco Vaticano.

La Fiscalía indaga, en concreto, dos operaciones bancarias que preveían la transferencia de 20 millones de euros al banco de negocios JP Morgan, en Fráncfort (Alemania), y de otras tres entidades a la Banca del Fucino, por las que, según los investigadores, no se facilitó la información necesaria impuesta por la normativa contra el blanqueo de capitales.

“En lo que respecta a los importes citados, se manifiesta que se trata de operaciones de transferencia por tesorería en entidades de crédito no italianas cuyo destinatario es el mismo IOR”, indicó El Vaticano.

La Santa Sede insistió asimismo en su “clara voluntad” de colaborar en la plena transparencia de las operaciones financieras del IOR mediante “procedimientos destinados a prevenir el terrorismo y blanqueo de capitales”.

El IOR, con sede en la Ciudad del Vaticano y personalidad jurídica propia, fue fundado por el papa Pío XII en 1942 y se vio salpicado a principios de la década de los 80 por el escándalo de la quiebra del Banco Ambrosiano de Roberto Calvi, quien fue encontrado ahorcado bajo un puente de Londres en 1982.

 

/// EL DATO

Paraíso fiscal

El Banco del Vaticano, conocido como Instituto para las Obras de la Religión (IOR), gestiona cuentas de órdenes religiosas y otras asociaciones católicas que utilizan el estatus de paraíso fiscal de la Santa Sede.

En 1982 el IOR se vio implicado en el colapso del banco italiano Banco Ambrosiano, del que era el mayor accionista. En aquel momento, se consideró acusar al entonces presidente del banco, el arzobispo Paul Marcinkus, pero su inmunidad diplomática como prelado del Vaticano lo protegió.

“Un comunicador al cien por cien”

El papa Benedicto XVI “es un comunicador al cien por cien, pero no un hombre de medios de comunicación”, dijo hoy en entrevista Diego Contreras, decano de la Facultad de Comunicación de la Iglesia, la única en el mundo de su género, perteneciente al Opus Dei y con sede en Roma.

Para el español Diego Contreras, el Papa como teólogo “no es un manipulador, es decir, no es un hombre que dice a la opinión pública lo que quiere escuchar”.

Gobierno y comunicación están muy unidos, “pero la Santa Sede no fabrica nada, no es una empresa, tiene un esquema muy complejo para la comunicación porque el Papa no levanta el teléfono y dice lo que se tiene que hacer”, agrega.“Eso transmite una sensación de falta de eficacia porque en el resto de los Estados sí es así, porque el presidente del gobierno levanta el teléfono y fulmina a un ministro. Eso no lo hace el Papa, es más complicado”, asegura.