Curtiembres, calzado y manufacturas

La falta de cueros repercute en las industrias derivadas

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Hoy el cuero es un insumo escaso. Foto: Archivo El Litoral

La drástica disminución de la faena de hacienda vacuna generó un tironeo por el insumo básico por parte de quienes lo industrializan. Buscan un entendimiento en cuanto a precios.

 

Teresa Pandolfo

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Según datos oficiales, en los primeros seis meses de este año, la faena de hacienda cayó un 25% respecto de igual semestre de 2009, hecho que ha tenido una fuerte repercusión en la cantidad de cueros disponibles y, lógicamente, en los valores para acceder a ellos.

A lo mencionado se suma que no menos del 80% de los cueros se exportan y que la demanda del comercio exterior ha vuelto a ser sostenida luego de un año 2009 de profunda crisis, en que se frenaron las compras desde el exterior. Tradicionalmente, para el mercado interno queda entre un 15/20 por ciento.

La escasez de cueros por menos faena y el renovado impulso internacional ha llevado a que el precio del cuero se dispare. Al año 2009 por las causas apuntadas se lo considera atípico en cuanto a valores y no se lo toma como referencia para hacer comparaciones, pero sí gran parte del ejercicio anterior, en que el kilo de cueros se pagaba entre 3 y 3,50 pesos. Ahora se lo cotiza entre $ 5 y $ 5,40 y el impacto lo están sufriendo todas las industrias derivadas.

Tanto precio como seguridad de abastecimiento del mercado interno son motivos de negociación entre las partes, con el telón de fondo de las secretarías de Industria y de Comercio Exterior de la Nación. Una arista que no puede dejar de evaluarse es que las industrias involucradas representan miles de puestos de trabajo.

Desde las curtidoras

El presidente de la Cámara Argentina de la Industria Curtidora, doctor Eduardo Widler, en diálogo con El Litoral admitió que se están manteniendo reuniones con el gobierno para encontrar salidas. “La capacidad industrial de las plantas curtidoras hoy es muy superior a la materia prima disponible”, dijo al principio de la charla telefónica.

“Todo cuero disponible, se curte”, precisó el dirigente, quien recordó que la curtidora es una de las actividades más antiguas del país. En la actualidad hay instaladas unas 200 plantas, de las que dependen entre 18.000 y 20.000 personas.

“Estamos hablando de una presencia en el país que va desde el 1700 al 2010, y que se trata del primer eslabón de una cadena de valor para un producto que luego va a ser utilizado por otras industrias como la del calzado o la de artículos de cuero; aun cuando determinadas manufacturas que la industria curtidora encaró, han sido un éxito”, precisó el Dr. Widler, en referencia a por ejemplo la elaboración de fundas para vehículos.

Indico, además, la evolución y permanencia favorables en el mercado internacional que ha tenido el sector: “De un aporte de 250/300 millones de dólares se llegó a los 900 millones de dólares”. El presidente de la Cámara se refirió a los avatares del mercado externo con una muy pronunciada caída de ventas en 2009 de casi el 50%, “en la segunda mitad del año comenzó a mejorar”.

“Se compra lo disponible y se curte todo -dijo- porque la industria es demandante de toda la materia prima disponible. La intención es asegurar la mercadería en calidad y precio. Nuestro propósito es contribuir a que el mercado local esté abastecido”, dijo Widler, aunque evitó hablar de a qué valores.

Las manufactureras

En tanto, el Lic. Esteban Ferreyra, asesor económico de la Cámara Industrial de Manufacturas de Cuero, ratificó las dificultades de las fábricas manufactureras -monturas, carteras, vestimenta y otros artículos de cuero- y de la industria del calzado para hacerse de los cueros y centró la raíz del problema en la caída de la faena. El sector manufacturero computa unos 10.000 puestos de trabajo en el país y otros 30.000 en las de calzados.

A su juicio en las reuniones que se están llevando adelante se trabaja en “una diferenciación de mercados”, cuestión que está en proceso de análisis con los representantes de los sectores involucrados y funcionarios nacionales.

Las conversaciones entre los sectores privados persiguen encontrar un mecanismo de provisión del mercado interno, a un precio razonable, que estaría en el orden de los 4 pesos el kilo de cueros.

La situación derivada de la caída de la faena no es de sencilla resolución para nadie. Desde los sectores privados, por ahora, se evita hablar de cupos e indican que “es más interesante” un compromiso de seguro abastecimiento. En este contexto se reconoce que no todos los sectores han logrado un igual desarrollo en cuanto a producto de calidad y mucho se pone el acento en la capacidad industrial ociosa de las curtiembres.

El sector de calzado

La Cámara del Calzado de Santa Fe, con sede en Rosario, tiene asociadas 65 fábricas pero según información obrante habría unas 170 empresas, muchas de ellas Pymes, instaladas en la provincia.

Fuentes de la entidad sostuvieron que algunas empresas han sufrido problemas en la entrega de los cueros procesados o que las curtiembres les están solicitando que las compras se programen con más anticipación. Las dificultades son mayores para las plantas más pequeñas.

En cuanto a los precios, en cueros de calidad que se destinan a calzados de alta gama, se sostiene que respecto de esta misma época del año pasado, las empresas han encontrado aumentos del 50% de aumento respecto de 2009.

 

/// EL DATO

Hacienda

Según datos del Senasa, el stock ganadero pasó de marzo de 2008 a marzo de 2010 de 57.580.000 a 48.240.000 cabezas. Es decir, 9.340.000 ejemplares menos.