Al menos tres veces por semana es aconsejable hacer actividad física.

La primavera moviliza a muchas personas a pensar de nuevo en su cuerpo, si es que lo ha dejado olvidado durante el resto del año. Por este motivo, los primeros días cálidos hacen que, con menos ropa, empecemos a ver qué quedó de más del prolongado invierno y que tomemos conciencia de que es hora de ponernos en marcha para mejorar nuestra figura.

Los gimnasios comienzan a poblarse y las avenidas y los paseos de nuestra ciudad se llenan de gente que se pone en movimiento para llegar bien al verano. Pero también nos empezamos a cuidar en las comidas o recurrimos a profesionales para bajar de peso.

Nosotros consultó sobre estos temas al Prof. de Educación Física Jorge Cabral y al médico nutricionista Máximo Ravenna.

Si pensamos en la actividad física es clave a la hora de bajar o mantener nuestro peso, además de sentirnos con más energías, ágiles, con mejor postura y con nuestros músculos tonificados. Si bien es aconsejable realizar esta práctica saludable todo el año, en la medida de nuestras posibilidades, muchos se empiezan a ocupar del cuerpo con los primeros calores de la primavera.

“Una de las cosas que siempre ocurre en los gimnasios es que la gente empieza a venir en septiembre, con la esperanza de tener un cuerpo formado o de bajar de peso para enero que es cuando va a ir a la playa o tiene previsto salir de vacaciones. Eso se torna un problema porque las actividades se deben mantener todo el año para mejorar la calidad de vida”, admitió Jorge Cabral, profesor de Educación Física.

Sin embargo, si la decisión de cuidar el cuerpo está tomada hay que aprovechar la oportunidad. “Les aconsejamos que empiecen con calma, que no se apuren, que pueden hacer todas las actividades, dependiendo de si tienen alguna enfermedad; en ese caso el médico debe evaluar qué tipo de actividad encarar. Pero si la persona está sana puede empezar con cualquiera y el profesor se va a encargar de regularla durante las primeras semanas, hasta que se vaya poniendo a tono”, aclaró.

En tanto, mencionó que “hay gente que empieza todos los años en septiembre a concurrir al gimnasio, motivo por el cual tiene un registro en la memoria de las actividades, de manera que quizás en 15 días o un mes retoman el training de la continuidad”.

CON ASESORAMIENTO

Consultado en relación a si lo ideal es hacer una actividad aeróbica u optar por los aparatos y la sobrecarga, el profesor comentó que “por lo general, la gente viene con la demanda de estar en forma y no tiene en claro qué quiere hacer. Los chicos jóvenes quieren tener músculos para el verano, mientras que las mujeres quieren tono muscular en las piernas y los glúteos. Sabemos que la combinación de ambas cosas es lo ideal, por lo que tratamos de encaminarlos para cualquiera de las dos formas, pero asesorarlos bien, de manera que vayan haciendo esa actividad de manera progresiva”.

Asimismo, Jorge Cabral recomendó que “la constancia en la actividad física es fundamental. Soy partidario de hacer algo todos los días pero quizás con tres veces a la semana ya es suficiente. Los resultados se empiezan a ver enseguida porque la gente empieza a sentirse bien, dinámica, ágil; se ve al espejo y observa que tiene buena postura; si tiene un poquito de panza se va desinflando; empieza a ver tono muscular. Todo ésto lo incentiva a seguir yendo al gimnasio”.

En tanto, aclaró que “la gente, por lo general, hace actividad física sola, pero yo recomiendo que si puede vaya a un gimnasio, porque va a ser mejor, ya que hay profesionales que se dedican a comprender y analizar lo que buscan, y van a ver logros más rápido”.

TOMAR CONCIENCIA

Por último, el profesor agregó que “si la persona no tiene tiempo o dinero para ir a un gimnasio queda como alternativa la caminata, que está bien como forma recreativa pero quema pocas grasas y no da tono muscular. Aconsejamos hacerla en un lugar lindo, recreativo, adonde se pueda sentir el intercambio con la naturaleza”.

Y concluyó: “La gente debe tomar conciencia más que nunca de hacer una actividad física por el estrés social que hay en todos los ámbitos. Se vive a mil, estresados, con problemas en el trabajo. Todo ésto trae serios problemas en la salud, como enfermedades cardíacas, hipertensión, obesidad, problemas posturales. Entonces, así como deben ir a profesionales para hacer una dieta tienen que concurrir a un gimnasio para ser asesorados por profesionales. Esa plata que destinan nunca se pierde porque se gana en calidad de vida, en mejorar la casita que uno tiene, para poder seguir habitándola de la mejor manera posible”.

ALIMENTOS Y SUS EFECTOS

El Dr. Máximo Ravenna -médico nutricionista- ofreció algunas advertencias en relación a cómo actúan ciertos alimentos denominados palatables, que causan placer al ingerirlos, de manera de saber contrarrestar esta acción para no comer de más.

“Hay que aprovechar el aire libre y las buenas temperaturas de esta época para empezar a activar nuestro cuerpo cinco o seis días por semana, además de sostener buenos hábitos de vida y de pensamiento para que no nos estemos enroscando en sensaciones de tensión o angustia que lleven a pensar en una vía de escape (como es la comida)”, sugirió.

Pero también advirtió que “hay que usar la lucidez y la inteligencia para que, cuando el cuerpo está en condiciones, uno pueda observar una mejoría rápidamente; si no, se hace interminable el conflicto que uno va teniendo”.

Por otra parte, Ravenna describió lo que sucede actualmente en nuestra sociedad en relación a cómo nos alimentamos. “Las comidas elaboradas, procesadas, generan una tremenda presión en las personas. Se trata de la mayoría de los alimentos que están muy al alcance de la mano y que generan -a veces- comer sin sentido o por un hábito de probar algo rico y que calme rápidamente la ansiedad que se tiene en el vivir cotidiano, al estilo de una droga. Es complejo suponer que con una buena actitud o una buena postura frente al comer se pueda resolver en forma sencilla, salvo que uno tenga esos pocos kilos (5 ó 6), que son producto de un descuido y donde la comida muchas veces no es tan importante, sino que es el hábito que se repite más veces por encima de lo que sería aconsejable según el cuerpo y el metabolismo que uno tenga”, comentó.

Respecto a estos pocos kilos de más, aclaró que “a veces llevan más tiempo de resolver si se los compara con grandes gorduras y uno los va posponiendo porque no padece demasiado los efectos negativos del sobrepeso, pero sí sus molestias. Es como la garúa, que no moja pero molesta”.

PLACER Y SERENIDAD

Por otra parte, planteó que “quien está en una postura de mejorar su estructura de cuerpo, su salud o su estética tiene que pensar que el tipo de comida que generan tratamientos son comidas que tienen que cumplir tres o cuatro requisitos negativos. Por ejemplo, están las comidas que tienen un alto poder hedónico o de palatabilidad (placer a nivel alimentario oral). Producen el famoso enganche cerebral y por eso se dice que la obesidad es una enfermedad que tiene que ver más con el cerebro que con el estómago, ya que hay alimentos que son estimulantes de neurotransmisores como la dopamina o serotonina, transmisores del placer que se levantan y se bajan en función de lo que uno come o no come”.

Y continuó: “Esto es algo preocupante porque antes no pasaba de la misma manera y evidentemente el nivel de éxtasis de las empresas que producen alimentos palatables es tan alto que prácticamente el hombre, presionado a comer sin ganas, comienza a hacerlo con desesperación”.

En tanto, mencionó que también están “las comidas que -en general- producen una sensación de serenidad y placer. Antes no pasaba así y las personas (adolescentes o adultos) podían encontrar este efecto en la droga, alcohol o tabaco”.

Por último, advirtió que “el tercer elemento es que estos mismos alimentos, que son tan palatables y enganchantes a nivel de estímulo cerebral, son prácticamente los mismos que producen una actividad a nivel de la insulina pancreática, de la digestión. Esto hace que los alimentos que entran, con estas características, generen una salida de la insulina del páncreas y ésta le produce a estos alimentos una absorción rápida, que no es necesaria, y también producen hambre. La insulina es la hormona por excelencia del engorde, en contra de lo que se decía antes”.

MENOS ESTRÉS

El Ministerio de Salud de la Nación asegura que la actividad física aumenta la energía y ayuda a reducir el estrés, las concentraciones altas de colesterol y la tensión arterial. También disminuye el riesgo de padecer ciertos tipos de cáncer, especialmente el de colon.

Por este motivo, da algunos consejos para tener en cuenta:

- Camine como mínimo 30 minutos diarios, continuos o fraccionados, a lo largo del día.

- Antes de iniciar y al terminar la actividad, elongue los músculos para evitar lesiones y dolores.

- Realice pausas activas en el trabajo. En los minutos de descanso, salga a caminar, haga ejercicios localizados o de flexibilidad.

- Adapte la intensidad a su ritmo personal, aumentando la actividad de manera progresiva.

- Muévase cada vez que pueda: bájese del transporte unas cuadras antes o utilice las escaleras para subir y bajar de edificios.

beneficios

podemos hacer actividad física por nuestra cuenta o en gimnasios, con profesionales.

SUGERENCIAS SALUDABLES

El Dr. Máximo Ravenna dió algunas recomendaciones en relación a cómo podemos estar alejados de la “costumbre” de comer sin ganas, con desesperación o por el sólo hecho de sentir placer.

“Es bueno poner distancia entre comidas (no estar picoteando), comer alimentos que tengan menor índice glucémico (que ingresan muy rápidamente al cuerpo), que tengan menos enganche, que sean agradables al paladar pero no excitantes, como puede ser un alimento que uno quiera repetir demasiadas veces por encima de su deseo”, opinó.

Asimismo, remarcó que es necesario hacer actividad física y plantear “un cambio en la estructura de vida respecto a la conexión con lo cotidiano, mis problemas, mi trabajo, mis sueños, los excesos. Todos estos factores confluyen para generar que las personas coman de más, como la gente que duerme mal o poco, a la larga se sabe que engorda más. El estrés es un factor de comer más y de engorde, ya que hace que la hormona de la calma y de la disminución del hambre siempre encuentre su lugar ocupado en el cerebro por el cortisol (sustancia que segrega la glándula suprarrenal) cuando hay una situación de estrés o tensión. Esto hace que cuando uno quiera parar de comer y no pueda”.

Y agregó: “Una vez que uno se libera del comer compulsivo, repetitivo o picoteador debe empezar a trabajar sobre el área de la estabilidad emocional para después no tener que recurrir -como repetidor permanente- a la comida, un alivio que a la larga trae más complicaciones que beneficios, sobre todo si uno es gordo o tiene conductas desbordadas”.

Por último, el profesional explicó que “el paciente tiene que tener en cuenta esto si va a hacer una dieta por su cuenta. Si tiene muchos kilos de más, es probable que recurra a un lugar adonde sepa que hay gente que haya bajado de peso y se mantiene, para no perder el tiempo”.

Gratis, en la ciudad

La Municipalidad de Santa Fe ofrece -durante todo el año- actividades gratuitas destinadas a poner nuestros cuerpos en movimiento y estar más saludables, que están a cargo de profesores de Educación Física y otros docentes especializados.

Las actividades son variadas y para todos los gustos: deportes (vóley, básquet, fútbol, fútbol de salón, boxeo, gimnasia para damas, pilates, gimnasia localizada, circuito aeróbico), baile (salsa, ritmos latinos), yoga, actividades para adultos mayores, tai-chi-chuan, wushu kung fu, taek won do, tango y actividades recreativas.

Según el barrio en que vivamos podemos participar de estas propuestas en los playones polideportivos del Parque Garay, La Tablada y Alto Verde; o donde funciona la Dirección de Deportes de la Municipalidad: Almirante Brown 5294. Los interesados en obtener más información pueden comunicarse al teléfono 457-8418.

Muchas veces comemos sin ganas o con desesperación y eso nos hace aumentar de peso.

ENFERMEDADES NO TRANSMISIBLES

Según las estadísticas del Ministerio de Salud de la Nación, más del 60% de las muertes que se producen en el país son causadas por un grupo de enfermedades denominadas “no transmisibles”, porque no son contagiadas por bacterias, virus ni otros agentes infecciosos.

Entre ellas, se cuentan las enfermedades cardiovasculares y las respiratorias crónicas, la diabetes y algunos tipos de cáncer. Sin embargo, estas diferentes patologías tienen algo en común: se pueden prevenir de manera simple.

Sebastián Laspiur, director de Promoción y Protección de la Salud y Control de Enfermedades No Transmisibles del Ministerio de Salud de la Nación, sugiere algunas claves para prevenirlas: “Manteniendo una alimentación variada y saludable, que incluya el consumo de frutas y verduras, la disminución de sal en las comidas y una ingesta calórica adecuada; combatiendo el tabaco, que provoca en la Argentina 40.000 muertes por año; y realizando actividad física asiduamente, se podrían evitar hasta el 80% de las enfermedades cardiovasculares, la diabetes y la respiratoria crónica, y hasta un 40% de los cánceres prevenibles”.

Para comer mejor

Argentina Salud, revista del Ministerio de Salud de la Nación, incluye en su último número una nota con recomendaciones para comer mejor:

1. Evite saltear comidas.

2. Empiece sus actividades con un buen desayuno.

3. Si es posible, realice cuatro comidas diarias.

4. La leche se puede tomar líquida o incluida en postres, helados, salsa blanca, puré y otras comidas.

5. Para los adultos se recomiendan los productos semidescremados y para niños y adultos mayores, enteros.

6. Los recién nacidos deben tomar sólo leche materna hasta los 6 meses.

7. Cocine al vapor o al horno las frutas y verduras. Preferentemente con cáscara y en trozos grandes. Si las hierve, use poca agua.

8. Disminuya los fiambres y embutidos.

9. Aumente el consumo de maníes y almendras sin salar, nueces y semillas de sésamo, girasol y lino.

10. Coma menos golosinas para evitar sobrepeso y caries.

11. Evite las gaseosas y bebidas dulces artificiales. Prefiera agua, soda y jugos naturales.

12. Cocine sus alimentos sin sal y condiméntelos con hierbas aromáticas o ajo para aumentar su sabor.

13. Prefiera los panes, harinas y pastas integrales.

14. Modere el consumo de facturas, tortas, masitas, etc.

15. Utilice agua potable para beber, lavar y preparar sus alimentos.