CASA DE LA CULTURA

Del esplendor a la ruina, una historia que cumple 100 años

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Construido en 1910, el majestuoso chalet se encuentra sumido en el abandono. Tras años de promesas, intentos fallidos y burocracia, aseguran que está en marcha la recuperación definitiva.

 

NATALIA PANDOLFO

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Representa la opulencia de la Argentina del Centenario y la desidia de la del Bicentenario. Años de burocracia después, la casona de bulevar Gálvez y Güemes sigue envuelta en nylons negros y yuyos altos. Aunque, según los responsables de su mantenimiento, hay perspectivas de pronta recuperación.

“Casa de los Gobernadores”, “Casa Leiva” y, desde 1991, “Casa de la Cultura” fueron los nombres con los que se la conoció a lo largo de los años. Desde hace años sus puertas permanecen cerradas y la puesta en valor nunca pudo superar el escalón de las promesas.

La residencia fue construida en 1910 por el reconocido arquitecto Francisco Ferrari. Era propiedad de don Luciano Leiva, un importante hacendado de la época. Su diseño -un chalet en medio de un gran jardín a la francesa- representa las inclinaciones estéticas de la clase dirigente de entonces.

En el segundo gobierno de Carlos Reutemann -cuando era subsecretaria de Cultura Florencia Lo Celso- se decidió cerrar las puertas del edificio, por el peligro que implicaba. Desde entonces, el tiempo parece haberse detenido.

PROMESAS

En declaraciones a los medios, el ministro de Obras Públicas de la provincia dijo que entre los objetivos de su gestión figura terminar con la recuperación del inmueble.

“La Casa de la Cultura proviene de la gestión anterior, nosotros tratamos de apuntalar lo que se llama un Prepac (Proyecto de Reforma Edilicia con Participación Comunitaria), por el cual en la gestión anterior se brindó una suma determinada a la Asociación Amigos de la Casa para ponerla en valor”, indicó Storero.

“Pero vimos que el procedimiento que se había utilizado no cumplía la secuencia del caso: se compró un equipo de aire acondicionado antes de reformar otros ítems que eran más aconsejables”, explicó el funcionario.

El director provincial de Arquitectura e Ingeniería, Ing. Norberto Tarragó, lo reafirma: “Desde la Asociación Amigos reconocieron que así no se avanzaba, y nosotros veíamos con preocupación el deterioro”, dice.

El tipo de administración que se implementó en la gestión anterior era un sistema delegado: se les proveía fondos a los miembros de la Asociación para que contrataran profesionales y encararan la obra.

En el gobierno actual, este sistema se reemplazó por actos de licitación y concursos. “En este caso particular, se trata de una obra muy complicada técnicamente. Si no está bien armado el proyecto, es dificil concluir, porque siempre aparecen nuevas refuncionalizaciones: son obras que tienen incluidos vicios ocultos, que aparecen en la medida en que se va trabajando”, sostiene Tarragó.

Para el funcionario, establecer un proyecto por etapas, en el que se establezcan prioridades -primero, lo estructural; luego, las instalaciones y otros detalles - es la única manera de garantizar que el proceso llegue a buen puerto.

Es lo que se está haciendo ahora: después de llegar a un acuerdo con la Asociación, el gobierno planteó un llamado a licitación para los trabajos de una primera etapa, que incluirá el arreglo de mansardas y recuperación de las aberturas. La idea es terminar la parte estructural antes de que termine la gestión actual.

Este monto ya está incorporado al presupuesto 2011; y se estima que, para fin de año, se podrá licitar por un monto de aproximadamente un millón de pesos. “Esta cifra, que es para una sola etapa, duplica el dinero que ellos tenían disponible para toda la obra”, afirma Tarragó.

“Esta tarea requiere profesionales, notas oficiales, una cierta estructura. Cuando ocurren determinadas situaciones que demandan reencaminar la obra, la Dipai tiene todo el instrumento de la obra pública a disposición”, sostiene.

Luego de la primera etapa, se procederá a las instalaciones. “Esto depende de la utilidad que se le vaya a dar al edificio: ahí intervendrá la Asociación Amigos”, consigna Tarragó.

Según él, con este sistema va a ser difícil que el proceso se demore: “Hay un precio oficial, hay oferentes, hay una licitación y se asigna el trabajo a la mejor propuesta que se presente”.

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El edificio, propiedad del Estado provincial, es un bien patrimonial de características relevantes para la ciudad. Desde hace años está sumido en el abandono. Foto: GUILLERMO DI SALVATORE

 

/// EL DATO

Panel

Mañana a las 18.30 en la sede de la Junta Provincial de Estudios Históricos, Monseñor Zazpe 2861, tendrá lugar el panel: “Presente y futuro de una casa centenaria”, organizado por esa entidad.

Participarán el subsecretario de Gestión Cultural de la provincia, Carlos Bernatek, el director provincial de Arquitectura e Ingeniería, Norberto Tarragó, el presidente de la Asociación de Amigos de la Casa de la Cultura, Jorge Terpin y la presidenta de la Junta, Ana María Cecchini de Dallo.