Llegan Cartas

El pingo que, de mi pago, “saltó” al mundo

 

Facundo A. Marangón.

DNI 34.787.690. Progreso.

Señores directores: En el año 1999 el Gobierno Nacional estableció el día 20 como Día Nacional del Caballo, como un homenaje y reconocimiento a la hazaña realizada por Gato y Mancha, esos dos ejemplares de nuestra raza equina de caballos criollos que, inducidos por el suizo Aimé Félix Tschiffely, salieron de Buenos Aires. Partieron en abril de 1925 y llegaron a Nueva York en el mes de septiembre de 1928, después de 21.500 km. Y miles de penurias, mereciendo el apodo de ser llamados “Los Héroes de La Pampa”.

No podíamos dejar de recordar al caballo en su día, pero hoy y aquí queremos mencionar a otro pingo que también hizo historia por su gran desempeño y actuación como caballo deportivo en la especialidad de salto, en escenarios nacionales e internacionales.

En la provincia de Santa Fe, al noreste del pueblo de Progreso se ubica la estancia La Regina, propiedad de los hermanos Don Ricardo Raúl Estrada Picazo y del M.V. Carlos José Estrada Picazo, que desde siempre fueron criadores y propulsores de la raza equina en general, habiendo ubicado sus productos para polo, equitación, carrera o salto, con gran aceptación dentro y fuera del país. Es en esta estancia donde nació un potrillo que recibió un nombre isleño que después paseó orgulloso por todo el mundo, que fue el de Camalote.

Camalote era un tordillo mestizo tipo anglo-argentino que tuvo un gran desarrollo y, debido a eso, una alzada generosa que llegó a 1,72 m; éste fue el motivo por el que se decidió que su adiestramiento fuese en el sentido de caballo para salto. A comienzos del año 1970 fue adquirido por el capitán del Ejército Argentino Rodolfo Riegé, quien lo llevó al Club Hípico General Belgrano de Santa Fe, donde siguió su adaptación y entrenamiento. Luego fue enviado a Buenos Aires, donde comenzó a participar en torneos de alto nivel de competencia con excelentes resultados. El caballo parecía no tener límites, ya que en Rosario ganó un desempate de saltos variados sobre 2,10 m de altura, lo cual hizo que nuestro jinete Arrambide lo llevase a Europa, logrando en el Viejo Mundo triunfos resonantes. Las actuaciones sensacionales de Camalote hicieron que un grupo alemán se fijara en él y fuera adquirido en una suma muy importante para la época.

El notable y gran jinete argentino Dr. Hugo Arrambide montó a Camalote y lo paseó por varios torneos en Europa, incluyendo las Olimpíadas de Munich, con resultados favorables, y fue tanto el respeto que le inspiró que, en carta dirigida al diario El Litoral el 13 de julio de 1972, expresó su admiración al decir “Camalote de los hermanos Estrada, ahora considerado el mejor caballo del mundo”.

Todos sabemos que una actuación deportiva puede ser superada; en estos momentos, otros serán los caballos que ocupen el lugar de Camalote, pero casi con seguridad podemos imaginar que cuando le preguntaran a Arrambide por el origen del caballo, expresaría con orgullo: “Camalote es argentino; nació en la provincia de Santa Fe, en Progreso”, y yo agregaría simplemente: en mi pueblo.