Parece que las provincias septentrionales le sientan bien al equipo de Kudelka: ganó en Tucumán hace dos semanas y ayer, en Jujuy, derrotó al “Lobo” 2 a 0, con tantos de Zárate y Pirchio.

Alberto Sánchez

(Enviado especial a San Salvador de Jujuy)

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Hace dos semanas, Unión derrotaba 1 a 0 a Atlético Tucumán en el Jardín de la República. Ayer, hizo lo propio, pero por 2 a 0, ante Gimnasia y Esgrima en La Tacita de Plata, como se la llama a la capital de Jujuy, no así al estadio, como la mayoría piensa.

Todo hace indicar que el conjunto de Kudelka halló su “norte” visitando esas ciudades, que se ubican precisamente en esa zona del país. Por lo menos de visitante, el Tate está sacando buenos resultados, como el logrado en la víspera en el estadio 23 de Agosto, que se está preparando para recibir a una de las zonas de la Copa América 2010.

Los tantos rojiblancos fueron obra de Leandro Zárate, que rompió el maleficio, ya que no había convertido en lo que va del torneo, y de Marcos Pirchio, casi en la última jugada del encuentro. Por ahora Unión se encuentra tercero en la tabla, con 15 puntos (a cinco del líder, San Martín de San Juan, y a dos de Atlético Rafaela), aunque hay que ver el resultado del partido de esta noche entre Instituto y Almirante Brown, quienes suman 13 unidades cada uno.

Indudablemente, lo más importante para el pueblo unionista es la obtención de los tres puntos, pero Kudelka sabe que hay que mejorar varias cosas para revalidar lo que dicen los números. Ayer nomás, tras el triunfo, reconoció que el 2 a 0 fue abultado, y eso es bueno: tener la suficiente capacidad, aun en los momentos de alegría, de saber que así como se ganó (con justicia, claro está), también se pudo haber traído un resultado negativo.

Con mucha suerte

El conjunto de la avenida López y Planes comenzó mejor que el dueño de casa, superando a su rival en lo territorial y en la posesión del balón, manejando las acciones, aunque sin hacer peligrar la valla de Bongardino, el arquero local. Hasta que Luna encontró la posición que más le convino a él y al equipo jujeño, ganando la espalda de Vidal, pero escapando de la última línea de Unión. De ese modo, la visita empezó a sufrir en defensa lo que el “Lobo” generaba en tres cuartos de cancha.

Luna, Britos y Carretero se convirtieron en los abanderados de la levantada local, que estuvo cerca de abrir el marcador a los 17 minutos, cuando de tiro libre, Luna estrelló la pelota en el caño derecho del indefenso Limia. Un ratito más tarde, “Tarrito” Pérez sacó al córner, de cabeza y casi sobre la línea, un centro muy cerrado tirado por Carretero. Y sobre el final de la etapa inicial, Di Vanni cabeceó afuera, muy cerca del vertical izquierdo, un tiro de esquina de Luna; luego Limia desvió al córner un fuerte remate ejecutado por la zurda de Britos.

Por lo visto en los primeros 45 minutos, Unión jugó uno de los peores partidos del torneo, aunque lo positivo fue que no le hayan convertido.

Cambio total

Todo hace pensar que los 15 minutos que duró el entretiempo fueron muy bien aprovechados por el director técnico tatengue. Ya a los cinco minutos, Maidana tuvo una inmejorable oportunidad, que no supo aprovechar al no tener una mejor ductilidad con su pierna derecha, ya que no se animó a patear y terminó tirando un centro intrascendente.

Pero a los 9, Rosales tomó el balón cerca de la línea media y lo vio a Zárate arrancar a espaldas de los centrales locales, y con gran precisión, metió una bocha espectacular que la “Chancha” conectó de cabeza, desde el punto penal, dejando sin chances a Bongardino, ya que la pelota entró por el ángulo superior izquierdo.

Enseguida comenzó otro partido, con el “Lobo” predominando en el campo y en las situaciones de gol. Pero ya Unión estaba ganando y se sentía con más autoridad; le regaló la pelota a su rival, quizás demasiado terreno, pero perder la posesión del balón no quiere decir que no se pueda dominar el partido, y eso hizo Unión: lo dejó venir a Gimnasia, ya con “Tarrito” Pérez como marcador de punta derecho, formando un 4-3-1-2.

Y al hacerse difíciles los caminos por abajo, una tras otra comenzaron a llover las pelotas sobre el área rojiblanca. Ahí fue cuando los dirigidos por Ferraro chocaron con la humanidad de Limia, o de Correa, Avendaño y Cárdenas, que se erigieron en figuras destacadas. Además, como estaba planteándose el cotejo, las posibilidades de aumentar el resultado crecían al tener Zárate y Quiroga algunos metros más para recorrer. Por ese motivo, la “Chancha” tuvo una clarita, que no supo definir ante el achique del arquero local.

Faltando 10 minutos, Kudelka quiso cerrar el encuentro como se estaba dando. Mandó a Fernández al campo por Rosales y armó un clásico 4-4-2. Pero todavía había un regalito, a los 48 minutos (Castro adicionó 4), llegó Pirchio por el medio del área para empujar la pelota a la red y desatar la inmensa alegría del plantel y cuerpo técnico.

Por lo mostrado en los dos últimos partidos de visitante, en Tucumán y Jujuy, parece que Unión encontró el norte. Ayer fue en el 23 de Agosto jujeño, ojalá que el equipo de Kudelka siga bien posicionado después de la próxima, en el 15 de Abril.

 

Entró y cumplió. Marcos Pirchio ingresó cuando faltaban pocos minutos y logró el gol de la tranquilidad para Unión. Afuera, el tate parece haber encontrado la fórmula. Foto: Gentileza diario El Pregón de Jujuy

Cumple. Nicolás Correa se complementó bien con Avendaño y Cárdenas en la zaga, demostrando su habitual personalidad para anticipar en el fondo. Foto: Gentileza diario El Tribuno de Jujuy

La primera alegría. Leandro Zárate no había podido convertir todavía en su regreso a Unión, pero ayer abrió la cuenta en un partido que era complicado. Volvió la “Chancha-gol”. Foto: Gentileza diario El Tribuno de Jujuy